Día 25 de agosto
S. Luis Rey de Francia
San Luis, Rey
de Francia
Nace en Poissy
el 25 de abril de 1214, y a los doce años, a la muerte de su padre, es coronado
rey. Hasta 1234, en que es declarado mayor de edad, está bajo la regencia de su
madre. En el mismo año contrae matrimonio con Margarita de Provenza. Después de
un reinado fecundo, muere en Túnez el 25 de agosto de 1270. Fiesta: 25 de
agosto.
Hombre de gran
talla espiritual, Luis IX, Rey de Francia, se muestra a la altura del papel que
la Providencia le ha señalado, aprovechando las circunstancias históricas que
le tocan vivir para llegar a ser santo. Su profunda religiosidad destaca en
todo momento, apareciendo a los ojos de la Historia como un asceta que, a
través del gobierno de su nación, llega a ser modelo de legisladores
cristianos.
Del testamento espiritual
de San Luis a su hijo
(Acta Sanctorum Augusti 5 [1868]1, 546)
(Acta Sanctorum Augusti 5 [1868]1, 546)
Hijo amadísimo, lo primero que quiero enseñarte es que ames al Señor, tu
Dios, con todo tu corazón y con todas tus fuerzas; sin ello no hay salvación
posible. Hijo, debes guardarte de todo aquello que sabes que desagrada a Dios,
esto es, de todo pecado mortal, de tal manera que has de estar dispuesto a
sufrir toda clase de martirios antes que cometer un pecado mortal. Además, si
el Señor permite que te aflija alguna tribulación, debes soportarla
generosamente y con acción de gracias, pensando que es para tu bien y que es
posible que la hayas merecido. Y, si el Señor te concede prosperidad, debes
darle gracias con humildad y vigilar que no sea en detrimento tuyo, por
vanagloria o por cualquier otro motivo, porque los dones de Dios no han de ser
causa de que le ofendas. Asiste, de buena gana y con devoción, al culto divino,
mientras estés en el templo, guarda recogida la mirada y no hables sin
necesidad, sino ruega devotamente al Señor con oración vocal o mental. Ten
piedad para con los pobres, desgraciados y afligidos, y ayúdales y consuélalos
según tus posibilidades. Da gracias a Dios por todos sus beneficios, y así te
harás digno de recibir otros mayores. Obra con toda rectitud y justicia, sin
desviarte a la derecha ni a la izquierda; ponte siempre más del lado del pobre
que del rico, hasta que averigües de qué lado está razón. Pon la mayor
diligencia en que todos tus súbditos vivan en paz y con justicia, sobre todo las
personas eclesiásticas y religiosas. Sé devoto y obediente a nuestra madre, la
Iglesia romana, y al sumo pontífice, nuestro padre espiritual. Esfuérzate en
alejar de tu territorio toda clase de pecado, principalmente la blasfemia y la
herejía. Hijo amadísimo, llegado al final, te doy toda la bendición que un
padre amante puede dar a su hijo; que la Santísima Trinidad y todos los santos
te guarden de todo mal. Y que el Señor te dé la gracia de cumplir su voluntad,
de tal manera que reciba de ti servicio y honor, y así, después de esta vida,
los dos lleguemos a verlo, amarlo y alabarlo sin fin. Amén.
ORACIÓN DE SAN LUIS
REY
Señor enséñame a ser generoso, a servirte como lo mereces, a dar
sin medida a combatir sin miedo a que me hieran, a trabajar sin
descanso,
y a no buscar más recompensa que el saber que hago tu santa y divina
Voluntad. Amén.
Leer más; enlace:
Otro S.Luis, Obispo, sobrino nieto del anterior
cuya fiesta se celebró el día 17 de agosto.
SAN LUIS,Obispo y Confesor
n. 1274 en Nocera, Italia; † 1297
Buscando hoy día 25 de agosto aS. Luis Rey de Francia, encontré a este San Luis Obispo, sobrino nieto de S. Luis Rey de Fancia. El tío abuelo influyó en el sobrino con la llamada a la santidad.
"Que vuestra modestia sea conocida de todos los hombres, pues el día del Señor está cerca".
(Filipenses 4, 5)
San Luis, hijo de Carlos II, rey de Nápoles, y sobrino nieto de San Luis, rey de Francia, fue dado como rehén a Pedro, rey de Aragón. Vuelto a la libertad, rechazó un magnífico casamiento y la corona de Nápoles, para permanecer fiel al voto que durante su cautividad había emitido de entrar en la Orden de San Francisco.
“Jesucristo –dijo el santo– es mi reino: poseyéndolo, poseo todo; si lo perdiese, pierdo todo”.
Elevado, no obstante su resistencia, a la sede episcopal de Tolosa, edificó a su pueblo con una caridad sin límites y una admirable modestia. Siempre iba acompañado por un religioso encargado de decirle sus faltas. Murió prematuramente, en el año 1297, contando apenas 23 años de edad.
Por eso pone su página esta Meditación:MEDITACIÓNSOBRE LA MODESTIA
I. La modestia es una virtud que regula el exterior del hombre; debes practicarla, porque no conviene a un cristiano, que debe ser la imagen y copia de Jesucristo, ser descompuesto en sus palabras o en sus actos. Dios está en todas partes; tu buen Ángel te ve; los hombres son testigos de tus inmodestias y se escandalizan de ellas. Todos estos motivos deberían persuadirte a amar esta hermosa virtud, que tanta gloria procura a Dios y tanto bien hace al prójimo. ¡Qué hermoso es dar buenos ejemplos! (San Ambrosio).
II. Para practicar la modestia, es necesario que consideres tu edad, tu condición, tu género de vida, el tiempo, el lugar y las ocasiones en que te encontrares. Tus miradas deben ser modestas, tanto como tus palabras, tus acciones y todo tu exterior; en una palabra,
de tal modo
debes comportarte que se pueda decir de ti: “Así es como andaba Jesucristo, así es como obraba y conversaba con los hombres”. Quien profesa creer en Jesucristo, debe regular su conducta según la de su Maestro (San Jerónimo).
III. La modestia exterior depende de la interior; el rostro no es sino el reflejo de los sentimientos del alma. Si tus pasiones están bien mortificadas, si tu corazón está ocupado continuamente con el pensamiento de Dios, no tendrás mucho trabajo en ser modesto. Tu alma, encontrando su contento en el interior de sí misma, no lo buscará en el exterior. Los sentimientos se manifiestan en nuestro continente, y el rostro es el espejo del alma y la expresión de las costumbres (San Isidoro).
Y S. Josemaría en CAMINO:
Santa Pureza ·
ORACIÓN
Puntos de Camino
128 El pudor y la modestia son
hermanos pequeños de la pureza.
y 129. Sin la santa pureza no se puede
perseverar en el apostolado.
ORACIÓN
Haced, oh Dios omnipotente, que esta venerable solemnidad del bienaventurado S.Luis, obispo,vuestro confesor y pontífice, aumente en nosotros el espíritu de piedad, el amor a la
santa pureza y el deseo de la salvación. Por JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.
Amén
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