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miércoles, 1 de junio de 2022

Comentario: Oración sacerdotal de Cristo. Se denomina así porque Jesús se dirige a su Padre "PADRE SANTO, TE RUEGO QUE TODOS SEAN UNO COMO NOSOTROS SOMOS UNO". (San Juan 17, 20-26)

Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona


Comentario del Evangelio, que cada día D. Jesús Mateo, sacerdote de Valladolid, me envía para que lo difunda en mis blogs. Y a mí me da mucha alegría el comentarlo en el Blog católico de Javier Olivares,  baionés jubilado de BAIONA.

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1 de junio, miércoles 2022

Comentario: Oración sacerdotal de Cristo. Se denomina así porque Jesús se dirige a su Padre "PADRE SANTO, TE RUEGO QUE TODOS SEAN UNO COMO NOSOTROS SOMOS UNO". (San Juan 17, 20-26)

 

Hemos terminado el mes de Mayo en honor de la Virgen. Ella sabe que hemos intentado ser buenos hijos suyos. Seguro de que Nuestra Señora nos ha bendecido y ha quedado contenta de tu vida y la mía. Continuemos siendo buenos hijos de Nuestra Madre del Cielo.

Comenzamos el mes de junio en honor del Sagrado Corazón de Jesús. Nuestro deseo y nuestro propósito es amar al Señor con todo nuestro corazón y parecernos a Él.

El Evangelio de hoy nos habla de la Oración sacerdotal de Cristo. Se denomina así porque Jesús se dirige a su Padre en un diálogo emocionado, en el que como Sacerdote le ofrece el sacrificio inminente de su Pasión y Muerte.

La Oración sacerdotal consta de tres partes: en la primera Jesús pide al Padre la glorificación de su Santísima Humanidad que va a dar la vida en la Cruz por los hombres.

En la segunda Jesús ruega por sus discípulos, a los que va a enviar al mundo a proclamar la obra redentora que Él está a punto de consumar.

Por último,Jesús ruega por la unidad de entre todos que han de creer en Él a lo largo de los siglos, hasta alcanzar la plena unión con Él mismo en el Cielo. Es una Oración preciosa, muy emotiva y delicada. Emociona el ver cómo Jesús ORA por sus discípulos, por ti y por mí. Pide cuatro cosas para los suyos, (entre ellos estamos tú y yo): la unidad, la perseverancia, el gozo y la santidad.

Ruega además, que ninguno de ellos se pierda, que el Padre los guarde y proteja, lo mismo que Él los protegió mientras estuvo con ellos. Por último, ruega al Padre por los que, viviendo en medio del mundo, no son del mundo, para que sean santos de verdad y lleven a cabo la misión que Él les encomienda, como Él ha realizado la que recibió del Padre. Son ideas preciosas, aunque quizás te parezcan un poco densas. Medítalas despacio. Llévalas a la oración.

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo. Un abrazo. P. Franja.

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Confeccionado en el Blog de Franja

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