Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
Como está muy próxima la Solemnidad de San José
encontré en el bloc o Web de Javier esta delicia,
y como me ha gustado
aquí os va un poco modificado
para hacerlo más atractivo
Franja
VOCABULARIO
DE SAN JOSÉ PARA ENSEÑAR AL NIÑO JESÚS
En el País de
la fantasía, donde la ciencia no comprende nada y donde los niños son felices,
acaban de encontrar un viejo manuscrito. Los entendidos que lo han analizado
consideran que es auténtico, así que lo comunicamos a la prensa para
conocimiento del mundo. Para leerlo, dicen, hay que hacerse como niños. Los que
se creen grandes quizá comprenderán poco. Esperamos que al menos puedan sentir,
allá muy dentro, la necesidad de hacerse hoy un poco como niños.
El
manuscrito, según parece, fue un vocabulario que preparó San José para dar
clases al Niño Jesús y se reproduce a continuación:
Del retablo de Torreciudad
Alegría: lo que sentimos María y yo cuando te vemos.
Amigo: Es el que no piensa en sí, sino en el otro. Es el
que da la vida por el que ama.
Entonces, Jesús, amigos de verdad hay pocos. O, mejor, hay uno: tú en la
cruz...
Amor: eso que tú eres y que quieres que seamos todos
los hombres y mujeres del planeta.
Banquete: una fiesta por algo grande. En los cielos hay
banquete siempre que un pecador se convierte. ¿Cómo consigues que haya vino
para tanta fiesta?
Cizaña: lo que siembra un enemigo para estropear la
cosecha. Dicen que hay mucha cizaña por ahí, pero yo sólo veo trigo cuando miro
tus ojos frescos, dulces, serenos, limpios.
De Torreciudad en los misterios del Rosario
Cordero: un animal bueno, manso, siempre listo para el
sacrificio. Algunos dicen que un poco tonto, pero no puede ser tonto: los
tontos son seres inteligentes empobrecidos y egoístas, y el cordero es generoso
por esencia.
Cosecha: Ese momento en el cual los hombres recogemos lo
que tu Padre nos dio. Se puede convertir en un momento de alegría y solidaridad
o de egoísmo y rencillas.
Cruz: no quiero explicártelo. Lloro cada vez que me
entero que han crucificado a un bandido.
Divorcio: una mala costumbre que permite destruir el
proyecto de Dios respecto del amor humano.
Egoísmo: un amor equivocado que no lleva a nada. Creo que
no entenderás nunca lo que es pues tú eres lo contrario.
En los escritos de Luis de Moya
Estrella: para los científicos, algo que tal vez ya no
existe. Para ti y para mí, un guiño de tu Padre que saluda a los hombres y
mujeres del planeta.
Lirio: una flor que se viste mejor que Salomón. Una
sonrisa al cielo, un momento de paz y de ternura, una señal de tu Padre que se
cuida de todo. Dile de mi parte que también crezcan árboles para no perder el
trabajo de carpintero...
Lluvia: lo que manda tu Padre sobre buenos y malos y llena
de goteras nuestra casa.
María: el nombre más hermoso después del tuyo. Con ella
vivo y trabajo, sueño y sufro. Me ha revelado un poco de tu
misterio,
y me ha dicho que tú eres único.
Matrimonio: una vocación maravillosa desde la creación del
mundo que hace que hombre y mujer sean una sola carne y que ayuden a tu Padre
al nacimiento de nuevos hijos.
De S. Benito de la Coruña
Misericordia: no sabía lo que era hasta que tú naciste. Es
compasión, es cercanía, lavar al herido, limpiar al pecador, acoger al
fugitivo, perdonar al traidor. Es algo que se inicia en la tierra con tu venida
y que nos puede hacer felices para siempre.
Moneda: lo que tendrás que usar para pagar impuestos.
Sirve mucho si se emplea para atesorar en el cielo a base de limosnas. No sirve
nada si en nuestro corazón reina el egoísmo y la avaricia, y la guardamos en un
banco para aumentar los intereses y disminuir la alegría del dar.
Muerte: ese misterio que termina con nuestras vidas. Ese
dolor que separa a la madre de uno de sus hijos. Esa pena que hará llorar a
Marta y María. Esa experiencia por la que pasarás tú un día. Pero... ¿puede
morir el amor? Un día resucitarás, y nosotros contigo. La muerte, entonces,
será vencida.
Mujer: es algo maravilloso, como tu Madre. Es esa joya de
la creación que sirve como santuario de la vida y como calor del hogar. Es
esperanza, belleza y ternura. Es... Jesús, me callo: siempre me quedo corto
cuando pienso en tu Madre.
Nazaret: es el pueblo donde fuiste concebido. Ahora es tu
casa, pero me parece que se ha quedado pequeño. Tu casa es el mundo, tu cetro
es la tierra, tu corona son las estrellas, y tu cama... un poco de paja. Aún no
entiendo cómo lo más grande se puede contentar con un poco de pan de pobres.
De Semana Santa de Siuruela
Niños: los que pueden entrar en el Reino de los cielos.
Los que acogen tu venida. Los que no se complican. Los que confían en sus
padres como tú en el Padre.
Nube: una señal de esa lluvia bendita con la que tu
Padre prepara los campos para la siembra.
Oveja: vale mucho tanto si está en el rebaño como si
escapa por ahí. Sé que irás a buscar la perdida, Jesús, pero no te olvides de
cuidar también a las 99 que se quedan en el redil (no sé si me harás caso, pues
veo que amas mucho a tu Padre).
Pájaro: un animal que vuela y que siempre tiene algo para
comer. No trabaja como tu Madre y yo para que en casa esté siempre todo listo.
¿Por qué tu Padre quiere tanto a los pájaros? Quizá para enseñarnos a volar, a
pensar en el cielo, en medio de las mil aventuras de la vida que tienen siempre
nuestros ojos en el suelo.
Pan: lo que comes todos los días y lo que convertirás
en tu Cuerpo antes de la Pascua
y a lo largo de los siglos.
De Semana Santa de Siruela
Pecado: eso que nos hace tanto daño a los hombres pero que
Dios puede borrar desde que tú viniste al mundo.
Pobreza: para algunos, una maldición, un fracaso. Para tu
Madre y para mí, no puede haber pobreza desde que tú estás en casa...
Templo: era el lugar donde nos encontrábamos con Dios.
Ahora tú te has convertido en algo mucho más importante que el Templo...
Tentación: esa prueba por la que pasamos todos los hombres y
que nos invita a construir la vida sin Dios.
Trabajo: lo que hago yo y lo que tú harás cuando puedas
coger la sierra y el martillo. Lo que trae el pan para la casa y la dignidad
para la familia. Lo que se convierte en nuestra colaboración a la generosidad
infinita de tu Padre que da comida a los gorriones y azadas a los hombres.
De Galería de Arte
Vida: lo que corre por tus venas, lo que trabaja en tus
células, lo que impulsa tu corazón y lo que te permite amar de modo humano.
Vida es un suspiro de tu Padre, una poesía de tu Madre, tu llanto en la noche
de Navidad y tu victoria (que es victoria nuestra) al salir del sepulcro un
domingo de Pascua.
Viento: eso que sopla y no sabemos si viene del Este o del
Oeste. Para ti, ya lo sé, es como el Espíritu, que nos lleva a ser buenos y a
vivir tu Evangelio.
Vino: lo que bebemos los días de fiesta y lo que
convertirás en tu Sangre.
Bello cuadro imaginación de un pintor
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