COMENTARIO DEL EVANGELIO: EL VERBO SE HIZO CARNE Y HABITÓ ENTRE NOSOTROS (San Juan 1, 1-18.)

Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona

Don  Jesús Mateo, sacerdote amigo de Valladolid, me manda diariamente  un lindo comentario del Evangelio. Pienso que vale la pena compartirlo con los sacerdotes y con  los seglares que lo soliciten. Lo pongo también todos los días en tres de mis Blogs católicos. Franja

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2 de enero, Domingo 2022

COMENTARIO DEL EVANGELIO: EL VERBO SE HIZO CARNE Y HABITÓ ENTRE NOSOTROS (San Juan 1, 1-18.)

Las tres lecturas del Evangelio de hoy convergen hacia un anuncio único: Dios está cerca de nosotros. Sí, es preciso convencernos de que Dios está junto a nosotros. Está siempre a nuestro lado. Nos quiere más que todas las madres del mundo pueden querer a sus hijos. Nos ayuda, nos inspira, nos bendice y nos perdona una y mil veces. Sueña con  nosotros, contigo y conmigo, como lo hacen los padres con su hijo recién nacido.

Como comentaba ayer, Dios sueña con nosotros. Su sueño es un sueño de amor, porque Dios es Amor. Sueña pensando que mi primer pensamiento al despertarme va a ser para Él. Piensa, como un enamorado, que yo voy a estar todo el día pensando en él, desde por la mañana a la noche. Y que mi último pensamiento del día va a ser para él. Y, me quiere con un amor personal, como si solamente existiese yo.

Cómo me gusta pensar en el sueño de Dios: nació, vivió, murió y se quedó en el Sagrario por mí. Es para volverse uno loco el saber, Dios mío, que me quieres tanto y que mendigas mi amor. 

También tú y yo soñamos. Señor, yo sueño que, con tu ayuda, puedo corresponder a tu Amor. Que Tú eres capaz de hacer cosas nuevas en mi vida si me dejo moldear por el Espíritu Santo, como el barro en manos del alfarero. 

Yo, Señor, quiero soñar y quiero que mis sueños se hagan realidad en este año que acabo de comenzar.

"Virgen sagrada María,

yo te ofrezco en este día,  

alma vida y corazón,

mírame con compasión,

no me dejes, Madre mía".

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que Dios pague este  esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone  nunca. Que el Señor nos bendiga y nos guarde. Un abrazo.   Franja.

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Confeccionado en el Blog de Franja

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