Jesús Mateo, sacerdote
de Valladolid, me envía todos los días el Comentario del Evangelio que con todo
mi afecto se lo edito en el “Blog Católico de Javier Olivares, baionés
jubilado, Baiona”,
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11 de septiembre del 2022,
domingo XXIV del T.O.
COMENTARIO: Si uno de vosotros tiene 100 ovejas y se le pierde una… “HABRÁ ALEGRÍA EN EL CIELO POR UN SOLO PECADOR QUE SE CONVIERTA" (Lc 15, 1-10).
Las dos parábolas de hoy son una maravilla. Ponen de manifiesto la misericordia divina. No me resisto a copiar totalmente el Evangelio. Fíjate en dos ideas: La primera: "La alegría" que hay en el Cielo por un solo pecador que se arrepienta y se confiese.
La segunda: Que Dios "nos busca" constantemente. Medítalo, haz oración con este hermoso Evangelio: "En aquel tiempo se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los letrados murmuraban entre ellos: Ese acoge a los pecadores y come con ellos. Jesús les dijo esta parábola: Si uno de vosotros tiene 100 ovejas y se le pierde una, ¿no deja las 99 en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: ¡Felicitadme! he encontrado la oveja que se me había perdido. Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por 99 justos que no necesitan convertirse.
Y si una mujer tiene 10 monedas y se le pierde una, ¿No enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, reúne a las vecinas para decirles:
¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido. Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta".
¿Verdad que es un Evangelio que produce mucha paz y alegría? Es Dios el que nos busca activamente, como el pastor y la mujer que pierde la moneda Yo me imagino al pastor cansado, con ganas de cenar, de descansar y de dormir. Pero lo deja todo y, aunque oscurezca o sea de noche va en busca de la oveja perdida. (Eso!, y mucho más, hace Jesús, el Buen Pastor, por ti y por mí).
Y algo parecido hace
la mujer que ha perdido la moneda: enciende la lámpara, barre la casa y busca minuciosamente hasta que la encuentra. Quizá
emplea todo el día, pero la encuentra. ¿Qué ocurre en ambos casos? Que el pastor y y la mujer están
rebosantes de alegría, porque han encontrado lo que habían perdido. Y van a
comunicarlo a los vecinos, a los amigos,
porque están muy contentos. Hoy
podemos hacer, tú y yo el propósito de "dejarnos encontrar por el
Señor".
Jesús Mateo.
Sacerdote.
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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo. Un abrazo. P. Franja
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Confeccionado en el Blog de Franja
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