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LA CONFESIÓN... A EXAMEN!
La base para empezar es:
¡He pecado, Señor!. ¡Ten compasión de mi!
¿Recuerdas las condiciones elementales
de una buena confesión?
¿No crees que es muy sencillo?
Y tú, lector...
¿Para cuándo la vas a dejar?
La CONFESIÓN
(EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA)
A EXAMEN.
Algunos “motivos” para no confesarse
Eduardo
Volpacchio
Cuando se
trata de acercarse al sacramento de la confesión es muy común escuchar algunos
de los siguientes “motivos”. Lee con atención y ve si alguna vez los has
recurrido a ellos.
Alegría de la reconciliación.
- ¿Quién es
el señor cura
para
perdonar los pecados?
Sólo Dios puede perdonarlos Sabemos que el Señor les dio ese poder a los
Apóstoles; además, ese argumento lo he leído antes… precisamente en el
Evangelio: lo decían los fariseos, indignados, cuando Jesús perdonaba los
pecados… (consúltese Mt 9, 1-8).
- Yo me
confieso directamente con Dios,
sin
intermediarios.
Genial … pero hay algunos “peros” que se tienen que considerar… ¿Cómo sabes que
Dios acepta tu arrepentimiento y te perdona? ¿Escuchas alguna voz celestial que
te lo confirma? ¿Cómo sabes que estás en condiciones de ser perdonado? Te darás cuenta de que
la cosa no es tan sencilla… Una persona que roba un banco y se niega a devolver
el dinero, por más que se confiese directamente con Dios o con un sacerdote, si
no tiene intención de reparar el daño hecho -en este caso, devolver el dinero-,
no puede ser perdonada… porque ella misma no quiere “deshacerse” del pecado.
Por otro lado, este argumento no es nuevo: hace casi 1600 años, San Agustín
replicaba a quien argumentaba del mismo modo: “Nadie piense: yo obro
privadamente, de cara a Dios… ¿Es que sin motivo el Señor dijo: «lo que atareis
en la tierra, será atado en el Cielo»? ¿Acaso les fueron dadas a la Iglesia las
llaves del Reino de los Cielos sin necesidad? Al proceder así, frustramos el
Evangelio de Dios, hacemos inútil la palabra de Cristo”.
- ¿Por qué
le voy a decir mis pecados
a un hombre
como yo?
Porque ese hombre no es un hombre cualquiera: tiene el poder especial para
perdonar los pecados (el Sacramento del Orden). Esa es la razón por la que
tienes que acudir a él.
¿Recuerdas las confesiones de la JMJ?
-¿Por qué
le voy a decir mis pecados a un hombre que es tan pecador como
yo?
El problema no radica en la «cantidad» de pecados: si es menos, igual o más
pecador que tú…. No vas a confesarte porque sea santo e inmaculado, sino porque
te puede dar la absolución, un poder que tiene por el Sacramento del Orden, y
no por su bondad. Es una suerte -en realidad, una disposición de la sabiduría
divina- que el poder de perdonar los pecados no dependa de la calidad personal
del sacerdote, cosa que sería terrible, ya que uno nunca sabría quién sería
suficientemente santo como para perdonar. Además, el hecho de que sea un hombre
y que como tal tenga pecados, facilita la confesión: precisamente porque sabe
en carne propia lo que es ser débil, te puede entender mejor.
La experiencia es de alivio y libertad
- Me da
vergüenza...
Es lógico, pero hay que superarla. Hay un hecho comprobado universalmente:
cuanto más te cueste decir algo, tanto mayor será la paz interior que consigas
después de decirlo. Y cuesta, precisamente, porque te confiesas poco; en cuanto
lo hagas con frecuencia, verás como superarás esa vergüenza.
Asimismo, no creas que eres tan original…. Lo que vas a decir, el sacerdote ya
lo ha escuchado miles de veces. A estas alturas de la historia, es difícil
creer que puedas inventar pecados nuevos.
