COMENTARIO DEL EVANGELIO: EL ANCIANO SIMEÓN: EXCLAMÓ: YA PUEDO MORIR EN PAZ (San Lucas 2, 22-35)

Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona

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D. Jesús Mateo es un sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente  un lindo comentario del Evangelio. Pienso que vale la pena compartirlo con los sacerdotes y con  los seglares que lo soliciten. Lo pongo todos los días en dos de mis Blogs católicos. Franja

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29 de diciembre, miércoles 2021

COMENTARIO DEL EVANGELIO: EL ANCIANO SIMEÓN: EXCLAMÓ: YA PUEDO MORIR EN PAZ (San Lucas 2, 22-35)

La Sagrada Familia sube a Jerusalén con el fin de cumplir con dos prescripciones de la Ley de Moisés: La Purificación de la Virgen y la Presentación del Niño Jesús en el Templo. 

El anciano Simeón había recibido del Espíritu Santo  una revelación que no moriría antes de ver al Mesías. Impulsado por Dios fue al Templo cuando entraban con el Niño sus padres. Tomó al Niño en sus brazos y bendijo a Dios por haber visto al Salvador, luz de las naciones y gloria del pueblo de Israel.

¿Qué sentirían la Virgen y San José? El Evangelio dice que "estaban admirados por lo que se decía del niño". Yo me imagino que se mirarían llenos de alegría y de gran gozo por las alabanzas que el anciano Simeón hacía del niño. Para ellos la mayor alegría era que hablasen bien de su hijo. Pero la alegría les duró poco tiempo.

Después de bendecirlos, Simeón dijo a María, su madre: "Éste ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción -y a ti misma una espada te traspasará el alma-". Estas palabras "traspasaron el alma de la Virgen". No las olvidaría en su vida  Siempre las iba a tener presente. Su alma, desde este momento, quedó traspasada por una espada. Su dolor y su preocupación por su hijo duró toda su vida. Sufría por él. Se preguntaba: ¿Qué será de mi hijo?

Tú y yo nos unimos al dolor de la Virgen. Queremos compartir con Ella su sufrimiento, en medio de la alegría de la Navidad.

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Dice Simeón a María: 

y a ti misma una espada

 te traspasará el alma-".

Que Dios pague este  esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone  nunca. Que el Señor nos bendiga y nos guarde. Un abrazo.   Franja.

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Confeccionado en el Blog de Franja

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