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MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.
DÍAS 21, 22, 23 y 24
Consideración para todos los días
LA DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN ES INSEPARABLE DE LA EUCARISTÍA
Queridísimos hermanos y hermanas:
Comienza hoy el mes de junio, dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, ese Corazón divino que fue atravesado por la lanza en la Cruz, para que fluyesen de Él tesoros de gracia para todos los hombres. Es como una fuente perenne, de la que todo creyente y la Iglesia entera extraen energías siempre nuevas de fe, esperanza y caridad.
La devoción al Corazón de Cristo es inseparable de la Eucaristía, Sacramento del Cuerpo y de la Sangre del Señor. (...)
Invito a todos los cristianos, especialmente a las familias, a formar un solo corazón y una sola alma y a elevar al Padre su acción de gracias por el Don inestimable del Cuerpo y de la Sangre del Señor, que en la cultura y el arte, y sobre todo en la vida de los santos y de las santas ha hallado expresiones verdaderamente admirables.
A la vez que os deseo a todos que acojáis, como María Santísima, la fuerza vivificante del Amor de Dios, os imparto de corazón la bendición apostólica, que extiendo a vuestros seres queridos, a los niños, a los enfermos y a los que sufren
"El mes de junio está dedicado, de modo especial, a la veneración del Corazón divino. No sólo un día, la fiesta litúrgica que, de ordinario, cae en junio, sino todos los días. Con esto se vincula la devota práctica de rezar o cantar cotidianamente las Letanías al Sacratísimo Corazón de Jesús.
- Las Letanías del Corazón de Jesús se inspiran abundantemente en las fuentes bíblicas y, al mismo tiempo, reflejan las experiencias más profundas de los corazones humanos. Son, a la vez, oración de veneración y de diálogo auténtico. Hablamos en ellas del corazón y, al mismo tiempo, dejamos a los corazones hablar con este único Corazón, que es "fuente de vida y de santidad" y "deseo de los collados eternos". Del Corazón que es "paciente y lleno de misericordia" y "generoso para todos los que le invocan" (Juan Pablo II).
Día 21 CORAZÓN DE JESÚS SACIADO DE OPROBIOS: TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS –
Día 22. CORAZÓN DE JESÚS DESPEDAZADO POR NUESTROS PECADOS: TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS –
Meditación del Papa Juan Pablo II sobre las Letanías del Sagrado Corazón
Ángelus, 24 de agosto de 1986
¡Queridos Hermanos y Hermanas!
1. Las Palabras de las letanías del Sagrado Corazón de Cristo nos ayudan a releer el Evangelio de la Pasión de Cristo. Repasemos con los ojos del alma aquellos momentos y acontecimientos desde la captura en Getsemaní al juicio de Anás y de Caifás, la encarcelación nocturna, la sentencia matutina del Sanedrín, el tribunal del Gobernador romano, el tribunal de Herodes, la flagelación, la coronación de espinas, la sentencia de crucifixión, el vía crucis hasta el lugar del Gólgota, y, a través de la agonía sobre el árbol de la ignominia, hasta el último "Todo está cumplido". Corazón de Jesús, saciado de oprobios.
2. Corazón de Jesús -el corazón humano del Hijo de Dios-, tan conocedor de la dignidad de todo hombre, tan conocedor de la dignidad de Dios-Hombre.
Corazón del Hijo, que es Primogénito de toda criatura: tan conocedor de la peculiar dignidad del alma y del cuerpo del hombre; tan sensible por todo lo que ofende esta dignidad: "saciado de oprobios".
3. Recordemos las palabras de Isaías profeta: "He aquí a mi Siervo, a quien sostengo yo; mi elegido, en quien se complace mi alma... El dará el derecho a las naciones. No gritará, no hablará recio... No romperá la caña cascada ni apagará la mecha que se extingue" (Is 42,1-3). "Como de Él se pasmaron muchos, tan desfigurado estaba, su aspecto, que no parecía ser de hombre" (Is 52,14). ... Varón de dolores y familiarizado con el sufrimiento, y como uno ante el cual se oculta el rostro, menospreciado sin que le tengamos en cuenta" (Is 53,3).
