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MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. DÍAS, 13, 14, 15 y 16
MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.
"El mes de junio está dedicado, de modo especial, a la veneración del Corazón divino. No sólo un día, la fiesta litúrgica que, de ordinario, cae en junio, sino todos los días. Con esto se vincula la devota práctica de rezar o cantar cotidianamente las Letanías al Sacratísimo Corazón de Jesús.
- Las Letanías del Corazón de Jesús se inspiran abundantemente en las fuentes bíblicas y, al mismo tiempo, reflejan las experiencias más profundas de los corazones humanos. Son, a la vez, oración de veneración y de diálogo auténtico. Hablamos en ellas del corazón y, al mismo tiempo, dejamos a los corazones hablar con este único Corazón, que es "fuente de vida y de santidad" y "deseo de los collados eternos". Del Corazón que es "paciente y lleno de misericordia" y "generoso para todos los que le invocan" (Juan Pablo II).
Día 13 de junio
Nuestra Procesión del Corazón de Jesús en Baiona
13.-OCASIONES PELIGROSAS
Hasta ahora hemos tomado del Corazón de Jesús aquellas palabras que condenan el pecado. Ahora Jesús quiere sugerirnos también el medio con el que podemos evitar la huida de las ocasiones peligrosas. No hay escapatoria. ¿Quieres huir del pecado? Debes necesariamente evitar las ocasiones. Reza, confiésate, pero si no huyes de las ocasiones peligrosas todo será tiempo malgastado. ¿Cuáles son las compañías que frecuentas? ¿Quizá se encuentran allí personas con las que permites confidencias que hacen llorar a tu ángel custodio? ¿Se encuentra acaso alguna persona que te insinúa dudas sobre la fe, que susurra palabras que repugna oírlas, que te aleja de tus prácticas de piedad?
¿Cuáles son tus diversiones? ¿Son acaso ciertos lugares donde todos pierden la vergüenza, donde las pasiones se levantan impetuosas?
13
CORAZÓN DE JESÚS EN QUIEN HABITA TODA LA PLENITUD DE LA DIVINIDAD: TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS
- Meditación del Papa Juan Pablo II sobre las Letanías del Sagrado Corazón
Ángelus, 15 de septiembre de 1985
¡Queridos Hermanos y Hermanas!
1. Desde el mes de junio nuestra oración del "Ángelus" saca temas de reflexión de las letanías del Sagrado Corazón de Jesús. Nos detenemos sobre cada una de las invocaciones y meditamos la gran riqueza de contenido que en ellas se encierra. Es una fuente de inspiración para nuestra vida interior: para nuestra relación con el misterio de Jesucristo.
2. Ayer, mediante la solemnidad de la Exaltación de la Santa Cruz, la Iglesia entera se abrió una vez más hacia este Corazón en el que "habita toda la plenitud de la divinidad". El misterio de Cristo: Dios-Hombre, tiene una elocuencia particular cuando miramos a la Cruz: ¡He aquí el hombre! ¡He aquí el Crucificado! ¡He aquí al Hombre totalmente despojado! ¡He aquí al Hombre "destrozado a causa de nuestros pecados"! ¡He aquí al Hombre "cubierto de oprobios"! Y, al mismo tiempo: ¡he aquí al Hombre-Dios! En Él habita toda la plenitud de la divinidad. ¡De la misma naturaleza que el Padre! Dios de Dios. Luz de luz. Engendrado, no creado. El Verbo Eterno. Uno en la divinidad con el Padre y con el Espíritu Santo.
3. Cuando el centurión, en el Gólgota, traspasó con una lanza el Crucificado, de su costado salió sangre y agua. Este es el signo de la muerte. El signo de la muerte humana del Dios Inmortal. Al pie de la Cruz se encuentra la Madre Dolorosa. La recordamos al día siguiente de la Exaltación de la Cruz. Cuando el costado de Cristo fue traspasado por la lanza del centurión se cumplió en Ella la profecía de Simeón: "Y a ti una espada te traspasará el alma" (Lc 2,25). Las palabras del profeta son un anuncio de la definitiva alianza de los Corazones: del Hijo y de la Madre; de la Madre y del Hijo. "Corazón de Jesús, en el que habita toda la plenitud de la divinidad - Corazón de María - Corazón de la Virgen Dolorosa - Corazón de la Madre de Dios. ¡Que nuestra oración a la hora del Ángelus se una hoy a esa admirable alianza de los Corazones!
