Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
EL
NIÑO ENFERMO
Estaba
una vez un niño jugando al futbol con sus amigos, cuando de pronto al meter el
pie en un hueco del campo se rompió la pierna. Pronto le escayolaron toda la
pierna y tuvo que guardar reposo en la cama en su habitación. Tenía que estar
todo el día en la cama sin poder moverse. El pobre sufría mucho por ello, al no
poder correr y jugar con sus amigos, y por ello empezó a dejar pasar los días
triste y decaído, mirando al cielo a través de la ventana.
Pasó
algún tiempo, y cada vez estaba más desanimado y enfadado, hasta que un día se
abrió la puerta de su habitación, y de pronto vio una extraña sombra : era un
pingüino comiendo un bocata de chorizo, entró a la habitación, le dio las
buenas tardes, pego una serie de extraños saltos y se fue por donde había entrado. El niño se
quedó muy extrañado, y aún no sabía qué había sido aquello, cuando vio aparecer
por la misma puerta un mono en pañales inflando un globo. El niño no podía
entender lo que pasaba y se preguntaba qué sería aquello, pero poco a poco, y mientras
seguían apareciendo los más locos personajes por aquella puerta, ya no podía
dejar de reír, al ver un cerdo tocando la pandereta, un elefante saltando en
cama elástica, o un perro con gafas que sólo hablaba de política …
El
niño estaba tan sorprendido de todo este desfile que dudaba si eran reales o
producto de un maravilloso sueño, así que decidió no contárselo a nadie, aunque
aquellos personajes terminaron alegrando el espíritu y el cuerpo del niño, y en
muy poco tiempo este mejoró notablemente y pudo volver al colegio.
Cuando
llegó se decidió a contarle todo a sus amigos, narrando las cotidianas visitas
que recibía y las cosas tan raras que había visto. Todos le miraban extrañados,
menos su mejor amigo, que sonreía con gran felicidad, y entonces se percató que
algo extraño asomaba de su mochila. Le preguntó qué era, y tanto le insistió,
que finalmente pudo ver el contenido de la mochila:
¡¡allí
estaban todos los disfraces que había utilizado su buen amigo para intentar
alegrarle!!
Eso
se le quedó grabado y cuando su amigo y él se hicieron mayores utilizaban parte
de su tiempo en visitar a los niños que estaban enfermos en los hospitales,
para vestirse con toda clase de disfraces, y conseguir que todos los niños
sonriesen, y fueran felices con su actuación. Para ellos arrancar
una sonrisa de los niños era lo más maravilloso del mundo
http://www.cuentosinfantiles.net/cuentos-nino-enfermo.html
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