Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
Un blog simpático que dice lo que yo y muchos feligreses piensan.
Y por eso lo pongo para que veáis las aberraciones jurídicas
a las que los curas estamos expuestos por algunos feligreses atrevidos,
que no saben estar ni en sociedad ni distinguir lugares.
En una mezquita o en una sinagoga no les dejarían comportarse así,
pero el cura está obligado a pasar por el comportamiento
de los católicos "a su manera"
y a que les venga el cantante o abogado de turno a ponerles música,
para hacer más ruido y otros de su cuerda de orfeón
les hagan la segunda o tercera voz
y algunos hasta el bombo.
Franja.
Curas con abogado y
seguro de responsabilidad por daños morales
A las 10:10 AM, por
Jorge
Categorías : Sin
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Nos harán falta las dos
cosas en cuanto la gente comience a denunciarnos a los curas por esos supuestos
daños morales como acaba de ocurrir en un pueblo de Jaén. Un sacerdote que
niega la comunión a una joven por considerar que no va vestida correctamente, y
denuncia ante la guardia civil por daños morales, ya que según afirman los
padres se ha producido una “humillación pública a una menor", y además
presentan un parte médico que recoge que su hija “ha estado con ansiedad” y,
además, “le daba vergüenza salir a la calle en un pueblo donde todos nos
conocemos".
Pues nada. Esto es el
principio del melón. Cualquier día Paquita, que lleva viviendo toda la vida con
Manolo, casado previamente y no con ella, pondrá una querella porque el párroco
habló de adulterio y todo el mundo se dio cuenta de que lo decía por ella.
También se espera querella de doña Justa, que encargó una misa rezada por su difunto
esposo y el sacerdote celebrante se le olvidó citar el nombre, con lo cual la
buena mujer lleva tres días con sales para que se le vaya el soponcio.
Se
espera la denuncia de José, al que el párroco le negó ser padrino de bautismo
simplemente por ser militante de la asociación de laicistas del pueblo y haber
protagonizado una procesión burlesca el día de Jueves Santo.
Así que mucho me temo
que los curas vamos a tener que ejercer a la americana: con bufete de abogados
de cabecera, seguro de responsabilidad civil que nos cubran frente a soponcios,
malentendidos y comuniones negadas, y posiblemente exigiendo a los feligreses
cuando entren en misa la firma de un documento eximiendo al sacerdote de
responsabilidades.
Insisto que no sé lo
que pudo pasar en ese pueblo de Jaén. Sí parece que el buen cura debía de estar
harto de ver de todo en la iglesia cuando se lanzó a colocar el cartelito sobre
el necesario decoro en el vestir en un templo católico.
Tampoco me voy a meter
en lo que debe ser considerado moral o inmoral, o en los centímetros de la
falda o el escote. No quiero hablar de la posibilidad de que la ya no tan niña
fuera directamente a provocar con un “a ver si tiene lo que hay que tener para
negarme la comunión”, para nada descartable, o que el cura fuera un maniático
de la decencia pública.
De lo que no se habla
es de las veces en que un sacerdote podría denunciar a los feligreses. Cosas
como “se va a enterar”, “usted se gasta lo de Cáritas en mujeres”, “usted es
una mala persona”, “hay que ver lo mal que se ha portado con la niña en
catequesis” tenemos que aguantarlas cada día, y estos ejemplos son de un
servidor.
Vivimos en un mundo en
el que la última niña mona tiene todos los derechos y si alguien osa llevarle
mínimamente la contraria acude al arma de cualquier telebasura que siendo
contra un cura no se niega a regalar morbo.
La gente, entre la nena y el cura
por supuesto que mayoritariamente con la nena, porque todo cura, por el hecho
de serlo, y más si intenta poner un poco de orden, es alguien que solo quiere
echar a la gente de la iglesia y más le valiera atraer a la juventud.
Lo de la jovencita, por
cierto, en el funeral de la abuela. Que no digo yo que y volver al luto
riguroso de meses y meses, y años y años, pero al menos una cierta discreción
en el vestir… habida cuenta la ocasión. Al final, es que no sabemos ni estar.