4. Corazón de Jesús saciado de oprobios! Ten Misericordia de nosotros y del mundo entero.
Del P. León Dehón 21.-LA MORTIFICACIÓN
Es el mandato de Jesús. Mandato duro para los cristianos débiles y demasiado apegados a las propias comodidades. Mandato suave y dulce para aquellas almas que sienten la belleza de la perfección, gustan las dulzuras íntimas de la vida cristiana. "Quien quiera seguirme, debe renunciar a sí mismo"
Para seguirle, para ser verdaderos cristianos, debemos corregir nuestros defectos, mortificar nuestras pasiones y nuestros sentidos. El primer médico de nosotros somos nosotros mismos.
Para conocerte bien debes hacer el examen de conciencia cada día, cuando estás libre de ocupaciones materiales.
¿Cómo regulas tus pasiones? ¿Reina en tu corazón la soberbia, la avaricia, la cólera, la indiferencia en hacer el bien, la envidia del bien ajeno? Bajo la excusa de la prudencia,
¿ No escondes, quizá el respeto humano? ¿Cómo mortificas tus sentidos?
(ESTE TEXTO ANTERIOR ES DEL BOLETÍN 351 DE LOS P.P. REPARADORES)
Pensamientos de la tercera decena: del 21 al 30
Pensamiento para este día del mes de junio
Día 21. Espina para el Corazón de Jesús es la falta de una fe viva por parte de muchos que le aman y sirven, y le sirven casi a la fuerza y arrastrándose más que caminando, en la vida espiritual.
Meditación del Papa Juan Pablo II sobre las Letanías del Sagrado Corazón
Ángelus, 31 de agosto de 1986
¡Queridos Hermanos y Hermanas!
1. Jesús: durante la última Cena dijo: "Esto es Mi Cuerpo, que será entregado por vosotros... Este es el cáliz de Mi Sangre derramada por vosotros".
Jesús: mediante su propia Sangre entra en el Tabernáculo eterno.
Jesús: según el orden de Melquisedec nos deja Su sacrificio: "Haced esto..." .
2. Corazón de Jesús que en Getsemaní "se entristece hasta la muerte" y siente el "peso" terrible. Cuando dice: "Todo Te es posible: aleja de Mi este cáliz" (Mc.14,36). Él sabe, al mismo tiempo, cuál es la voluntad del Padre, y no desea otra cosa que cumplirla: derramar el cáliz hasta el fondo. Corazón de Jesús, despedazado con la eterna sentencia: efectivamente, Dios ha amado tanto al mundo hasta dar su Hijo unigénito.
3. Tantos siglos antes lo había dicho Isaías: "Pero fue Él ciertamente quien soportó nuestros sufrimientos y cargó con nuestros dolores, mientras que nosotros le tuvimos por castigado, herido por Dios y abatido". (Is 53,4) Él se ha inmolado por nuestros delitos: y, sin embargo, ¿no decían en el Gólgota: "Si eres hijo de Dios, baja de esa Cruz" (Mt 27,40) .
4. Así decían. Y, sin embargo, el Profeta Isaías decía tantos siglos antes: "Fue traspasado por nuestras iniquidades y molido por nuestros pecados... Todos nosotros andábamos errantes como ovejas, siguiendo cada uno su camino: Y Yavé cargó sobre El la iniquidad de todos nosotros... Fue arrancado de la tierra de los vivientes y herido de muerte por el crimen de su pueblo" (Is 53,5-8).
5. Corazón de Jesús, despedazado por nuestros pecados... Los sufrimientos de la agonía abrazan gradualmente todo el cuerpo del Crucificado. Lentamente la muerte llega al Corazón. Jesús dice: "Todo está cumplido". "Padre, en Tus manos entrego Mi espíritu" (Lc 23,46). ¿Cómo iban a cumplirse las escrituras diversamente? ¿Cómo iban a cumplirse diversamente las palabras del Profeta que dice: "El Justo, mi Siervo, justificará a muchos...Se cumplirá por su medio la voluntad del Señor" (Is 53,11). ¡La voluntad del Padre! ¡No la mía, sino Tu voluntad!
