Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
Domingo
de Ramos
Recibieron
a Cristo mientras entraba a la ciudad
con
palmas y ramos en muestra de que era el Mesias
Por: Tere
Vallés | Fuente: Catholic.net
Cuando llegaba a Jerusalén para
celebrar la pascua, Jesús les pidió a sus discípulos traer un burrito y lo
montó. Antes de entrar en Jerusalén, la gente tendía sus mantos por el camino y
otros cortaban ramas de árboles alfombrando el paso, tal como acostumbraban
saludar a los reyes.
Los que iban delante y detrás de
Jesús gritaban:
"¡Bendito el que viene en
nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!"
Entró a la ciudad de Jerusalén,
que era la ciudad más importante y la capital de su nación, y mucha gente, niños
y adultos, lo acompañaron y recibieron como a un rey con palmas y ramos
gritándole “hosanna” que significa “Viva”. La gente de la ciudad preguntaba
¿quién es éste? y les respondían: “Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea”.
Esta fue su entrada triunfal.
La muchedumbre que lo seguía
estaba formada por hombres, mujeres y niños, cada uno con su nombre, su
ocupación, sus cosas buenas y malas, y con el mismo interés de seguir a Jesús.
Algunas de estas personas habían estado presentes en los milagros de Jesús y
habían escuchado sus parábolas. Esto los llevó a alabarlo con palmas en las
manos cuando entró en Jerusalén.
Fueron muchos los que siguieron a
Cristo en este momento de triunfo, pero fueron pocos los que lo acompañaron en
su pasión y muerte.
Mientras esto sucedía, los
sacerdotes judíos buscaban pretextos para meterlo en la cárcel, pues les dio
miedo al ver cómo la gente lo amaba cada vez más y como lo habían aclamado al
entrar a Jerusalén.
¿Qué significado tiene esto en
nuestras vidas?
Es una oportunidad para proclamar
a Jesús como el rey y centro de nuestras vidas. Debemos parecernos a esa gente
de Jerusalén que se entusiasmó por seguir a Cristo. Decir “que viva mi Cristo,
que viva mi rey...” Es un día en el que le podemos decir a Cristo que nosotros
también queremos seguirlo, aunque tengamos que sufrir o morir por Él. Que
queremos que sea el rey de nuestra vida, de nuestra familia, de nuestra patria
y del mundo entero. Queremos que sea nuestro amigo en todos los momentos de
nuestra vida.
Explicación de la Misa del
Domingo de Ramos
La Misa se inicia con la
procesión de las palmas. Nosotros recibimos las palmas y decimos o cantamos
“Bendito el que viene en el nombre del Señor”. El sacerdote bendice las palmas
y dirige la procesión. Luego se comienza la Misa. Se lee el Evangelio de la
Pasión de Cristo.
Al terminar la Misa, nos llevamos
las palmas benditas a nuestro hogar. Se acostumbra colocarlas detrás de las
puertas en forma de cruz. Esto nos debe recordar que Jesús es nuestro rey y que
debemos siempre darle la bienvenida en nuestro hogar. Es importante no hacer de
esta costumbre una superstición pensando que por tener nuestra palma, no van a
entrar ladrones a nuestros hogares y que nos vamos a librar de la mala suerte.
Oración para poner las palmas
benditas en el hogar:
Bendice Señor nuestro hogar.
Que tu Hijo Jesús y la Virgen
María reinen en él.
Por tu intercesión danos paz,
amor y respeto,
para que respetándonos y
amándonos
los sepamos honrar en nuestra
vida familiar,
Sé tú, el Rey en nuestro hogar.
Amén.
Sugerencias para vivir la fiesta:
Hacer nuestras propias palmas
y
llevarlas a bendecir a la Iglesia.
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