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miércoles, 26 de noviembre de 2014

Corona de Adviento

Blog Católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona

CORONA DE ADVIENTO



Con la llegada del Adviento, llega el tiempo de la preparación para la NAVIDAD. Se prepara la corona, como se indica en el vídeo del enlace a continuación:






La Corona de Adviento 1 

¿Qué es?
Se denomina corona de Adviento a un adorno hecho con ramas de abeto o pino, con cuatro velas, que es colgada o bien colocada sobre una mesa durante el tiempo de Adviento.
 De las cuatro velas, tres pueden ser de color morado, en señal de penitencia y preparación y una de color rosado, como símbolo de alegría por el anuncio del nacimiento de Jesús. La vela rosa se enciende el tercer domingo de Adviento (Gaudete). Si son todas iguales, pueden encenderse siguiendo el trazo de una cruz o en círculo.
La tradición sitúa su origen en el norte de Europa.
El Adviento (latín: adventus Redemptoris, 'venida del Redentor' )? es el primer periodo del año litúrgico cristiano, que consiste en un tiempo de preparación para la Navidad. Su duración es de 21 a 28 días, dado que se celebran los cuatro domingos más próximos a la festividad Navidad.
Marca el inicio del año litúrgico en casi todas las confesiones cristianas. Durante este periodo los feligreses se preparan para celebrar la conmemoración del nacimiento de Jesucristo y para renovar la esperanza en la segunda Venida de Cristo Jesús, al final de los tiempos (Parusía).


 Durante el Adviento  se prepara en cada hogar (no sólo en la Iglesia) una corona de flores, llamada Corona de Adviento con cuatro velas, una por cada domingo de Adviento  Hay una pequeña tradición de Adviento: a cada una de esas cuatro velas se le asigna una virtud que hay que mejorar en esa semana, por ejemplo: la primera, el amor; la segunda, la paz; la tercera, la tolerancia y la cuarta, la fe.

La Corona de Adviento 2   
El significado de la corona de Adviento
La corona de Adviento -conviene haber visto el vídeo arriba reseñado- se hace con follaje verde sobre el que se insertan cuatro velas. Tres velas son violeta, una es rosa.
Pueden ser iguales o de distintos colores. El primer domingo de Adviento encendemos la primera vela y cada domingo de Adviento encendemos una vela mas hasta llegar a la Navidad. La vela rosa, si la hay, corresponde al tercer domingo y representa el gozo. Mientras se encienden las velas se hace una oración, utilizando algún pasaje de la Biblia y se entonan cantos. Esto lo hacemos en las misas de Adviento y también es recomendable hacerlo en casa, por ejemplo antes o después de la cena. Si no hay velas de esos colores, se puede hacer la corona, ya que lo mas importante es el significado: la luz que aumenta con la proximidad del nacimiento de Jesús quien es la Luz del Mundo. La corona se puede llevar a la iglesia para ser bendecida por el sacerdote.


Origen
 La corona de Adviento encuentra sus raíces en las costumbres pre-cristianas de los germanos (Alemania). Durante el frío y la oscuridad de diciembre, colectaban coronas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza en la venida de la primavera. Pero la corona de Adviento no representa una concesión al paganismo sino, al contrario, es un ejemplo de la cristianización de la cultura. Lo viejo ahora toma un nuevo y pleno contenido en Cristo. El vino para hacer todas las cosas nuevas.

Nueva realidad
 Los cristianos supieron apreciar la enseñanza de Jesús: Juan 8,12: «Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.». La luz que prendemos en la oscuridad del invierno nos recuerda a Cristo que vence la oscuridad. Nosotros, unidos a Jesús, también somos luz: Mateo 5,14 «Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte."
 En el siglo XVI católicos y protestantes alemanes utilizaban este símbolo para celebrar el Adviento  Aquellas costumbres primitivas contenían una semilla de verdad que ahora podía expresar la verdad suprema: Jesús es la luz que ha venido, que está con nosotros y que vendrá con gloria. Las velas anticipan la venida de la luz en la Navidad: Jesucristo.
 Las ramas de verde perenne recuerdan Jesús es la luz eterna. En los países fríos se escogen ramas de los árboles que no pierden sus hojas en el invierno, para simbolizar que Dios no cambia.
 El círculo nos recuerda que Dios no tiene principio ni fin, es eterno.
 Recordamos la larga espera de la Humanidad que, cayendo en pecado, vivía en oscuridad. El Pueblo de Israel recibió de Dios la promesa y los profetas la mantenían viva en los corazones. Nosotros, por el bautismo, estamos llamados a ser profetas y anunciar el reino de Dios.  Es así que nosotros, en Cristo, somos luz.

El Cardenal de Lima, bedndice y enciende la vela de la corona

 ORACIÓN BENDICIÓN DE LA CORONA DE ADVIENTO
Señor Dios que tu bendición descienda sobre nosotros al encender las velas de esta corona. Que la corona y su luz sean un signo de la promesa del Señor que nos trae salvación. Que venga pronto y sin tardanza. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.   "Amen".

La vela puede ser encendida por el mismo sacerdote,
 o puede pedir a un fiel presente que se acerque. 

Primera Semana
Oración del primer Domingo:
Dios todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene, acompañados por las buenas obras, para que, colocados un día a su derecha, merezcamos poseer el reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo. "Amén".

Segunda Semana
Oración del segundo Domingo:
"Señor Todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, no permitas que lo impidan los afanes de este mundo; guíanos hasta él con sabiduría divina para que podamos participar plenamente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo. "Amén".

Tercera Semana
 Oración del tercer Domingo:
Estás viendo, Señor, cómo tu pueblo espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo; concédenos llegar a la Navidad, fiesta de gozo y salvación, y poder celebrarla con alegría desbordante.  Por nuestro Señor Jesucristo. "Amén".

Cuarta Semana
Oración del cuarto Domingo:
Derrama Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.
Confeccionado por Franja.

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