COMENTARIO DEL EVANGELIO: "NO TEMAS ZACARÍAS" TU PETICIÓN HA SIDO ESCUCHADA; (Lc 1, 11-24).

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D. Jesús Mateo es un sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente  un lindo comentario del Evangelio. Pienso que vale la pena compartirlo con los sacerdotes y con  los seglares que lo soliciten. Lo pongo todos los días en dos de mis Blogs católicos. Franja

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19 de diciembre, sábado de 2020

COMENTARIO DEL EVANGELIO: "NO TEMAS ZACARÍAS" TU PETICIÓN HA SIDO ESCUCHADA; (Lc 1, 11-24).

Ayer considerábamos la reacción de San José ante el Nacimiento misterioso de Jesús. Hoy la reacción de  Zacarías ante el anuncio del nacimiento de su mujer estéril.

Vamos a imaginarnos cómo hubiésemos reaccionado tú y yo en la situación de Zacarías. 

Era un sacerdote, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón, cuyo nombre era Isabel.

Los dos eran justos, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada.

Una vez que Zacarías oficiaba delante de Dios se le apareció el Ángel del Señor y le dijo que su mujer, Isabel, le daría un hijo y le pondría por nombre Juan.

Zacarías replicó al Ángel: ¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada".

Respondiendo el Ángel le dijo: "Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado para hablarte y comunicarte esta buena noticia. Pero te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento oportuno".

¿No te parece que, en muchas ocasiones, tú y yo nos hemos parecido a Zacarías, y no hemos creído ni nos hemos fiado de Dios ni de sus inspiraciones.

Hemos de pedirle al Señor que nos aumente la fe y nos ayude con su gracia para serle fiel en todo lo que nos pida, aunque nos cueste, aunque no lo entendamos.

Más aún, podemos pensar que somos incapaces de llevar a cabo lo que Dios nos pide. En ese caso nos estamos olvidando de la omnipotencia de Dios, de que "para Dios no hay nada imposible" (Lc 1, 37).

Cuando Dios pide nuestra colaboración  en una empresa suya hemos de contar más con su  omnipotencia que con  nuestras escasas fuerzas.

Necesitamos "luces nuevas" no solo para ver el camino, sino también fuerza para querer seguirlo.

En este día, tú y yo, nos podemos preguntar: ¿Cuál es mi misión en esta vida? ¿Qué quiere Dios de mi vida? ¿Qué espera hoy el Señor de mí? ¿Qué huella dejaré tras de mí?

Jesús Mateo. Sacerdote

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Que Dios pague este  esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone  nunca. Que el Señor nos bendiga y nos guarde. Un abrazo.   Franja.

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Confeccionado en el Blog de Franja