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UN COLLAR DE PERLAS
Teresa era una linda niña de cinco años de
ojos relucientes. Un día mientras ella con su mamá visitaban una tienda,
Teresa vio un collar de perlas de plástico que costaba $2.50 ¡Cuánto deseó poseerlo! Preguntó a su mamá si se lo compraría, su
mamá le dijo:
- Hagamos un trato, yo te compraré el collar y cuando lleguemos a
casa haremos una lista de tareas que podrás realizar para pagar el collar. Y no
te olvides que para tu cumpleaños es muy posible que tu abuelita te regale un dólar, ¿está bien?.
Teresa estuvo de acuerdo y su mamá compró el
collar de perlas. Teresa trabajó con tesón todos los días para cumplir con sus
tareas, tal como su mamá le mencionara, su abuelita le regaló un dólar para su
cumpleaños.
En poco tiempo Teresa canceló su deuda. Teresa amaba sus perlas, las llevaba puestas a
todas partes. El único momento que no las usaba era cuando se bañaba, su mamá
le había dicho que las perlas con el agua le
pintarían el cuello de verde.
Teresa tenía un padre que la quería
muchísimo. Cuando Teresa iba a su cama, él se levantaba de su sillón para leerle
su cuento preferido. Una noche, cuando terminó el cuento, le dijo:
-"¿ Teresa tú me quieres?
-"¡Oh sí,
papá, tú sabes que te quiero!".
-Entonces, regálame tus perlas" le dijo el papá.
-¡Oh, papá! ¡No mis perlas!" Dijo Teresa, "Pero te doy a Rosita, mi muñeca favorita. ¿La recuerdas? Tú me la
regalaste el año pasado por mi cumpleaños y te doy su ajuar también, ¿está bien papá?
-"No hijita, no
importa".
Una semana después, nuevamente su papá le
preguntó al terminar el cuento:´
-" -,Teresa, tú me quieres?",
-"¡Oh
si papá, tú sabes que te quiero!
-"Regálame tus perlas", volvió a
decirle.
-"Oh, papá! ¡No mis perlas!, Pero te
doy a Lazos, mi caballo de juguete, ¿lo recuerdas? Es mi favorito, su pelo es
tan suave y tú puedes jugar con él y hacerle trencitas. Tú puedes tenerlo si quieres
papá".
-“No hijita", le dijo su papá dándole
un beso en la mejilla, "Dios te bendiga, felices sueños".
Algunos días después, cuando el papá de Teresa entró a su dormitorio para leerle un cuento, Teresa estaba sentada en su
cama y le temblaban los labios,
-"Toma papá" dijo, y estiró su mano. La abrió y en su interior estaba su querido
collar, el cual entregó a su padre. Con una mano él tomó las perlas de plástico
y con la otra extrajo de su bolsillo una cajita de terciopelo azul.
Dentro de la cajita había unas hermosas
Perlas Genuinas. Él las había tenido todo este tiempo, esperando que Teresa renunciara a la baratija para poder darle la pieza de valor.
Y así es también con nuestro Padre
Celestial. Él está esperando que renunciemos a las cosas sin valor en nuestras
vidas para darnos preciosos tesoros.
Esto me hace pensar las cosas a las cuales
me aferro y me pregunto:
-¿Qué es lo que Dios me quiere dar en su lugar?
Piensa en aquellas cosas que te puedan apartar de Dios y si estás dispuesto/a a dejarlas por lo que Dios te ofrece de más valor.
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Precioso relato. Gracias
ResponderEliminarLos amigos incondicionales siempre aparecen en el momento preciso. Me alegro de que te gustara. A mi me ha gustado y por eso lo he puesto pensando en alguna en particular y en alguno. porque todos tenemos que dejar algo por otras cosas que nos da el Señor y que valen la pena. Franja
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