Comentario: "TENED CONFIANZA, SOY YO, NO TEMÁIS" (Mc 6, 45-52).

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Jesús Mateo, es un sacerdote amigo de Valladolid, que manda diariamente  lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y compartirlo  también con  los seglares.

Yo lo pongo ahora todos los días en uno de mis Blogs. Franja.

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9 de Enero, jueves de 2020

Comentario: "TENED CONFIANZA,  SOY YO, NO TEMÁIS" (Mc 6, 45-52).

Del Evangelio de hoy quiero destacar unas ideas:

La primera de ellas casi pasa desapercibida: "Jesús  se retiró al monte a orar". Imitemos al Señor.

Buen propósito al comenzar esta nueva etapa: "Retirarnos en la Iglesia, o en nuestra habitación, para hacer todos los días un "rato" de oración". 

(Si lo cumplimos, al Señor le daremos mucha alegría y nos lo premiará con creces).

También vemos que causó una gran impresión a los Apóstoles el ver a Jesús andando sobre el mar.

Pensaron que era un fantasma, y dieron un grito y se asustaron. Pero Él les dijo: "Tened confianza, soy yo, no temáis".

A los Apóstoles, y por consiguiente, a ti y a mí, con este inolvidable suceso, Jesús  quiso enseñarles que, en medio de las situaciones más inexplicables de la vida, Él está cerca de nosotros para ayudarnos y sacarnos adelante

¿Por qué dudaste, hombre de poca fe?

También en tu vida y en la mía Dios permite que "haya viento contrario", que haya problemas, dificultades, calumnias, incomprensiones, cruces, enfermedades, "el viento en contra", el mar revuelto...

No obstante,  Dios lo permite, y quiere que luchemos para que se fortalezca nuestra esperanza y se forje nuestro temple.

Este pasaje evangélico, que tanto impresionó a los Apóstoles, ilumina nuestra vida.

Otra idea muy bonita y aleccionadora de este Evangelio es la siguiente.

"Jesús entró en la barca con los Apóstoles y cesó el viento".

Dejemos entrar al Señor en nuestra vida.

"¿Si Él está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?"

También la Iglesia, como la barca de los Apóstoles, se  ve combatida. Jesús, que vela por Ella, acude a salvarla. No la deja. No la abandona. Nos da fuerza a sus hijos para luchar e ir contra corriente.

Al mismo tiempo nos anima: "Tened confianza, soy Yo, no temáis".

¡¡¡NO TEMÁIS!!!

LA BARCA, LA IGLESIA, NI SE HA HUNDIDO, NI SE HUNDE, NI SE HUNDIRÁ".

Termina el Evangelista diciendo "que los Apóstoles estaban en el colmo del estupor, porque no habían comprendido la multiplicación de los panes, porque su corazón estaba embotado".

¿No nos ocurrirá, a ti y a mí, algo parecido: que tengamos la mente y el corazón embotados para entender las cosas de Dios?

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.

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Confeccionado por Franja

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