DIJO JESÚS A SUS DISCÍPULOS: "LA PAZ OS DEJO, MI PAZ OS DOY" (Jn 14, 27-31)

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D. Jesús Mateo, sacerdote de Valladolid me  envía el Comentario del Evangelio de cada día,  y yo con gran placer lo edito en mis blogs católicos de difusión. Sé que hay muchas entradas porque muchos lo reciben y comparten para ayudarse en su tiempo de oración.

P. Javier Olivares.

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9 de mayo, martes 2023

 

DIJO JESÚS A SUS DISCÍPULOS:  "LA PAZ OS DEJO, MI PAZ OS DOY" (Jn 14, 27-31)

 

Este era y es el saludo de Jesucristo: la paz esté con vosotros; no temáis, soy yo; la paz os dejo, mi paz os doy. ¡Cuánto vale la paz! Es un don de Dios. Jesucristo es nuestra paz. Y tú y yo, hijos de Dios, debemos ser sembradores de paz y de alegría. Para un hijo de Dios, todo es para bien. En todo hemos de ver la mano de Dios. 

Hay personas admirables, ejemplares. Irradian paz y bondad. Están siempre en manos de Dios,  en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza.

 

Qué buen consejo el que nos da hoy el Señor en el Evangelio: que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Y es verdad. Dios sabe más y escribe derecho en renglones torcidos. Dios es nuestro Padre que nos ama con un cariño personal e infinito. Nos dice el mismo Jesucristo que si Dios cuida de los lirios del campo y de las aves del Cielo, cómo no va a cuidar de nosotros que somos hijos suyos, y afirma que no cae un cabello de nuestra cabeza que no lo sepa y permita nuestro Padre Dios. 

Nuestra esperanza es el Cielo.

Estamos en buenas manos, en las manos de Dios, Nuestro Padre. Confiemos en él. En todo momento nos protege. Nunca decepciona. Te comentaba antes que me maravillan las personas de paz y de esperanza. Nuestra esperanza es el Cielo. Esa es nuestra meta. Soy consciente de que no es nada fácil vivir alegres y esperanzados "en este valle de lágrimas". 

Acudamos a Nuestra Señora, Abogada Nuestra, que nos mire con sus ojos misericordiosos y nos ayude a vivir en paz y con alegría.

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo.

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