Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
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Jesús
Mateo, es un sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente un lindo comentario del Evangelio, que vale
la pena meditarlo y compartirlo, además de con los sacerdotes, también con
los seglares que lo soliciten. Lo pongo también todos los días en uno de
mis Blogs. Franja.
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20
de marzo, viernes de 2020
Comentario:
AMARÁS AL SEÑOR, TU DIOS, CON TODO TU CORAZÓN, CON TODA TU ALMA, CON TODA TU
MENTE, CON TODO TU SER". Y AMARÁS A
TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO"(Mc 12, 28-34).
Me
gusta la pregunta que le hicieron a Jesús en esta ocasión.
Es
un Evangelio que deberíamos aprender de memoria, porque en él se recoge la
esencia de nuestra fe. (Si en tu casa hay niños, les propongo una pequeña tarea:
que lo aprendan de memoria. También te lo aconsejo a ti).
Lo
narra así San Marcos:
"Un
escriba se acercó a Jesús y le preguntó: ¿Qué mandamiento es el primero de
todos? Respondió Jesús: El primero es: Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al
Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser.
El
segundo es este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay mandamiento mayor
que estos".
Si
me preguntas: ¿Quiénes son los que aman Dios sobre todas las cosas?
Te
digo con sinceridad que son personas como tú y yo que ofrecen a Dios, con paz y
amor, las circunstancias actuales.
Por
ejemplo:
Cumple
el primer Mandamiento quien se levanta con puntualidad, a la hora que suena el
despertador, venciendo la pereza.
El
que reza brevemente una oración al Señor ofreciéndole el día.
Después
del aseo personal prepara su desayuno,
recoge su habitación, hace la
cama y empieza sus horas de estudio o de trabajo.
Durante
la mañana trabaja honradamente y ofrece sus quehaceres y obligaciones, siendo
consciente de que eso es lo que Dios quiere de un cristiano.
Al
final de la mañana, cansado, pero dejando el cansancio, a la puerta de su casa,
entra con una sonrisa, pendiente de los demás.
¿No
te parece que he estado reflejando tu vida?
Si lo vives así, estás amando a Dios y te estás santificando en y con
las cosas de cada día, porque la santidad no consiste en hacer cosas raras, o difíciles, sino justamente "en transformar la prosa diaria en endecasílabo,
en verso heroico".
Al
mismo tiempo has amado al prójimo si te has comportado bien con los compañeros
del trabajo y con tu familia.
Por
ejemplo: Si eres amable, educado, si ayudas sin quejarte, si estás pendiente de
los demás, si tienes ordenadas tus cosas, tu habitación, tu armario de ropa.
Una pregunta: ¿Lo podría ver y abrir, en este momento, alguien que llegara a tu
casa?
Jesús
Mateo. Sacerdote.
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Que
Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone
nunca. Franja.
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Confeccionado
por Franja
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