El encuentro de Jesús, resucitado, con los discípulos de Emaús. LOS DISCÍPULOS DE EMAÚS" (Lc 24, 15-35)

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D. Jesús Mateo es un sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente  un lindo comentario del Evangelio. Pienso que vale la pena compartirlo con los sacerdotes y con  los seglares que lo soliciten. Lo pongo todos los días en tres de mis Blogs católicos para mayor difusión. P. Franja

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23 de abril, domingo 2023

El encuentro de Jesús, resucitado, con los discípulos de Emaús. LOS DISCÍPULOS  DE EMAÚS" (Lc 24, 15-35)

San Lucas narra maravillosamente el encuentro de Jesús, resucitado, con los discípulos de Emaús. Solamente conocemos el nombre de uno de ellos, de Cleofás. Estos dos discípulos van caminando de Jerusalén a Emaús. Su caminar es cansino, sin ilusión y sin esperanza. Van comentando y discutiendo sobre lo que ha sucedido en Jerusalén, la muerte y crucifixión de su Maestro.

Y así se lo comunican a un desconocido que les ha dado alcance. El nuevo caminante los escucha atentamente, les deja que hablen y se desahoguen. Le cuentan que eran discípulos de Jesús, un gran profeta en obras y en palabras ante Dios y ante todo el pueblo y cómo los sumos sacerdotes y ancianos del pueblo lo condenaron a muerte y lo crucificaron. Comentan que ellos esperaban que resultaría al tercer día como él había anunciado pero que hasta la fecha no ha sucedido.

 

Jesús toma la palabra y los encandila. Les da una catequesis maravillosa y les levanta el ánimo hasta el punto que le piden que entre en el pueblo y se quede con por ellos puesto que la tarde va declinando. 

Jesús, que lo estaba deseando, acepta la invitación, cena con ellos, toma el pan, pronuncia la bendición, lo parte y se lo da. En este momento se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista.

Me gusta la expresión: "Se les abrieron los ojos y lo reconocieron". Señor, que se me abran los ojos y te reconozca en mi vida ordinaria, sencilla, la de cada día.

Jesús Mateo. Sacerdote

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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo.

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