Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
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D. Jesús Mateo me envía todos los días un comentario del
Evangelio que lo encuentro muy aprovechable para los sacerdotes y para algunos
laicos con vida interior y deseos de mejorar su vida cristiana.
Por eso lo incluyo en un blog de internet, que hace tiempo está
haciendo difusión del bien. Al menos esa es mi intención.
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26 de Octubre, sábado de
2019
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COMENTARIO: "SI NO OS CONVERTÍS, TODOS PERECERÉIS DE IGUAL MANERA"
(Lc 13, 1-9)
Señor, en toda predicación constantemente haces referencia al
Juicio final. Nos comentas en el Evangelio de hoy dos episodios con muertes
masivas, y nos dices que todos tenemos que morir, y debemos convertirnos para
que la muerte, sea cuando sea, nos llegue estando preparados. Gracias, Señor.
Además nos pones esta
parábola:
"Uno tenía una higuera plantada en su viña y fue a buscar
fruto en ella, y no lo encontró. Dijo
entonces al viñador: Ya ves, tres años llevo viniendo a buscar fruto en
esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a a
perjudicar el terreno? Pero el viñador
respondió: Señor, déjala todavía este año y mientras tanto yo cabaré alrededor
y echaré
estiércol, a ver si da fruto en adelante. Si no, la puedes
cortar."
Insiste el Señor en la necesidad de producir frutos abundantes
correspondiendo a las gracias recibidas.
Junto a este imperativo
profundo, Jesucristo pone de relieve la paciencia de Dios en la espera de estos
frutos. "Él no quiere la muerte del pecador sino que se convierta y
viva", como enseña San Pedro.
Esta clemencia divina, sin embargo, no puede llevarnos a
descuidar nuestros deberes, adoptando una postura de pereza y comodidad que
haría estéril la propia vida
Dios aunque es Misericordioso también es Justo y castiga las
faltas de correspondencia a su gracia.
Nos debe doler nuestra falta de correspondencia a la
gracia; el comprobar que podríamos dar más y no nos decidimos y nos resistimos;
que podríamos entregarnos del todo y no lo hacemos.
Nos debe doler porque, además
está en juego nuestra felicidad
temporal y la eterna.
Te invito a preguntarte conmigo:
¿Encuentras, Señor, en mí, el fruto que buscas ?
¿Qué puedo hacer para que cabes alrededor y eches estiércol en
esta vida tuya que soy yo?
¿Si tuviera que presentarme, ahora, delante de Ti, Señor, me
encontrarías con las manos llenas?
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Pidamos a la Virgen María que no decaiga este deseo de buscar el
bien espiritual de los amigos. Franja.
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Confeccionado en este blog por Franja.
Felicidades a D. JESÚS Mateo por su esfuerzo
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