Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
Noticias de Tierra Santa
Navidad 2015
19-12-2015
Querido Francisco Javier: ¡El Señor te dé Su Paz!
¿Cómo va la vida? ¿Qué te puedo contar de mí? Aunque los los medios de comunicación dan tantas noticias negativas sobre Tierra Santa, la vida es bastante tranquila, al menos para nosotros y los peregrinos. Hemos celebrado todos los viernes el Vía Crucis por las calles de Jerusalén, he ido últimamente dos veces a Belén (era sábado y hemos tardado menos de media hora en llegar), he ido a Tel Aviv, etc. Todo más que normal. En el mes de octubre he tenido 28 encuentros, casi uno al mes, y además grupos bastante numerosos, tanto españoles, como mexicanos o argentinos. Y en el mes de noviembre he tenido 26 grupos. Muchos mexicanos. ¿Sabes dónde está el problema? En los que quedan en casa. No hacen nada más que llamar a los peregrinos preocupados por su salud, y los peregrinos están más que felices de peregrinar a Tierra Santa.
Pero es Navidad y eso es lo que cuenta. Como todos los años, aquí, en Belén, en la Noche Santa, los ángeles anuncian alborozados a los pastores el nacimiento de “un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre” (Lc 2,11-12). Dios se ha hecho pequeño, se ha hecho un Niño. El Niño es el Hijo de María que contemplamos en la Gruta de Belén: “Aquí, de la Virgen María, nació Jesús”. Es Dios – decía San Francisco -,”hecho niño pequeñuelo”, que “se crió a los pechos de madre humana" (2Cel 199). Lo “hemos visto con nuestros ojos”, “lo hemos “contemplado”, “lo hemos tocado con nuestra manos”. “Y damos testimonio… y os escribimos esto para que nuestro gozo sea completo” (1Jn 1,1-4).
Le pedimos que nos enseñe a reconocerlo en los más pequeños y en los más pobres de este mundo y que nuestra ternura y afecto hacia Él, el Niño-Dios, se transforme en pan para los hambrientos, en compasión y en ayuda para los necesitados. En amor y misericordia. Al ver la sonrisa de este Niño comprendemos hoy mejor que nunca las palabras de Jesús: “El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe” (Lc 9,48). Él es el “Príncipe de la paz” (Is 9,5) y le pediremos que conceda esa paz que anunciaron los ángeles de Belén: “¡En la tierra paz a los hombres que ama el Señor!” (Lc 2,14).
P. Artemio con peregrinos de Tierra Santa
Te cuento algo que me sucedió el 5 de diciembre, sábado. Ese día bauticé a un niño español en Belén. A las 11 de la mañana comenzamos la Santa Misa en la Gruta de San José. Arriba estábamos los padres, los padrinos, el niño y yo. Abajo unas 50 personas. Todos, como los pastores de Belén, traíamos los regalos al niño. Cantamos cantos de Navidad, les hablé de todo esto, le bautizamos. A las 11.55 terminé la Santa Misa y le dije al sacristán: “Ábrenos la puerta que va a la Gruta de la Natividad”. Así lo hizo. Todos entramos: yo, los padres con el niño, primeros, y todos los demás después. Besamos la estrella y le dije a la madre: “pon al niño tumbado sobre la estrella”, el Lugar del Nacimiento de Jesús. Le puso y el niño se quedó tranquilo, con los brazos extendidos, feliz. Algo especial. Todos quedamos admirados, emocionados, felices. Figuraos cómo quedó la madre, a quien le brotaban las lágrimas. Claro: el nombre del niño era JESÚS, así se lo habíamos puesto en el Bautismo. Creo que hasta la Virgen María y San José se habrán emocionado. Y el Niño Jesús habría sonreído un poco, diciendo: “Así estaba yo”.
Mi deseo para estas Navidades es que puedas acariciar a Dios hecho Niño y besarlo. ¡Comunica a los demás tu encuentro con el Niño Dios en Navidad y sé testigo de su amor! Sigue rezando por nosotros y por la paz. Yo te tendré muy presentes, al igual que a tus seres queridos, en mis oraciones en la Gruta de la Natividad de Belén.
¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo 2016!
Un fuerte abrazo.
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