6. Nos hemos unido en la oración contigo, Madre de Cristo: contigo, que has participado en Sus sufrimientos .. Tú nos conduces al Corazón de tu Hijo agonizante en la Cruz: cuando en su despojamiento se revela hasta el fondo como Amor. Oh Tú, que has participado en Sus sufrimientos, permítenos perseverar siempre abrazando este misterio. ¡Madre del Redentor! ¡Acércanos al Corazón de tu Hijo!
Del P. León Dehón 22.-LA PERSECUCIÓN
Quien más pesada, quien más ligera, todos tenemos una cruz personal que llevar, pero no hay una común a todos; es la cruz predicha por Jesús cuando subió al monte de las bienaventuranzas y pronunció las palabras que fueron una verdadera revelación para sus discípulos: Dichosos vosotros cuando os ultrajen, os persigan y mintiendo, digan de vosotros cosas malas por mi causa. Ser perseguidos por amor a Jesús es una bienaventuranza. Alegraos porque será grande vuestra recompensa en los cielos.
(ESTE TEXTO ANTERIOR ES DEL BOLETÍN 351 DE LOS P.P. REPARADORES)
Pensamientos de la tercera decena: del 21 al 30
Pensamiento para este día del mes de junio.
Día 22. Espina es la falta de conformidad con la voluntad de Dios, que hace murmurar de la Divina Providencia, cuando las cosas no suceden según el propio gusto o capricho.
Meditación del Papa Juan Pablo II sobre las Letanías del Sagrado Corazón
Ángelus, 23 de julio de 1989
¡Queridos Hermanos y Hermanas!
1. Esta invocación de las Letanías del Sagrado Corazón nos invita hoy a contemplar el Corazón de Cristo obediente. Toda la vida de Jesús está bajo el signo de una perfecta obediencia a la voluntad del Padre, suprema y coeterna fuente de Su Ser ( Jn 1,1-2): Uno solo es Su poder y su gloria, una sola Su sabiduría; es reciproco Su infinito Amor. Por esta comunión de vida y de amor, el Hijo se adhiere plenamente al proyecto del Padre, que quiere la salvación del hombre mediante el hombre: en la "plenitud de los tiempos" nace de la Virgen Madre (Gal 4,4) con un Corazón obediente, para reparar el daño causado al género humano por el corazón desobediente de los primeros padres. Por esto, al entrar en el mundo Cristo dice: "He aquí que vengo... a hacer, oh Dios, tu voluntad" (Hb 10,7). "¡Obediencia" es el nuevo nombre del "Amor"!
2. Los Evangelios nos muestran a Jesús, en el transcurso de su vida, siempre dedicado a hacer la voluntad del Padre. A María y José, que durante tres días, afligidos, lo hablan buscado, Jesús, que tenia doce años, les responde: "¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que Yo debía estar en la casa de Mi Padre? (Lc 2,49). Toda su existencia está dominada por este "Yo debo" que determina sus opciones y guía su actividad. A los discípulos dirá un día: "Mi alimento es hacer la voluntad del que Me ha enviado y llevar a cabo Su obra" (Jn 4,34); y les enseñara a orar así: "Padre Nuestro... hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo" (Mt 6, 10).
3. Jesús obedece hasta la muerte (Flp 2,8), aunque nada le resulte tan radicalmente opuesto como la muerte, ya que El es la fuente misma de la vida (Jn 11,25-26). En aquellas horas trágicas le sobrevienen, inquietantes, el desconsuelo y la angustia ( Mt 26,37), el miedo y la turbación ( Mc 14,33), el sudor de sangre y las lágrimas (Lc 22,44). Luego, en la cruz, el dolor desgarra Su cuerpo traspasado. La amargura -del rechazo, de la traición, de la ingratitud-, llena Su Corazón. Pero sobre todo domina la paz de la obediencia. "No se haga Mi voluntad, sino la Tuya" (Lc 22,42). Jesús recoge las fuerzas extremas y, casi sintetizando su vida, pronuncia la última palabra: "Todo está cumplido" (En 19,30).