4. Proclamemos en el mes de junio las palabras de las letanías:
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido
Nos unimos en esta oración con María, que conoce mejor que nadie esta "plenitud" y sabe tomar de ella más plenamente.
Pensamiento.
Día 13. Lanzada contra el Corazón de Cristo es la impiedad, el desprecio que se hace de las cosas sagradas; la burla y el sarcasmo contra las mismas; la negación de las verdades y doctrinas de Jesús.
Pensamiento.
Día 13. Lanzada contra el Corazón de Cristo es la impiedad, el desprecio que se hace de las cosas sagradas; la burla y el sarcasmo contra las mismas; la negación de las verdades y doctrinas de Jesús.
Día 14 de junio
14.-LAS TENTACIONES
Los apóstoles se acercaron un día a Jesús y le dijeron: "Maestro, tú nos invitas siempre a orar; nosotros somos ignorantes, enséñanos tú. Y Jesús siempre bueno, respondió": Cuando oréis hacedlo así: Padre nuestro que estás en los cielos; y les enseñó la estupenda oración del Padre nuestro. ¿Sabes por qué Jesús quiere que oremos al Padre para no dejarnos caer en la tentación? Porque Él sabía que el demonio nos tentaría siempre y quería que nosotros pidiésemos la ayuda celestial para no sucumbir a la tentación. Él mismo permitió que el demonio le tentase para darnos ejemplo.
3. En efecto, el Hijo mismo se hizo hombre y en cuanto tal tuvo un corazón de hombre, con el que amó y respondió al amor. Antes que nada al Amor del Padre. Y por eso en este Corazón, en el Corazón de Jesús, se concentró la complacencia del Padre. Es la complacencia salvífica. En efecto, el Padre abraza con Su complacencia -en el Corazón de su Hijo- a todos aquellos por los que este Hijo se hizo hombre. Todos aquellos por los que tiene el Corazón. Todos aquellos por los que murió y resucitó. En el Corazón de Jesús el hombre y el mundo vuelven a encontrar la Complacencia del Padre. Este es el Corazón de nuestro Redentor. Es el Corazón del Redentor del mundo. En nuestro rezo del Ángelus unámonos a María. Unámonos a Ella, de la que el Hijo de Dios tomó un corazón humano. Pidámosle que nos acerque a Él. Pidamos a Ella, en el Corazón del Hijo, acerque al hombre y al mundo la Complacencia del Padre, el Amor del Padre, la Misericordia de Dios.
16.
14.
CORAZÓN DE JESÚS EN QUIEN EL PADRE HALLÓ SUS COMPLACENCIAS: TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS - Meditación del Papa Juan Pablo II sobre las Letanías del Sagrado Corazón
Ángelus, 22 de junio de 1986
¡Queridos Hermanos y Hermanas!
1.Rezando así, particularmente ahora, en el mes de junio, meditamos en aquella complacencia eterna que el Padre tiene en el Hijo: Dios en Dios, Luz en Luz. Esa complacencia significa también Amor: este Amor al que todo lo que existe le debe su vida: sin El, sin Amor, y sin el Verbo-Hijo, "no se hizo nada de cuanto se ha hecho" (Jn 1,3). Esta complacencia del Padre encontró su manifestación en la obra de la creación en particular en la del hombre, cuando Dios "vio lo que había hecho y he aquí que era bueno... era muy bueno" (Gn 1,31). ¿No es, pues, el Corazón de Jesús ese "punto" en el que también el hombre puede volver a encontrar plena confianza en todo lo creado? Ve los valores, ve el orden y la belleza del mundo. Ve el sentido de la vida.
