Blog Católico de Santa María de Baiona,
nº.768
Hace mucho tiempo que conocía este suceso, si así se puede llamar. No se si es real o inventado. De cualquiera de las maneras es muy hermoso, porque nos enseña a discurrir en las necesidades. A veces pedimos a Dios que nos solucione un problema y no se nos concede porque está en nuestras manos el solucionarlo. No seamos vagos. Pero tenemos que agradecer a Dios el poder discurrir, que es una señal clara de la libertad. Franja
CAMBIA DE ESTRATEGIA
Había
una vez un ciego que pedía limosna en una calle transitada, con una gorra a sus
pies y un cartel en el que, escrito con tiza blanca, decía: "POR FAVOR
AYÚDEME, SOY CIEGO".
Un
creativo de publicidad que pasaba frente a él, se detuvo y observó unas pocas
monedas en la gorra. Sin pedirle permiso tomó el cartel, le dio la vuelta, tomó
una tiza y escribió otro anuncio. Volvió a poner el pedazo de madera sobre los
pies del ciego y se fue.
Por
la tarde el creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna. Ahora su
gorra estaba llena de billetes y monedas.
El
ciego, reconociendo sus pasos, le preguntó si había sido él quien había
reescrito su cartel y sobre todo, qué que era lo que había escrito allí.
El publicista le contestó: -"Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras". Escribí:
"ESTAMOS EN PRIMAVERA, Y... YO NO PUEDO
VERLA"
El
ciego agradeció su ayuda al publicista y este sonrió mientras se alejaba.
También agradeció a Dios que pasara por allí este creativo, que le había
ayudado a incrementar sus ingresos.
Moraleja: Cambia de estrategia cuando algo no te salga, en vez de lamentarte. Así verás que puede que resulte mejor de esa manera. Y no te olvides de pedirle a Dios ayuda y agradecerle mucho su permanente escucha.
Hay otra ceguera que es más perniciosa que la ceguera física, es la ceguera del alma. De esa ceguera nos viene a curar Jesucristo, de lo cual nos dejó señales:
"Yo soy la Luz del mundo. El que me sigue
no camina en tinieblas".
Jesús curando a algunos ciegos de nacimiento o que un día vieron y perdieron la vista, preparó el camino, para que valoremos las buenas cosas que nos da el Señor en esta vida. Pero que no son tan importantes como la vista del alma, la Fe. Por eso el Año de la Fe es tan importante. Son muchos los ciegos que caminan por nuestras calles sin ver, y que su ceguera es más terrible, porque dicen que ven... Como los del evangelio, que se negaban a creer en las curaciones de Jesús.
A pensarlo lectores, y a no despreciar nunca el don de la fe, que se puede perder por no ser fieles. Franja.
Padre, muchas gracias por su comentario, me ayudó muchísimo. Saludos y oraciones desde México.
ResponderEliminarMe alegra el saber que en México tengo muchos amigos que leen nuestro blog parroquial. Todo lo que ponemos en el blog es para mejorar nuestras actitudes cristianas. Un saludo desde Baiona-España.
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