Comentario del Evangelio: "SALIÓ EL SEMBRADOR A SEMBRAR SU SEMILLA" (Lc 8, 4-15).

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D. Jesús Mateo es un Sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente  un lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y también  compartirlo, además de con los sacerdotes también con  los seglares que lo soliciten. Lo pongo también todos los días en dos de mis Blogs católicos. Franja

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19 de septiembre, sábado de 2020

Comentario del Evangelio: "SALIÓ EL SEMBRADOR A SEMBRAR SU SEMILLA" (Lc 8, 4-15).

Una vez más comentamos la parábola del sembrador.Es una de las más bellas. Yo pienso que el Señor la predicó con DOLOR.

Verás: Jesús clasifica en cuatro grupos la gente buena que acoge a Dios, pero Dios fracasa en tres de esos grupos.

Los tres tipos de fracaso son siempre actuales:

1. AL PIE DEL CAMINO.

Es la semilla que cae al borde del camino; la pisan y la comen los pájaros.

Vemos aquí reflejadas las personas que se dejan llevar por el AMBIENTE MUNDANO.

Este ambiente es muy fuerte. Arrastra, a veces sin darnos cuenta. Luchar contra corriente cuesta mucho. Sin duda que influye mucho el ambiente.

Pero esta es nuestra vocación de cristianos: llevar nuestro propio ambiente; influir en el ambiente, en medio de un ambiente paganizado y pagano.

2. EL TERRENO PEDREGOSO

Es la semilla que brotó y luego se secó por falta de humedad.

Son la almas  superficiales, que no echan raíces. En nuestro tiempo abunda esta clase de personas. Se han apartado de la Iglesia.

No tienen formación auténtica. Se habían conformado con unas prácticas de piedad, rutinarias y sin vida. Al entrar en la Universidad o al llegar a la Ciudad se han venido abajo.

3. LA QUE CAYÓ ENTRE ABROJOS.

La semilla creció, pero creció entre abrojos y éstos la sofocaron.

Esas zarzas y abrojos son el bienestar, el capricho, la comodidad, el placer, el confort, el materialismo...que ahogan la semilla y no la deja madurar; son gente vividora. Sólo les importa disfrutar y gozar de la vida presente.

4. OTRA PARTE CAYÓ EN TIERRA BUENA.

Son los que escuchan la palabra con un corazón noble y generoso, la guardan y dan fruto con perseverancia.

Te pregunto y me pregunto:

¿Qué clase de tierra somos tú y yo?

¿Qué es lo que nos hace daño? ¿El ambiente la superficialidad, el bienestar, el materialismo?

Hemos de luchar contra estos peligros, si no  fracasaremos como cristianos.

Estamos llamados, porque somos tierra buena, a dar mucho fruto.

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que Dios pague este  esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos  abandone nunca. Que el Señor nos bendiga y nos guarde. Un abrazo.   Franja.

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Confeccionado por Franja.

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