2. Corazón de Jesús, en Quien el Padre halló sus complacencias. Nos dirigimos a la orilla del Jordán. Nos dirigimos al monte Tabor. En ambos acontecimientos descritos por los Evangelistas se oye la voz de Dios invisible, y es la voz del Padre: "Este es Mi Hijo amado, en Quien tengo Mi complacencia. Escuchadle" (Mt 17,5). La eterna complacencia del Padre acompaña al Hijo, cuando Él se hizo hombre, cuando acogió la misión mesiánica a desarrollar en el mundo, cuando decía que su comida era cumplir la voluntad del Padre. Al final Cristo cumplió esta voluntad haciéndose obediente hasta la muerte de cruz, y entonces esa eterna complacencia del Padre en el Hijo, que pertenece al intimo misterio del Dios-Trino, se hizo parte de la historia del hombre.
Pensamiento
Día 14. Lanzada contra el Corazón de Cristo es la profanación que se hace impune y públicamente de los días del Señor; la omisión de la Santa Misa; el convertir los días santos en días de pecado.
Día 15 de junio
15. -EL VALOR DE LA ORACIÓN
Jesús invita, recomienda, impone la oración, une a ella toda gracia, toda bendición hasta la salvación eterna. Él mismo reza por todas partes y siempre: en el templo, en el Huerto de los Olivos, en el monte, sobre las aguas, en las plazas y en las sinagogas.
San Pedro corre el peligro de hundirse en las aguas y reza; la oración lo fortifica. Marta y María piden llorando ante Jesús en la hora del dolor y la oración las consuela.
Rezan los Apóstoles en el cenáculo y la oración hace descender al Espíritu Santo con sus dones celestiales. Y tú, ¿cuándo rezas? ¿Sólo cuando estás enfermo o cuando quieres que algo te salga bien?
Reza siempre porque siempre tienes necesidad de permanecer junto a tu Dios.
15 de junio
CORAZÓN DE JESÚS DE CUYA PLENITUD TODOS HEMOS RECIBIDO: TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS - Meditación del Papa Juan Pablo II sobre las Letanías del Sagrado Corazón
Ángelus, 13 de julio de 1986
¡Queridos Hermanos y Hermanas!
1.Congregados para rezar el Ángelus, nos unimos a María en el momento de la Anunciación, cuando el Verbo se hizo carne y vino a habitar bajo su Corazón: el Corazón de la Madre. Nos unimos, pues, al Corazón de la Madre, que desde el momento de la concepción conoce mejor el corazón humano de su divino Hijo: "De su plenitud recibimos todos gracia sobre gracia" así escribe el Evangelista Juan (Jn 1,16).
2. ¿Qué es lo que determina la plenitud del Corazón? ¿Cuándo podemos decir que el corazón está pleno? ¿De qué está lleno el Corazón de Jesús? Está lleno de Amor. El amor decide sobre esta plenitud del corazón del Hijo de Dios, a la que nos dirigimos hoy en la oración. Es un Corazón lleno de Amor del Padre: lleno al modo divino y al mismo tiempo humano. En efecto, el Corazón de Jesús es verdaderamente el Corazón humano de Dios Hijo. Está pues, lleno de amor filial todo lo que Él ha hecho y dicho en la tierra da testimonio precisamente de ese amor filial.
3. Al mismo tiempo el amor filial del Corazón de Jesús ha revelado y revela continuamente al mundo el Amor del Padre. El Padre, en efecto, "tanto amó al mundo, que le dio su unigénito Hijo" (En 3,16) para la salvación del mundo; para la salvación del hombre, para que él "no perezca, sino que tengo la vida eterna" (ib.).El Corazón de Jesús está por tanto lleno de Amor al hombre. Está lleno de Amor a la criatura. Lleno de Amor al mundo. Esa plenitud no se agota nunca. Cuando la humanidad gasta los recursos materiales de la tierra, del agua, del aire, estos recursos disminuyen, y poco a poco se acaban. Se habla mucho de este tema relativo a la explotación acelerada de dichos recursos que se lleva a cabo en nuestros días. De aquí derivan advertencias tales como: "No explotar sobre medida". Muy distinto sucede con el Amor. Todo lo contrario sucede con la plenitud del Corazón de Jesús. No se agota nunca, ni se agotará jamás. De esta plenitud todos recibimos gracia sobre gracia. Sólo es necesario que se dilate la medida de nuestro corazón, nuestra disponibilidad para sacar de esa sobreabundancia de Amor. Precisamente para esto nos unimos al Corazón de María.