Por último, no te olvides de lo que nos enseñó un gran santo: el Diablo quita
la vergüenza para pecar, y la devuelve aumentada para pedir perdón. No caigas
en su trampa.
Confianza en el perdón
- Siempre
me confieso de lo mismo
Eso no es problema. Hay que confesar los pecados que uno ha cometido, y es
bastante lógico que nuestros defectos sean siempre más o menos los mismos.
Sería terrible ir cambiando constantemente de defectos; además, cuando te bañas
o lavas la ropa, no esperas que aparezcan manchas nuevas, que nunca antes
habías tenido; la suciedad es más o menos siempre del mismo tipo. Para desear
estar limpio basta con querer remover la mugre… independientemente de cuán
original u ordinaria sea.
Yo, Cristo, te absuelvo...
- Siempre
confieso los mismos pecados
No es verdad que sean siempre los mismos pecados: son diferentes, aunque sean
de la misma especie. Si yo insulto a mi madre diez veces, no se trata del mismo
insulto, cada vez es uno distinto; así como no es lo mismo matar a una persona
que a diez: si asesiné a diez no es el mismo pecado, sino diez asesinatos
distintos. Los pecados anteriores ya me han sido perdonados, ahora necesito el
perdón de los “nuevos”, es decir, de los cometidos desde la última confesión.
Confesión clara, concisa, concreta y completa
-Confesarme
no sirve de nada, sigo cometiendo los pecados que confieso
El desánimo puede hacer que pienses: “es lo mismo si me confieso o no, total,
nada cambia, todo sigue igual”. No es verdad. El hecho de que uno se ensucie,
no hace concluir que es inútil bañarse. Alguien que se baña todos los día, se
ensucia igual todos los días. Pero gracias a que se baña, no va acumulando
mugre, y puede lucir limpio. Lo mismo pasa con la confesión. Si hay lucha,
aunque uno caiga, el hecho de ir sacándose de encima los pecados hace que sea
mejor. Es mejor pedir perdón, que no pedirlo. Pedirlo nos hace mejores.
Confianza desde la Primera confesión
-Sé que voy
a volver a pecar,lo que muestra que no estoy arrepentido
Depende… Lo único que Dios me pide es que esté arrepentido del pecado cometido
y que ahora, en este momento, esté dispuesto a luchar por no volver a
cometerlo. Nadie pide que empeñemos el futuro que ignoramos. ¿Qué va a pasar en
quince días? No lo sé. Se me pide que tenga la decisión sincera, de verdad,
ahora, de rechazar el pecado. El futuro hay que dejarlo en las manos de Dios.
Un niño no tiene miedo nunca al confesor. Algunos mayores...
- ¿Y si el
confesor piensa mal de mí ?
El sacerdote está para perdonar. Si pensara mal, sería un problema suyo del que
tendría que confesarse. De hecho, siempre tiende a pensar bien: valora tu fe
(sabe que si estás ahí contando tus pecados, no es por él, sino porque crees
que él representa a Dios), tu sinceridad, tus ganas de mejorar, etcétera. Supongo
que te darás cuenta de que sentarse a escuchar pecados, gratuitamente -sin
ganar un peso-, durante horas, si no se hace por amor a las almas, no se hace.
De ahí que, si te dedica tiempo, te escucha con atención, es porque quiere
ayudarte y le importas. Aunque no te conozca te valora lo suficiente como para
querer ayudarte a ir al Cielo.
S. Pío de Pietrelcina, confesor
-¿Y si el
sacerdote después le cuenta a alguien mis pecados?
No te preocupes por eso. La Iglesia cuida tanto este asunto que aplica la pena
más grande que existe en el Derecho Canónico -la excomunión- al sacerdote que
se atreviera a decir algo que conoce por la confesión. De hecho hay mártires
por el sigilo sacramental: sacerdotes que han muerto por no revelar el
contenido de la confesión.
