Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
Día 23 de junio del 2017
Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
La
Iglesia celebra la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús el viernes posterior
al II domingo de Pentecostés.
Todo el mes de junio está, de algún modo,
dedicado por la piedad cristiana al Corazón de Cristo.
La
devoción al Corazón de Jesús es de origen medieval, siendo los escritos de
santa Matilde de Hackeborn, santa Gertrudis de Helfta y santa Ángela de Foligno
los testimonios más antiguos.
Sin
embargo, la fuente más importante de la devoción, en la forma en que la
conocemos actualmente, es santa Margarita María Alacoque de la Orden de la
Visitación de Santa María, a quien Jesús se le apareció. En dichas apariciones,
Jesús le dijo que quienes oraran con devoción al Sagrado Corazón, recibirían
muchas gracias divinas.
Ya
hemos indicado que la devoción al Sagrado Corazón de Jesús ha existido desde
los primeros tiempos de Iglesia. Sin embargo, hay una fecha concreta en que
esta devoción pasó a vivirse con un enfoque determinado; enfoque que lo dio el
mismo Jesús a santa Margarita María de Alacoque el 27 de diciembre de 1673.
El
confesor de santa Margarita María Alacoque fue san Claudio de la Colombière,
quien, creyendo en las revelaciones místicas que ella recibía, propagó la
devoción.
Los
jesuitas extendieron la devoción por el mundo a través de los miembros de la
Compañía, y los libros de los jesuitas Juan Croisset y José de Gallifet fueron
fundamentales para esta difusión.
A
pesar de controversias y de opositores, como los jansenistas, los fieles
confiaron en la promesa que Jesús hizo a la santa: "Mi Corazón reinará a
pesar de mis enemigos".
"Mi Corazón reinará a pesar de mis enemigos".
7 Propósitos:
1.-Acercarse
siempre al banquete eucarístico con el corazón purificado por la gracias de la
absolución; prepararse cuidadosamente a la comunión y examinar a menudo los
frutos que sacan de ella.
2.-Ir varias veces al día, por lo menos de corazón, al pie del tabernáculo a hacer
actos de desagravio para reparar la ingratitud de los hombres y corresponder en
cierto modo a las excesivas finezas del amantísimo Corazón de Jesús.
3.-En la tentación, procurarme unirme fuertemente a Jesús para alcanzar la gracia
de serle constantemente fiel.
4.-Rogar a menudo a Jesús, que penetre nuestras almas de la verdadera compunción,
y que las anime del espíritu de penitencia.
5.-Sufrir de buena gana todas las penas y aflicciones que sobrevengan en unión de
Jesús y de María.
6.-Fijar constantemente nuestra vista en modelos de perfección; consagrar a su
servicio lo que nos queda de vida y
persuadirnos que para ser agradables a Dios, es preciso imitar a Jesús y María.
7.-En
las penas interiores, en el olvido y abandono de las criaturas, unirnos
estrechamente a Jesús y soportar con él sobre la cruz este abandono de Dios y
de los hombres.
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