COMENTARIO: "LA PARÁBOLA DE LAS VÍRGENES PRUDENTES Y NECIAS" (Mt 25, 1-13)

Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona

D. Jesús Mateo me envía el presente comentario:

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27 de agosto, viernes de 2021

COMENTARIO: "LA PARÁBOLA DE LAS VÍRGENES PRUDENTES Y NECIAS" (Mt 25, 1-13)

De nuevo el Señor nos habla de la muerte y  del fin del mundo. Comenta en el Evangelio de hoy que el reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. Este tardaba en llegar, y todas se durmieron. De pronto las diez oyeron que llegaba el esposo y se despertaron. Comenzaron a preparar sus lámparas. Las necias no tenían aceite para sus lámparas. Se ponen nerviosas, gritan, lloran y piden a las prudentes que les den su aceite. Estas les aconsejan que vayan a comprarlo. Mientras fueron a la tienda llegó el esposo y entraron con él las que estaban preparadas. El esposo cerró la puerta.

Cuando llegaron las necias pidiendo que les abriera, el esposo les dijo: NO OS CONOZCO. ¡¡¡Qué  tontas fueron estas cinco vírgenes necias!!!

Qué pena que esto nos pueda ocurrir a ti y a mí: que estemos ocupados en cien mil cosas y no hayamos atendido sobre todo la única necesaria, que es vivir para el Señor.

 

¡¡¡Qué listas fueron las cinco prudentes!!! Estuvieron preparadas para el encuentro con el esposo. Hemos de estar, tú y yo, alerta y preparados; con las lámparas encendidas; con el aceite del amor y de la gracia de Dios. Además, hemos de perseverar hasta el fin de nuestra vida.

Esa es la persona santa, la que persevera, la que se levanta de sus caídas una y otra vez, sin desanimarse. Dios nos pide que luchemos contra nuestros defectos. A ello nos ayudará la oración diaria y el trato intenso y continuo con el Señor.

 

Esperemos a Dios Nuestro Señor "con las lámparas encendidas". Estemos atentos, vigilantes, bien preparados, con una vida cristiana rica en amor a Dios y al prójimo,  para "entrar con el Esposo al banquete de bodas". ¡¡¡MERECE LA PENA!!!

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.

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