4. Al alba, al mediodía y al atardecer de la vida de Jesús, late en Su Corazón un solo deseo: hacer la voluntad del Padre. Contemplando esta vida, unificada por la obediencia filial al Padre, comprendemos la palabra del Apóstol: "Por la obediencia de Uno solo todos serán constituidos justos" (Rm 5,19), y la otra, misteriosa y profunda, de la Carta a los Hebreos: "Aun siendo Hijo, con lo que padeció experimentó la obediencia: y llegado a la perfección, se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que le obedecen" (5,8-9).
Que María Santísima, la Virgen del "Hágase" generoso, nos ayude también a nosotros a aprender esta lección fundamental de obediencia, de amor.
Del P. León Dehón 23.-FRENTE A TANTO MAL
Cuando San Juan Bautista desde la prisión envió a dos de sus discípulos a Jesús para pedirle si era verdaderamente el redentor prometido. Jesús, por toda respuesta se refirió a los frutos: "Id y referid a Juan que los ciegos ven, los cojos andan, los muertos resucitan, los pobres son evangelizados". Jesús quiere nuestra salvación. Él vive y obra por nosotros; por nosotros muere en la cruz.
Siembra mucho, siembra a manos llenas el bien; no se perderá en la tierra; fructificará siempre para el cielo. Los cojos caminarán.
¡Cuántos defectos en las personas que tú conoces, que tú quieres! ¡Cuántas malas inclinaciones y quizá cuántos escándalos! Tú sabes que la caridad cristiana obliga a todos a la corrección fraterna.
(ESTE TEXTO ANTERIOR ES DEL BOLETÍN 351 DE LOS P.P. REPARADORES)
Pensamientos de la tercera decena: del 21 al 30
Pensamiento para este día del mes de junio.
Día 23. Espina es la falta de caridad que tienen los pudientes con los menesterosos. Siempre habrá pobres en el mundo; pero no habría de haber miserables. Jesús impone la caridad como ley suya.
Meditación del Papa Juan Pablo II sobre las Letanías del Sagrado Corazón
Ángelus, 30 de julio de 1989
¡Queridos Hermanos y Hermanas!
1. Pocas páginas del Evangelio a lo largo de los siglos han atraído la atención de los místicos, de los escritores espirituales y de los teólogos tanto como el pasaje del Evangelio de San Juan que nos narra la muerte gloriosa de Cristo y la escena en que le atraviesan el costado (En 19,23-37). En esa página se inspira la invocación de las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús.
En el Corazón atravesado de Jesús contemplamos la obediencia filial de Jesús al Padre, cuya misión Él realizó con valentía ( Jn 19,30) y su amor fraterno hacia los hombres a quienes Él "amó hasta el extremo" (Jn 13,1), es decir, hasta el extremo sacrificio de Si mismo. El Corazón atravesado de Jesús es el signo de la totalidad de este Amor en dirección vertical y horizontal, como los dos brazos de la cruz.
2. El Corazón atravesado de Jesús es también el símbolo de la vida nueva, dada a los hombres mediante el Espíritu y los sacramentos. En cuanto el soldado le dio el golpe de gracia, del costado herido de Cristo "al instante salió sangre y agua" (Jn 19,34). La lanzada atestigua la realidad de la muerte de Cristo. Él murió verdaderamente, como había nacido verdaderamente y como resucitará verdaderamente en su misma carne (Jn 20,24.27).
Contra toda tentación antigua o moderna de docetismo, de ceder a la "apariencia" el Evangelista nos recuerda a todos la cruda certeza de la realidad. Pero al mismo tiempo tiende a profundizar el significado del acontecimiento salvífico y a expresarlo a través del símbolo. San Juan, por tanto, en el episodio de la lanzada, ve un profundo significado: como de la roca golpeada por Moisés brotó en el desierto un manantial de agua ( Nm 20,8-11), así del costado de Cristo, herido por la lanza, brotó un torrente de agua para saciar la sed del nuevo pueblo de Dios. Este torrente es el don del Espíritu, (Jn 7,37-39), que alimenta en nosotros la vida divina.
