D.
Jesús Mateo, sacerdote de Valladolid me envía el del Evangelio de
cada día, y yo con gran placer lo edito en mis blogs católicos de
difusión. Sé que hay muchas entradas porque muchos lo reciben y comparten para
ayudarse en su tiempo de oración.
P.
Javier Olivares.
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30 de julio, domingo 2023
"EL
TESORO ESCONDIDO Y LA PERLA PRECIOSA" (Mt 13, 44-52)
Qué bonitas son las parábolas del tesoro escondido y la perla preciosa. El labrador encuentra el tesoro escondido en el campo después de buscarlo; en cambio el comerciante la encuentra sin buscarla. Así ocurre, Señor, contigo. Unos te encuentran sin buscarte, sin querer, como San Pablo, San Mateo y tantos y tantos. Y otros te encuentran buscándote con verdaderos deseos.
Hoy, domingo XVII del tiempo ordinario, es el día del Señor. Se renueva en el Altar el Sacrificio de la Cruz. Vivamos en familia el Domingo. Vivamos con alegría el dies Dómini. ¿Encontraremos al Señor? ¿Tendremos un encuentro personal con Jesucristo? ¿Será para nosotros, Cristo, para ti y para mí, nuestro tesoro? Comentaba el Papa, hace unos días, que si salimos de Misa sin haber visto algo nuevo es que no hemos participado bien en ella.
Me llama mucho la atención y me llena de alegría una gran noticia que están dando los medios de comunicación: Más de setenta mil jóvenes españoles se van a reunir en Lisboa con el Papa con motivo de la JMJ. No sé cuántos serán los jóvenes del mundo entero que van en busca de Jesucristo.
Pidamos por ellos para
que encuentren a Cristo, se enamoren de Cristo y den a conocer a Cristo. Ojalá
que para ellos y para ti y para mí, y para el mundo entero, Jesucristo sea el
tesoro escondido, la perla preciosa.
Sé por otras jornadas anteriores que muchos jóvenes encontraron su Camino. Muchos se decidieron a ser sacerdotes.
Muchas vieron su vocación de almas contemplativas y entraron en un convento de clausura.
Muchos y muchas
encontraron a Cristo en el noviazgo y en el matrimonio y muchos y muchas
emprendieron un camino de santidad viviendo el celibato apostólico en medio del
mundo.
Tú y
yo pedimos luces nuevas para encontrar el tesoro escondido, que no es otro
que Cristo. Él es el único que nos hace felices. Es el único que llena nuestro
corazón de paz y de alegría y sacia nuestra hambre y nuestra sed. Vale la pena
venderlo todo por este tesoro. Prueba y lo verás.
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la
Virgen y con San José su castísimo esposo.
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