El blog de nuestros vecinos de Baredo,
el blog millonario en entradas,
ha publicado esta parábola de las rosas.
Como me ha gustado mucho se la copio,
y porque a veces, nosotros en la vida,
intentamos coger rosas
o cosecharlas
sin espinas y sin dificultades.
¡Como si las rosas fueran artificiales!!!.
Franja
Un
hombre plantó una rosa y trabajó
regándola
constantemente.
Antes
que de ella apareciese algún indicio,
él
la examinó y vio el botón que en breve abriría,
mas
notó espinas sobre el tallo y pensó:
¿Cómo
puede una flor tan bella venir
de
una planta rodeada de espinas tan afiladas?
Entristecido
por este pensamiento,
él
se negó a regar la rosa y antes
de
estar pronta para abrir, ella murió.
Así
sucede con muchas personas.
Dentro
de cada alma hay una rosa:
son
las cualidades dadas por Dios.
Dentro
de cada alma tenemos también
las
espinas: sólo que falta que aparezcan
nuestras
rosas.
Muchos
de nosotros nos miramos
y
vemos sólo las espinas, los defectos.
Nosotros
nos desesperamos, pensando
que
nada de bueno puede venir de nuestro interior.
Nos
negamos a regar, a cultivar dentro nuestro,
y
consecuentemente, eso muere.
Nunca
percibimos nuestro gran potencial.
Algunas
personas no ven la rosa dentro
de
ellas mismas, por lo tanto alguien más
debe
mostrárselas.
Uno
de los mayores dones que una persona
puede
poseer o compartir es ser capaz
de
pasar por las espinas y encontrar
la
rosa dentro de otras personas.
Esta
es la característica del amor.
Mirar
una persona y conocer
sus
verdaderas faltas.
Aceptar
a aquella persona en su vida,
en
cuanto reconoce la belleza en su alma
y
ayudarla a percibir que ella puede superar
sus
aparentes imperfecciones.
Si
nosotros mostramos a esas personas
la
rosa que está creciendo en su interior,
ellas
superarán sus propias espinas.
Sólo
así ellas podrán ver abrirse sus rosas,
muchas
veces.
La
parábola de la rosa me hace pensar...
Os
habéis dado cuenta de la gran enseñanza de la parábola?.
Así
sucede con muchas personas.
Dentro
de cada alma hay una rosa:
son
las cualidades dadas por Dios.
Dentro
de cada alma tenemos también
las
espinas: sólo que falta que aparezcan
nuestras
rosas.
Pero
queremos rosas sin espinas,,,amistades o amor...sin que nos cueste nada.
Si
alguien consigue rosas sin espinas. amistad y amor sin contrapartida, es que la
rosas no son naturales, son flores artificiales, como la amistad o el
amor...será artificial como las flores artificiales.
Cuánto
nos enseña la parábola de las rosas!!!
Franja
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