Palabras de un reloj
Trabajo más que cualquier mortal,
pero más fácilmente
porque lo
hago segundo a segundo.
Tengo que hacer miles de tic-tacs,
para formar un día,
pero
dispongo de un segundo
para hacer cada uno de ellos.
No los quiero hacer todos
a la vez.
Nunca me preocupo de lo que hice ayer,
ni de lo que tendré que
hacer mañana.
Mi ocupación es de hoy… ¡aquí y ahora!
Sé que si hago lo de hoy bien,
no tendré que molestarme por el
pasado
ni preocuparme por el futuro.
Hay
un modo difícil de hacer
el trabajo que tiene que hacerse.
Si quieres encontrar
el modo fácil…
¡mírame a mí!
Nunca me preocupo, nunca me apresuro…
¡pero nunca
me retraso!
Lo que tengo que hacer… ¡lo hago!…
¡Ese es el secreto!
Relato
Anónimo.
Confeccionado
por Franja
.Cada
cosa a su tiempo
y
un tiempo para cada cosa.
Tiempo de
ser feliz.
¡No lo
desperdicies!
Y para
terminar un cuento muy simpático,
que viene
como anillo al dedo.
Tiempo
incluso para que las gallinas
pongan
huevos.
y...
Cuento
Lo mejor
en esta vida es tener paciencia...
si lo que quieres no ha llegado este año,
¡Seguro que lo hará el que viene!
En un olvidado pueblo del Tíbet vivía
una viejecita
a la que le gustaba cenar huevos.
Todos los días recorría un
largo camino
para ir al mercado más cercano a por el preciado manjar.
Pero como
era muy vieja,
cada vez le costaba más el viaje,
así es que ahorró y se compró
una gallina.
(las gallinas son casi iguales en todas partes del mundo)
Nunca había comprendido muy bien a este plumífero animal
Nunca había comprendido muy bien a este plumífero animal
porque era muy
ignorante, y se sorprendió un poco.
Pronto comenzó la gallina a poner un huevo
diario.
La viejecita estaba tan contenta que decidió
invitar a sus amigos a
cenar en Nochevieja.
Esa mañana fue al corral: la gallina había puesto su huevo
de costumbre,
pero como la vieja necesitaba tres más,
le pidió a la gallina que
los pusiera en ese momento.
(su gallina no era la de los huevos de oro)
Pero el animal, que nada entendía,
Pero el animal, que nada entendía,
siguió a lo suyo hasta que la vieja la agarró por el gaznate
y la rajó en canal.
Pero ningún huevo encontró y la gallina
murió desangrada.
Sus invitados se extrañaron al ver gallina en pepitoria
en su
plato y no huevos.
Y la vieja no tuvo más remedio que contarles
la desgracia
que le había ocurrido.
Todos se rieron de su ignorancia y le aconsejaron
que
más le valía hacer
Esta vieja perdió todo por no tener paciencia
Pero luego pensó: nunca es tarde para empezar.
Y debió montar hasta una granja de gallinas.
(aún tuvo tiempo de tener más gallinas.,)
¿Os ha gustado?
Que ahora te dispongas a pasarlo a tus amigos.
Les puede servir.
Franja.
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