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lunes, 5 de julio de 2021

COMENTARIO "¿QUIÉN ME HA TOCADO EL MANTO?..."(Mc 5, 21-43).

Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona

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HOY D. JESÚS MATEO ME ENVÍA  LO SIGUIENTE:

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5 de Julio, Lunes  de 2021

COMENTARIO "¿QUIÉN ME HA TOCADO EL MANTO?..."(Mc 5, 21-43).

Hace muy pocos días comentábamos este mismo Evangelio. Hablábamos de la fe de la Hemorroísa. Una de las personas, que leéis y meditáis mis reflexiones me manifestaba que le había impresionado la fe de esta mujer. Os manifiesto que también a mí "me toca y me llega al alma".

Como recordarás, padecía una enfermedad por la que estaba en impureza legal (Lev 15, 25 ss.) Padecía flujo de sangre desde hacía doce años, había sufrido mucho, y gastado todos sus bienes sin curarse. Cada día estaba peor. A los doce años de sufrimientos físicos, se añadía la vergüenza de sentirse inmunda según la Ley, por esa enfermedad, y de saber que todo lo que tocaba quedaba impuro

Yo me imagino a esta pobre mujer abriéndose paso entre la muchedumbre, poco a poco, con dificultades, puesto que había mucha gente le oprimían, le apretujaban a Jesús.

Ella pensaba que si pudiera tocar, aunque solo fuera su manto, quedaría curada. No se consideraba digna de tocar al Señor Por fin llegó junto al Maestro y logró tocar su manto. En ese mismo instante se secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que estaba curada de su enfermedad. ¡¡¡ESTABA CURADA!!!

Jesús había hecho un milagro con ella. Estaba feliz. Nadie se había enterado. Ella no lo podía contar. Lo disfrutaba en su interior. Pero su sorpresa fue grande. Jesús, sabiendo que alguien "le había tocado y que de él había salido virtud", decía: ¿Quién ha tocado mis vestidos? Y le decían sus discípulos: ves que la muchedumbre te oprimen y dices ¿Quién me ha tocado? Y miraba a su alrededor para ver a la que había hecho esto. La mujer, asustada y temblorosa, sabiendo lo que había ocurrido, se acercó, se postró ante Él y le confesó toda la verdad. Él entonces le dijo: Hija, tú fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu dolencia. 

Te comentaba que, a mí, este milagro me impresiona, y me ayuda a hacerme unas preguntas: ¿Cómo "toco" yo al Señor en la Comunión? ¿Por qué no se obra en mí el milagro de la Hemorroísa? ¿Por qué no tengo yo la fe de esta mujer? ¿Por qué no se me secan de raíz todos mis pecados? 

Como no sé el motivo y la razón (en el fondo sé que es porque me falta una fe total en Jesucristo) en estos momentos me sale espontáneamente la petición: "Señor, concédeme la gracia de "tocarte" con la fe, humildad y amor de esta santa mujer".

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja

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"Señor, concédeme la gracia de "recibirte" con la fe, humildad, amor y devoción, como esa santa mujer que se arrastró hasta tocar tu manto".

En ese mismo instante se secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que estaba curada de su enfermedad. ¡¡¡ESTABA CURADA!!!


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