Blog católico de Santa María de
Baiona la Real, nº. 810
Hoy 21 de diciembre el Evangelio nos recuerda
Y el domingo próximo, IV de Adviento también
Y el domingo próximo, IV de Adviento también
Autor: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net
La Visita de la Virgen a su prima Isabel Lucas 1, 39-45. Adviento.
Estas dos mujeres viven y comparten el mayor secreto que pueda Dios comunicar a los hombres.
Del santo Evangelio según san Lucas 1, 39-45
Después del anuncio del ángel a María...
En
aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a
una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que,
en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e
Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita
tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la
madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu
saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se
cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!
Oración introductoria
«Dichosa
tú, que has creído». María fue llamada dichosa, no por el hecho de ser Madre de
Dios, sino por su fe. Ven, Espíritu Santo, para que esta oración aumente mi fe
en el amor y en el poder de Dios, y sepa entregarme con amor y sin reservas a
mi misión.
Petición
María,
Madre mía, ayúdame a imitarte hoy en el servicio a los demás.
Meditación del Papa
La
fidelidad del salmista nace de la escucha de la Palabra , de custodiarla en
lo más íntimo, meditándola y amándola, como María, que "custodiaba,
meditándolas en su corazón" las palabras que le habían sido dirigidas y
los sucesos maravillosos en los que Dios se revelaba, pidiendo su sí. Y si
nuestro salmo comienza con los primeros versos proclamando "beato" a
"quien camina en la Ley
del Señor" y a "quien custodia sus enseñanzas", es también la Virgen María la que
lleva a cumplimiento la perfecta figura del creyente descrito por el salmista.
Es Ella, de hecho, la verdadera "beata", proclamada como tal por
Isabel por "haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte
del Señor", y es de Ella y de su fe de quien el mismo Jesús da testimonio
cuando, a la mujer que gritaba "Bendito el seno que te ha llevado",
responde: "Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la
practican". Cierto, María es bendita porque en su seno llevó al Salvador,
pero sobre todo porque acogió el anuncio de Dios, porque fue una guardiana
atenta y amorosa de su Palabra. Benedicto XVI, 9 de noviembre de 2011..
Reflexión
El evangelio
de San Lucas nos narra el Anuncio del ángel a María como "de
puntillas", con gran respeto, venerando a los protagonistas de este
diálogo único. Hoy, sin embargo, asistimos a aquella "segunda
anunciación". La que el Espíritu Santo revela a santa Isabel en el momento
de reconocer en María a la Madre
de su Señor. Estas dos mujeres viven y comparten el mayor secreto que pueda
Dios comunicar a los hombres, y lo hacen con una naturalidad sorprendente. Por
su parte, María, la llena de gracia, no sólo no se queda ociosa en su casa. Ser
Madre de Dios no desdice un ápice de su condición de mujer humilde, de modo que
va en ayuda de su prima. Isabel, por su parte, anuncia, inspirada por el
Espíritu, una gran verdad: la felicidad está en el creer al Señor.
Cuando
alguien se profesa cristiano, su fe y su vida; lo que cree y cómo lo vive, son
dos esferas que están íntimamente unidas. Quien piense que "creer" es
sólo profesar un credo religioso, adherir a una religión o a unos dogmas,
quizás tiene una pobre visión del término. Porque cuando se cree de verdad se
empieza a gustar las delicias con que Dios regala a las almas que le buscan con
sinceridad. La pedagogía de Dios es tan sabia que sabe impulsarnos, dándonos a
saborear su felicidad, -que es inmensa e incomparable-, cuando somos fieles. Es
un gozo que, sin casi quererlo, nos lleva a más, nos invita a entregarnos con
más generosidad a la realización de un plan que va más allá de nuestra visión
humana. Isabel reconoce en su prima esa felicidad porque ha creído, pero además
porque en consecuencia, su vida ya no respondía a un plan trazado por ella,
sino por su Señor. Ella estaba también encinta ¿por qué era necesario un viaje
en las condiciones de aquel tiempo...?
Preguntémonos,
si hoy queremos ser felices, ¿cómo va mi fe en la presencia de Dios en mi vida?
Si lucho por aceptarla y vivirla ya tengo el primer requisito para mi
felicidad. Aunque tenga que trabajar y sufrir, sabré en todo momento que Dios
está a mi lado, como lo estuvo de María y de Isabel.
La Visitación nos la recuerdan en este día
Propósito
Vivir
hoy con la resolución de servir, por amor, a las personas con las que convivo.
Diálogo con Cristo
María,
gracias por enseñarme a entregar mi voluntad a Dios, a no querer cumplir todos
mis deseos, por muy importantes que me puedan parecer, a saber dejar todo en
manos de nuestro Padre y Señor. Quiero imitar tu bondad y disposición para
ayudar a los demás. Intercede por mí para que sepa imitar esas virtudes que más
agradan a tu Hijo, nuestro Señor.
Para meditar en este día 21 de diciembre
Franja
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