COMENTARIO: "EL QUE ES FIEL EN LO POCO, TAMBIÉN EN LO MUCHO ES FIEL". (Lc 16, 9-15).

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Jesús Mateo, sacerdote de Valladolid, me envía todos los días el Comentario del Evangelio que con todo mi afecto se lo edito en el “Blog Católico de Javier Olivares, baionés jubilado, Baiona”,

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18 de septiembre, domingo  de 2022

"EL QUE ES FIEL..."

COMENTARIO: "EL QUE ES FIEL EN LO POCO TAMBIÉN EN LO MUCHO ES FIEL". (Lc 16, 9-15).

Así termina el Evangelio de hoy. Señor, me llenan de alegría estas palabras. Yo sé que no soy capaz de hacer cosas grandes, maravillosas y espectaculares por Ti. Pero sí que puedo hacer "cosas pequeñas" desde que me levanto hasta que me acuesto. Este puede ser mi día:

Por ejemplo, puedo ofrecerte mi primer pensamiento del día y el sacrificio que me supone levantarme "cuando toca el despertador". A continuación, mientras me aseo, te doy gracias por el nuevo día y por el desayuno que tomo.

Al salir a la calle o al coger el coche que me lleva al trabajo hago la señal de la Cruz  intentando que todo lo que haga esa mañana sea en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Durante la mañana procuro hacer lo mejor posible mi trabajo. A las doce, si puedo, descanso un poco, tomo un café, rezo a la Virgen el Ángelus  y continúo ofreciendo mi trabajo y mi cansancio.

Si tengo lo suerte de ir a comer a casa procuro entrar con buena cara, sin hacerme la víctima, haciendo felices a los demás y dando gracias por la comida que me han preparado. Cambio impresiones y tengo una pequeña tertulia familiar comentando las cosas del día y de la mañana.

<los hijos recogen los platos de la mesa>

Ayudo a recoger la mesa y  a que todo quede ordenado.Por la tarde, después de descansar un poco, vuelvo a trabajar. Intento sacar un tiempo para ir a Misa, para orar un ratito, para rezar el Rosario, para leer la prensa, para escuchar las noticias, para hablar con la familia...

Llega la hora de la cena. Ayudo a poner la mesa. Rezo en familia al comenzar a cenar y charlamos de lo que nos ha ocurrido durante el día. Nos despedimos, en paz y nos acostamos.

Ángel de mi Guarda, dulce compañía, no me desampares, ni de noche ni de día, si me dejas solo(a), qué será de mí, angelito mío, ruega a Dios por mí. 

Así termino el día, rezando las oraciones de la noche. Señor, esto es lo que puedo ofrecerte. Lo normal. Lo ordinario. Lo que no llama la atención. Lo que pasa desapercibido a los ojos de los hombres, pero no a los de Dios. Todo lo que hago es muy grande si pongo amor en ello. 

Esta es mi vida y la tuya que nos puede parecer sin brillo y sin importancia pero Dios la ve llena de vida y de luz.

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Interesante comentario

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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo. Un abrazo.  P. Franja

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