Jesús Mateo es un Sacerdote amigo de Valladolid, que me manda
diariamente un lindo comentario del
Evangelio. Pienso que vale la pena compartirlo con los sacerdotes y con los seglares que lo soliciten. Lo pongo todos
los días en dos de mis Blogs católicos. Franja
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2 de Noviembre, lunes de 2020.
Comentario del Evangelio: CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS."EN LA CASA DE MI
PADRE HAY MUCHAS ESTANCIAS, Y ME VOY A PREPARAROS SITIO". (Jn 14,
1-6). (II)
Ayer hablábamos del Cielo. ¿Iremos tú y yo al Cielo? ¿Nos
salvaremos?
Si muriéramos en este momento, ¿dónde iríamos? ¿Estamos en
gracia de Dios, en paz con Dios?
Me llenan de esperanza las palabras de Jesucristo en el
Evangelio de hoy: "ME VOY A PREPARAROS SITIO".
Pero..., me tengo que ganar el Cielo, como los Santos del Cielo.
Ellos SE SANTIFICARON A
TRAVÉS DE UNA VIDA CORRIENTE.
Vivieron, como tú y como yo, en este mundo con dificultades y
tentaciones parecidas a las nuestras, y vencieron. Pasaron por esta vida
sembrando paz y alegría con naturalidad, sin apenas darse cuenta de ello. Su
vida fue sencilla, sin llamar la atención a los ojos de los hombres, sí a los
de Dios.
¿Tuvieron defectos? Claro que sí, pero te voy a decir su
secreto: que lucharon por vencerlos y superarlos.
Ahí radicó su santidad, porque santo no es el que nunca cae,
sino el que siempre se levanta.
¿Qué hicieron nuestros padres y nuestros antepasados?
Santificaron el trabajo de cada día, se santificaron en su
trabajo, y santificaron a los demás con su trabajo.
Eso es lo que hicieron nuestros familiares que están, ya, en el
Cielo.
A mí me da mucha alegría pensar y escuchar palabras como éstas: "mi
abuelita, mi mamá, mi esposo, mi hermano, mi hija..., "era una
santa". Y es verdad.
NOS ESPERAN EN EL CIELO E INTERCEDEN POR NOSOTROS.
También puede ocurrir que estén en el PURGATORIO Y NECESITEN
NUESTRAS ORACIONES. (Las tuyas y las mías)
Como sabes, el mes pasado la Iglesia beatificó a un adolescente de quince años, Carlo Acutis.
Dios le reveló que su abuelo estaba en el Purgatorio y que debía
rezar por él. Desde ese día pidió con más insistencia por su abuelo.
RECEMOS POR NUESTROS DIFUNTOS.
La mejor oración es la Santa Misa. También podemos rezar el
Santo Rosario y ofrecer el trabajo de cada día.
PENSEMOS EN LAS POSTRIMERÍAS. Pidamos a San José una buena
muerte.
Tú y yo, ¿alcanzaremos el Cielo?
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague este
esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca.
Que el Señor nos bendiga y nos guarde. Un abrazo. Franja.
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Confeccionado por Franja.
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