Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
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D. Jesús Mateo, es un sacerdote amigo de Valladolid, que manda
diariamente un lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y
compartirlo también con los seglares. Franja.
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Sábado, 6 de Julio de 2019
Comentario «JESÚS LES DIJO: ¿ES QUE PUEDEN GUARDAR LUTO LOS AMIGOS DEL ESPOSO, MIENTRAS EL
ESPOSO ESTÁ CON ELLOS? (Mt 9, 14-17).
Quizás puedas pensar que este Evangelio no te dice mucho y que
no lo entiendes del todo.
Trataré de explicarlo con sencillez.
La ley de Moisés mandaba a ayudar un solo día al año , el día de
la Expiación. Sin embargo , algunos fariseos lo hacían voluntariamente todos
los lunes y jueves del año , para prepararse para la venida del Mesías.
Así lo hacían los discípulos de San Juan Bautista. Éstos, al ver
que los discípulos de Jesús no ayunaban como ellos, le preguntan con sencillez
a Jesús:
«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio,
tus discípulos no ayunan? Jesús les dijo:
¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con
ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo y entonces ayunarán»
Los discípulos de San Juan no entendían la nueva ley que traía
Jesús, más perfecta; era vino nuevo.
La respuesta que da aquí el Señor es a la vez una enseñanza y
una profecía. El cristianismo no es un mero remiendo al antiguo traje del
judaísmo. La Redención obrada por Cristo implica una total regeneración. Su
espíritu es demasiafo nuevo y pujante para ser amoldado a las viejas formas
penitenciales, cuya vigencia caducaba.
De hecho algunos cristianos procedentes del judaísmo, por
sus costumbres, se resistían a entender la transformación operada por Jesús.
Jesús les dice: « Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado;
porque la pieza tira del manto y deja un roto peor. Tampoco se echa vino nuevo
en odres viejos, porque revientan los odres; se derrama el vino y los odres se
estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos y así las dos cosas se
conservan».
Los discípulos de San Juan nos dan una gran lección; preguntan
con sencillez a Jesús lo que no entienden.
Yo te pido, Señor, que me concedas la gracia de preguntar con humildad «las cosas» que no
entienda, «tus cosas», Señor.
Y que sepa vivir sin entender, confiando en Ti, sabiendo que mi
odre no está preparado para lo nuevo y más perfecto.
Cuando no entiendo, reconozco que es porque yo soy limitado, que
«mi odre» es viejo?
Tú eres, Señor, el «vino nuevo» y quieres meterte en mi corazón
envejecido, «odre viejo», pobre criatura, tan pequeño, y Tú tan grande. (Cfr
Newman)
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen
no nos abandone nunca. Franja.
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