- Me da flojera
Puede ser toda la verdad que quieras, pero no creo que sea un obstáculo
verdadero, puesto que es bastante fácil de superar. Es como si uno dijese que
hace un año que no se baña porque le da flojera…
- No tengo
tiempo
No creo que te creas que en los últimos meses no hayas tenido disponibles diez
minutos para confesarte. ¿Te animarías a comparar cuántas horas de televisión
has visto en ese tiempo… (multiplica el número de horas diarias que ves por el
número de días)?.
-¡No encuentro un padre!!!
- ¡No
encuentro un padre!!!
Los sacerdotes no son una raza
en extinción, hay miles de ellos. En el último de los casos, en la sección
amarilla busca el teléfono de tu parroquia; si ignoras el nombre, busca por la
diócesis, así será más sencillo. De este modo podrás saber, en tres minutos
como máximo, el nombre de un padre con el que te puedes confesar, e incluso
concertar una cita para que no tengas que esperar.
Confeccionado
por Franja.
Renata dijo:
Dios bendiga a
quien escribió esto sobre la confesión es una de las mejores
explicaciones que he podido leer de este maravilloso sacramento que solo la
Iglesia Católica, la verdadera, puede administrar.
Y para que tengas consuelo, por si piensas que los sacerdotes no son una raza en extinción...
¡Demos gracias a
Dios!, porque...
¡Siempre la Iglesia tiene
el relevo!
Para que nunca
digas...
Imagenes de la última ordenación sacerdotal en nuestra diócesis de Tui-Vigo
Año 2013
los cuatro diáconos preparados
para recibir la ordenación de presbíteros
Ordenados de presbíteros.
Hay muchas parroquias donde encuentra siempre a un padre,por lo general si deseas confesar siempre nos vendrá muy bien para limpiar nuestras falta cometidas.Se que a veces se nos hace un poco contradictorio a la hora de acercarnos al sacerdote pero cumpliendo la misión que Dios le ha encomendado,nos atenderá con humildad y nos ayuda a crecer en el sacramento que más necesitamos como creyentes.
ResponderEliminarEl nos entiende y nos aconseja están para eso y para guardar el secreto de tu confesión.
"Santo Tomás"¡¡lo que se sabe bajo confesión es como no sabido,porque no se sabe en cuanto hombre sino en cuanto a Dios!!.
AUNQUE SE DICE QUE HAY POCOS SACERDOTES, NO ME DIRÁS QUE NO TIENES CON QUIEN CONFESAR,PORQUE
ResponderEliminarSI SIENTES AMOR POR JESÚS SI QUIERES LO ENCUENTRAS,HAY MUCHOS POR TODAS PARTES,LO QUE FALTA
ES DECISIÓN Y VALENTÍA,UNA VES RECONCILIADO TE SENTIRÁS CON ESA PAZ QUE QUIZÁ NOS AYUDE A SER
MEJORES PERSONAS EN ESTA VIDA.
A mi me gusta ir a confesarme con el sacerdote más amigo, porque me entiende y me conoce. Y no importan las burradas que le pueda decir. Siempre tendré su oración y me figuro que muy valiosa, porque si tiene el poder de perdonar...es porque es Cristo en el confesonario.
ResponderEliminarInvito y digo a los lectores de este blog que no tengan nunca miedo a confesarse. Y que busquen iglesias en las que habitualmente hay sacerdotes confesando...que las hay y que inviten a los amigos, o informen a los amigos dónde están. Si consiguen que vaya alguno, participan en esa conversión.
Es muy agradable recibir una contestación por parte de el autor de este blog,es digno de elogiar,ya que
ResponderEliminara los lectores también nos agrada saber si los
comentarios enviados os agrada siempre que sea de
acuerdo a lo establecido.Muchas gracias.Que Dios
le bendiga.