Jesús
Mateo, sacerdote de Valladolid me envía el Comentario del Evangelio
de cada día, y yo con gran placer lo edito en mis blogs católicos de
difusión. Sé que hay muchas entradas porque muchos lo reciben y comparten para
ayudarse en su tiempo de oración.
P. Javier Olivares.
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16 de noviembre, jueves 2023
JESÚS DECÍA A LA GENTE: "EL REINO DE DIOS ESTÁ EN MEDIO DE VOSOTROS". (Lc 17, 20-25).
Es una
maravilla; una gracia de Dios que su Reino esté en medio de nosotros. El Reino
de Dios es como una semilla, que el Señor ha plantado en nuestro corazón el día
de nuestro Bautismo y va creciendo y creciendo a lo largo de nuestra vida.
Sí. El Reino de Dios está dentro de nosotros. Es un misterio. Si estamos en gracia de Dios, Él está en nuestra alma. Somos Templos de la Santísima Trinidad, de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo. Lo sentimos en nuestro corazón a lo largo de todo el día, al levantarnos, durante el día, en el trabajo, en la cocina, por la tarde y al acostarnos, estando solos o acompañados.
Dios nos
guía momento a momento, y nos inspira lo que debemos hacer o decir. Y no
solamente cuando rezamos o hacemos oración nos da esas luces, sino que, en la
mayoría de las ocasiones, nos las concede en medio de las ocupaciones del
día. Serás
consciente de que has recibido luces abundantes en la vida ordinaria, en
el trabajo, en el estudio, "entre los pucheros", en el campo, en la
naturaleza, por la calle, en la enfermedad, en la Cruz, en las alegrías...
Me comentaba
un padre de familia cómo él vivía la presencia de Dios y cómo le ayudaba la
virtud de la esperanza a vivir con paz y con alegría. Cada noche al acostarse
piensa en positivo y con esperanza, convencido de que lo mejor está por
venir. Ello le ayuda a vivir y dormir en la presencia de Dios y a ser positivo
y a evitar pensamientos negativos.
Vivir y
dormir en la presencia de Dios es como mejor se vive y se duerme, conscientes
de que Dios está dentro de nosotros.
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con
Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo.
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