Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
Un niño abortado escribe a su mamá
Querida mamá:
Soy tu hijo. ¿recuerdas?.
No he desaparecido, pues Dios me infundió un alma eterna en el momento
en que fuí concebido. No ví nunca la luz
del día pero vivo para siempre.
Sé porqué me mataste. El que debió haber sido mi padre andaba
lejos del país. Tu te sentías sola
porque el andaba muy ocupado en sus negocios.
En su ausencia, surgió otro hombre. De ese romance fuí engendrado yo.
Nunca olvidaré los meses que me acunaste en tu vientre, ¡me
sentí tan seguro y amado!. ¡Comprendo que no me desearas; pues que pensaría
papá a su regreso! Había que blanquear al desliz matando al delator, y ese era
YO. Por entonces no supe de las discusiones con tu amante, pues él quería verme
nacido y tú no. ¡Qué peleas, hasta que le arrancaste el dinero que costó mi
defunción! A todo le ponen precio, hasta el asesinato de un inocente.
"¡Que caros son lo abortos!" comentaste.
No justifico tu crimen, pero te perdono. Perdono a papá por
haber sido tan irresponsable. También
perdono al que, vestido de blanco, se manchó con mi sangre. ¡Que dolor cuando
me punzó con aquella enorme aguja y después me despedazó a sangre fría!. Se que tú nunca olvidarás el ruido de aquella
aspiradora que se tragó mi cuerpecito a pedazos. Se que te causó un trauma que llevas en
silencio tratando de pensar que no fue nada.
Si era algo. Era alguien, era yo, tu hijo.
Conozco mamá, tus largas noches en vela y tus sobresaltos. Se
que luchaste mucho en tu interior sobre tu decisión de abortarme. En el fondo
me amabas pero pudo mas en ti el miedo. Sé que me amabas, pues aun sueñas
conmigo y más de una vez te haz preguntado, con remordimientos, si soy niña o
niño, piensas como sería hoy día y que alegrías te hubiera traído...
¡Soy niño! Me parezco mas a ti que al seductor con que andabas.
¡como me vas a olvidar, si yo a cada momento pido a Papá Dios que borre esas
pesadillas que turban tu descanso y te dan muerte en vida! Por eso, ¡que
alegría cuando buscaste al sacerdote que te inspiro confianza, y te
reconciliaste con el señor de la vida!
Querida mamá, quiero verte feliz. Recuerda los consejos que te
dio el sacerdote al despedirte: "¡hija, Dios padre ya ha hecho su obra de
amor en ti y a su tiempo iras sanando.
Mientras te estoy escribiendo, tengo a mi lado a mi amigo
Antonio. Lo mató su mamá porque ella decía ser demasiado joven para ocuparse
con ser madre. Tampoco el recibió nombre alguno de sus padres pero si de Dios
quien nos ama infinitamente.
Tengo muchísimos amigos que corrieron la misma suerte. A Carlitos lo abortaron porque su madre fue violada. El odio y el dolor resultante lo descargaron sobre el pobre inocente. El se pregunta: "¿Por qué si mi mamá no amaba al hombre que la violó, me mato a mi, que la hubiera amado siempre y jamás me hubiera avergonzado de ella?" Aquí en el reino del amor, solo entendemos el lenguaje del amor; por eso, no comprendemos esos "argumentos" acerca del aborto; por mala conformación del feto, por violación, por dificultades económicas de los padres, por no querer más hijos, "que la familia pequeña vive mejor", etc.
Tengo muchísimos amigos que corrieron la misma suerte. A Carlitos lo abortaron porque su madre fue violada. El odio y el dolor resultante lo descargaron sobre el pobre inocente. El se pregunta: "¿Por qué si mi mamá no amaba al hombre que la violó, me mato a mi, que la hubiera amado siempre y jamás me hubiera avergonzado de ella?" Aquí en el reino del amor, solo entendemos el lenguaje del amor; por eso, no comprendemos esos "argumentos" acerca del aborto; por mala conformación del feto, por violación, por dificultades económicas de los padres, por no querer más hijos, "que la familia pequeña vive mejor", etc.
Me cuentan que ni las guerras, ni Hitler con sus cámaras de gas
letal han realizado tan brutal y desmedida masacre. Con los abortos se ha
privado a la humanidad de brillantes poetas, sacerdotes, médicos, filósofos,
músicos, pilotos, estadistas, pintores, arquitectos, santos y santas. A mí
todos me dicen que quizá hubiera sido un habilidoso cirujano o un pianista a la
Mozart. Cuando nos reunamos, mami, ¡ya veras que manos tengo! Lo que mas me
agrada es cuando me dicen "¡tu mamá tiene que ser muy hermosa!"
No llores mami. Confía en
Dios hasta que nos volvamos a ver. ¡ah!,
se me olvidaba, aunque me consumo por verte, no te des prisa en venir, pues mis
hermanos te necesitan. Hazle a ellos lo que nunca pudiste hacerme a mí. Fíjate
que cuando bañas a mis hermanitos o lo amamantas, no sé, me entra un poquito de
añoranza de todo lo que pudo ser y no fue. Me hubiera gustado ser amamantado
con la leche de tus pechos; ser acariciado por esas manos tuyas tan lindas y
tan semejantes a las mías, manos de cirujano malogrado.
Quizás te preguntas donde estoy.
No te preocupes, estoy en los brazos de Jesús que me amó hasta derramar
su sangre por mí. En El todos
encontramos la Vida.
Y termino pidiéndote un favor. No para mí, comprenderás, sino
para otros niños. ¡no los maten como a mí!, si conoces a una joven que quiera
abortar o a un sujeto que monta campañas a favor del aborto o un médico asesino
que se burla de Hipócrates, o una enfermera que se presta a ese crimen,
extiéndeles el amor de Dios, nuestro Padre.
Entonces recuérdate de nosotros y dile que no mate más. Que los niños le pertenecen a Dios. Grítales a todos que tenemos derecho a vivir
como ellos, y que aunque nadie nos ame tenemos derecho a vivir y amar.
¡Te espero con la boca aún sin estrenar, rebosante de besos que
tengo guardados solamente para ti!
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