D. Jesús Mateo es un Sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente un lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y también compartirlo, además de con los sacerdotes también con los seglares que lo soliciten. Lo pongo también todos los días en dos de mis Blogs católicos. Franja
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27 de Agosto, Jueves, de 2020.
Comentario del Evangelio: "ESTAD EN VELA, PORQUE NO SABÉIS, QUÉ DÍA VENDRÁ VUESTRO SEÑOR" (Mt 24, 42-51)
SANTA MÓNICA, MADRE DE SAN AGUSTÍN
Los tres próximos evangelios son tres partes del discurso de Jesús sobre el fin del mundo y su venida al final de los tiempos.
¿Cuándo y cómo será el fin del mundo? ¿Cuándo y cómo será nuestra muerte?
Es un misterio que Dios Nuestro Señor no ha querido revelarnos.
Pero sí que nos ha dado un consejo muy prudente y muy sabio: ¡¡¡VIGILAD!!!
Nos anima a estar en vela, atentos y activos a realizar la misión que nos ha encargado, a cada uno, durante la vida que nos ha dado.
Podemos hacer un examen de conciencia:
¿Cómo voy, Señor?¿Qué me has encargado
¿Vivo para eso? Como sea mi vida, será mi final.
Lo único importante, y lo único que te pido, Señor, es que viva y muera contigo.
Hoy tenemos el ejemplo de Santa Mónica, madre de San Agustín. Madre intachable, que con su ejemplo y con su oración, convirtió a su esposo y a su hijo Agustín.
Me llama mucho la atención las palabras de San Agustín referidas a su madre por la conversión de su esposo: "Se esforzó en ganar a su esposo para Dios, sirviéndose no tanto de palabras como de su propia vida".
En estas pocas palabras resume la vida de su madre: "Cuidaba de todos como si realmente fuera madre de todos y servía también a todos como si hubiera sido hija de todos".Así sois muchas, muchas madres...
El recuerdo de una madre queda grabado en el corazón de los hijos.
Recordando a su madre, años más tarde, exhortaba San Agustín:
"Procurad con todo cuidado la salvación de los de vuestra casa".
Encomendemos a Santa Mónica nuestra familia.
"Que sea "iglesia doméstica", un lugar de oración, de la transmisión de la fe, de aprendizaje a través del ejemplo de los mayores, de actitudes cristianas sólidas, que se conservan a lo largo de toda la vida como el más sagrado legajo".(San Juan Pablo II).
Nunca debe desfallecer la oración de los padres por los hijos: es siempre eficaz, aunque a veces, como en la vida de San Agustín, tarden algún tiempo en llegar los frutos.
Como afirmaba San Juan Pablo II:
"¡Cuántas Mónicas hay hoy!
Nadie podrá agradecer debidamente lo que muchas madres han realizado y siguen realizando en el anonimato con su oración por la Iglesia y por el Reino de Dios y con su sacrificio.
¡
¡Que Dios se lo pague! Si es verdad que la deseada renovación de la Iglesia depende sobre todo del ministerio de los sacerdotes, es indudable que también depende en gran medida de las familias, y especialmente de las mujeres y madres".
Jesús Mateo. Sacerdote
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Que Dios pague este esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Que el Señor nos bendiga y nos guarde. Un abrazo. Franja.
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Confeccionado por Franja.
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