Pensamiento
Día 15. Lanzada contra el Corazón de Cristo son los odios que reinan hoy en el mundo, tan contrario a Aquel que vino a enseñarnos las dulzuras de la divina Caridad y amor entre todos.
Día 16 de junio
¡Detente enemigo!, El Corazón de Jesús está conmigo.
16.- RESPETO A LA IGLESIA
El celo más santo tiene sus manifestaciones más sublimes; no puedo admitir todos los obstáculos que se interponen a la gloria de Dios. He aquí al Corazón de Jesús encendido del celo más ardiente por la gloria del Padre; por Él obra, por Él sufre, a Él da gracias
¿Estás verdaderamente persuadido de que la Iglesia es en verdad la casa de Dios, el lugar donde están los ángeles para hacer la guardia a Jesús eucaristía, el lugar donde se manifiesta más claramente a las almas. Y si estás plenamente convencido, ¿con qué intención te acercas a la iglesia? Déjate guiar por el amor que Dios te tiene.
CORAZÓN DE JESÚS DESEO DE LOS ETERNOS COLLADOS: TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS - Meditación del Papa Juan Pablo II sobre las Letanías del Sagrado Corazón
Ángelus, 20 de julio de 1986
¡Queridos Hermanos y Hermanas!
1. A lo largo de estos domingos, cuando nos congregarnos para la plegaria del mediodía, rezamos las letanías del Sagrado Corazón en unión particular con la Madre de Jesús. El Ángelus dominical es, en efecto, nuestra cita de oración con María. Junto con Ella recordamos la Anunciación, que fue ciertamente un acontecimiento decisivo en su vida. Y he aquí que, en el centro de este acontecimiento, descubrimos el Corazón. Se trata del Amor del Hijo de Dios, que desde el momento de la Encarnación comienza a desarrollarse bajo el Corazón de la Madre junto con el Corazón humano de su Hijo.
2. ¿Es este Corazón "deseo" del mundo? Mirando el mundo tal como visiblemente nos rodea, debemos constatar con San Juan que está sometido a la concupiscencia de la carne, a la concupiscencia de los ojos y a la soberbia de la vida (Jn 2,16). Y este "mundo" parece estar lejos del deseo del Corazón de Jesús. No comparte sus deseos. Permanece extraño y, a veces, incluso hostil respecto a Él. Este es el "mundo" del que el Concilio dice que está "esclavizado bajo la servidumbre del pecado" (Gaudium et Spes) . Y lo dice de acuerdo con toda la Revelación, con la Sagrada Escritura y con la Tradición (e incluso, digamos también, con nuestra experiencia humana).
3. Sin embargo, contemporáneamente, el mismo "mundo" ha sido llamado a la existencia por Amor del Creador, y este Amor le mantiene constantemente en la existencia. Se trata del mundo como el conjunto de las criaturas visibles e invisibles, y en particular "la entera familia humana con el conjunto universal de las realidades entre las que ésta vive" (Gaudium et Spes, 2).
Es el mundo que, precisamente a causa de la "servidumbre del pecado" ha sido sometido a la caducidad -como enseña San Pablo- y, por ello, gime y siente dolores de parto, esperando con impaciencia la manifestación de los hijos de Dios, porque sólo por este camino se puede liberar realmente de la esclavitud, de la corrupción, para participar de la libertad y de la gloria de los hijos de Dios (Rm. 8,19-22).
4. Este mundo -a pesar del pecado y la triple concupiscencia- está orientado al Amor, que llena el Corazón humano del Hijo de María. Y por ello, uniéndonos a Ella, pedimos: Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, lleva a los corazones humanos, acerca a nuestro tiempo esa liberación que está en el Evangelio, en tu Cruz y Resurrección y que que está en tu Corazón!
Pensamiento
Día 16. Lanzada contra el Corazón de Cristo son las persecuciones que sufre la Iglesia, salida del Costado del Divino Redentor, sobre todo los que sufre de parte de las naciones anticristianas.
confeccionado por Franja
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