3. Finalmente, del Corazón atravesado de Cristo brota la Iglesia. Como del costado de Adán que dormía fue extraída Eva, su esposa, así -según una tradición patrística que se remonta a los primeros siglos-, del costado abierto del Salvador, que dormía sobre la cruz en el sueño de la muerte, fue extraída la Iglesia, su esposa. Ésta se forma precisamente del agua y de la sangre, -Bautismo y Eucaristía-, que brotan del Corazón traspasado. Por eso, con razón afirma la Constitución conciliar sobre la liturgia: "Del costado de Cristo dormido en la cruz nació el sacramento admirable de la Iglesia entera" (Sacrosanctum Concilium, 5).
4. Junto a la Cruz, advierte el Evangelista, se encontraba "la Madre de Jesús" (Jn 19,25). Ella vio el Corazón abierto del que fluían sangre y agua -sangre tomada de Su Sangre-, y comprendió que la Sangre del Hijo era derramada por nuestra salvación. Entonces comprendió hasta el fondo el significado de las palabras que el Hijo le había dirigido poco antes: "Mujer, he ahí a tu hijo" (Jn 19,26): la Iglesia que brotaba del Corazón atravesado era confiada a sus cuidados de Madre.
Pidamos a María que nos guíe a sacar cada vez más abundantemente el agua de los manantiales de gracia que fluyen del Corazón atravesado de Cristo.
Del P. León Dehón 24. - ACCIONES ÚTILES
¿Cuáles han sido los dos grandes deseos del Corazón de Jesús? La gloria del Padre y la salvación de las almas. Por la gloria del Padre, Jesús, con doce años, se encuentra con los doctores del templo; por su gloria recorre toda Palestina, bendiciendo y curando, y cuando llega la hora del suplicio, alza los ojos al cielo y reza: "Padre, yo te he glorificado en la Tierra donde he cumplido la obra que me has confiado. Padre, yo he manifestado tu nombre a los hombres que me has dado. Santifícalos en la verdad. Con estas pocas palabras, Jesús explica su gran misión: Darle mayor gloria al eterno Padre y salvar las almas perdidas."
Proponte ofrecer cada día al Señor tus acciones y hacerlas con el único fin de darle gloria, de agradarle.
(ESTE TEXTO ANTERIOR ES DEL BOLETÍN 351 DE LOS P.P. REPARADORES)
Pensamientos de la tercera decena: del 21 al 30
Pensamiento para este día del mes de junio.
Día 24. Espina es la falta de devoción que manifiestan muchos cristianos en sus mismas oraciones; y las irreverencias que cometen en los templos con su porte poco cristiano.
PROMESAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS A SUS DEVOTOS
1.- A las almas consagradas a mi Corazón les daré las gracias necesarias para su estado.
2. Daré paz a sus familias.
3. Las consolaré en todas sus aflicciones.
4. Seré su amparo y refugio seguro durante la vida y principalmente en la hora de la muerte.
5. Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas.
6. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia.
7. Las almas tibias se harán fervorosas.
8. Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a gran perfección.
9. Bendeciré las casas y sitios en que esté expuesta y sea honrada la imagen de mi Sagrado Corazón.
10. Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones más endurecidos.
11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán escrito su nombre en mi Corazón, y jamás será borrado de él.
12. A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes continuos, el amor omnipotente de mi Corazón les concederá la gracia de la perseverancia final.
Oración:
Omnipotente y sempiterno Dios, mira al Corazón de tu muy amado Hijo y a las alabanzas y satisfacciones que te tributa en nombre de los pecadores; concede benigno el perdón a los que invocamos tu misericordia, en el nombre del mismo Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en unión del Espíritu Santo Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.
¡Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío!.
¡Dulce Corazón de María. Sed la salvación mía!.
Esta página tiene diversos orígenes y fue confeccionada por Franja de la forma actual
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