La cueva del tesoro
Cuenta la leyenda que
una mujer pobre con un niño en los brazos, pasando delante de una gruta escuchó
una voz misteriosa que
desde dentro le decía:
"Entra y toma todo
lo que desees, pero no te olvides de lo importante. Pero recuerda algo: después
que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha la
oportunidad, y no te olvides de lo principal....."
Los tesoros
La mujer entró en la
gruta y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro y por las joyas, puso a
su hijo en el suelo y empezó a juntar, ansiosamente, todo lo que podía en su
delantal.
La voz misteriosa habló
nuevamente.
" Tienes solo ocho
minutos "
Tesoros
Agotados los ocho
minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas, corrió hacia fuera de la
cueva y la puerta se cerró...
Recordó, entonces, que
el niño quedó adentro y la puerta estaba cerrada para siempre.
La riqueza duró poco y
la desesperación... para el resto de su vida!
Lo mismo ocurre, a
veces, con nosotros. Tenemos unos años para vivir, y una voz siempre nos
advierte: "Y No te olvides de lo principal!"
Y lo principal son los
valores espirituales, la eucaristía, el compromiso cristiano, la oración, la vigilancia, la familia, los
amigos, la vida. Pero la ganancia, la riqueza, los placeres materiales nos
fascinan tanto que lo principal – a veces -queda en un plano secundario....
Así agotamos nuestro
tiempo aquí, y dejamos a un lado lo esencial " Los tesoros del
alma!".
- ¿QUÉ TOCAMOS?
Por Javier Leoz
1.- Cuenta una hermosa
leyenda que Tomás fue a predicar el evangelio a la India. Y un rey le dio
dinero para que le edificara un palacio. Pero Tomás distribuía el dinero entre
los pobres y les anunciaba la muerte y resurrección de Jesús. Y muchos se
hicieron cristianos.
"¿Cómo va mi
palacio?", le preguntaba el rey. "Va muy bien" y el rey le daba
más dinero. Al cabo de un tiempo, la ciudad toda era ya cristiana. Un día el
rey le dijo a Tomás: "¿Cuándo podré ver mi palacio?" "Majestad,
pronto lo verá terminado", le contestó.
"¿Por qué no puedo
verlo hoy? Llévame a verlo ahora mismo", le dijo el rey.
Tomás paseó al rey
Vecius por la ciudad y le señalaba a la gente y le explicaba cómo sus vidas
habían cambiado para bien.
--¿Dónde está mi
palacio?, preguntaba el rey.
--Está a su alrededor y
es un hermoso palacio. Qué pena que no pueda verlo. Espero pueda verlo un día,
le decía Tomás.
--¿Qué has hecho con mi
dinero, ladrón?
--Tu palacio está hecho
de personas, tu palacio es tu gente. Ya no son pobres y ahora creen en Jesús.
Tus gentes son las torres de tu palacio. Dios vive en ellos. Tu palacio es un
magnífico palacio.
Tomás fue encarcelado.
Pero el rey vio poco a poco el cambio de la gente y cómo por el poder de la
resurrección de Jesús, éste vivía en el corazón de las gentes. El último en
convertirse fue el rey y éste liberó a Tomás. Y su palacio no fue una obra de
piedras sino de corazones vivos y creyentes.
2.- Aún sin haber visto
al Resucitado, al contrario que Tomás, creemos en el prodigio de la
Resurrección. Para que algunos descubran el costado abierto de Cristo en medio
del mundo. Para que otros incrédulos puedan meter sus dedos en los agujeros de
las manos del Señor, qué bueno sería que pensáramos que nosotros somos las
señales, los agujeros o los pies del mismo Jesús.
Para ello hemos de
creer con todas las consecuencias en aquello que la Pascua nos ha brindado:
¡Cristo es la Salvación!
--¿Tocamos de lleno su Gracia? ¿Disipamos
las dudas que intentan disuadirnos del camino que hemos emprendido de la fe?
--¿Rozamos, con nuestro corazón, los
sentimientos de Cristo? ¿Hacia dónde se inclinan nuestros pensamientos y
deseos?
3.- Que la pascua del
Señor, que sigue anunciando y trayéndonos vida en abundancia, nos ayude a
insertarnos de lleno en la persona de Jesús. A llevar, en este octavo día y
siempre, la Buena Noticia de que está vivo y presente entre nosotros.
¿A quién hemos deseado
unas felices pascuas? ¿Tal vez a nadie? ¿No será en el fondo que, por no vivir
la Pascua profundamente, no nos sale decir “yo he tocado el costado de Cristo”
“yo he estado con Cristo” “yo he hablando con Cristo”?
¡Feliz Pascua! ¡Felices con la paz que nos trae el Señor!
Aquí está lo principal
Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, y no te olvides de lo principal....."
Hoy lo principal es la
Divina Misericordia
Si te ha gustado...Pásalo
Franja.
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