Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
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Jesús Mateo, Sacerdote,
es un sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente un lindo comentario del Evangelio, que vale
la pena meditarlo y también compartirlo,
además de con los sacerdotes, con los
seglares que lo soliciten. Lo pongo también todos los días en dos de mis Blogs
católicos. Franja
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24 de Mayo, Domingo, de 2020
Comentario:"SOLEMNIDAD
DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR A LOS CIELOS" (Mt 28, 16-20)
Es el último de los
Misterios del Señor: Su Ascensión a los Cielos.
San Mateo concluye su
Evangelio con la despedida de Jesús a
sus Apóstoles y a sus discípulos.
Es San Lucas el que más
detalles nos da en su Evangelio y en los Hechos de los Apóstoles.
Nos dice este Evangelista
que "Jesús los llevó hasta cerca de Betania, y levantando sus manos, les
bendijo, y mientras los bendecía se alejaba de ellos y era llevado al
Cielo" (Lc 24, 50)..."Diciendo esto, fue arrebatado a vista de
ellos y una nube les sustrajo a sus
ojos". (Hech 1, 9).
Ellos sabían que la nube
era siempre en el Antiguo Testamento el signo visible de Dios, el símbolo de su
misterio, de su gloria y su majestad.
La ASCENSIÓN del Señor es un triunfo, no una pérdida. Ni
siquiera pérdida para los que aquí quedamos. Hay en la tradición cristiana una
cierta nota de tristeza añadida a esta alegría
de la Ascensión: la de la orfandad de los que aún peregrinamos en el
mundo.
Fray Luis de León recogió esta nostalgia en uno de sus más
bellos poemas:
¿Y dejas, Pastor santo,/ tu
grey en este valle hondo, oscuro,/con soledad y llanto/ y tú, rompiendo el
puro/ aire, te vas al inmortal seguro?/
Los antes bienhadados/ y
los ahora tristes y afligidos/ a tus pechos criados/ de ti desposeídos/ ¿a dó
convertirán ya sus sentidos?/.
.................................
El poema es bellísimo,
pero no está del todo acertado.
Cristo no nos deja
huérfanos, sino que se quedó más definitivamente entre nosotros y con nosotros
verdadera y realmente hasta la consumación de los siglos.
San Lucas concluye su
relato afirmando que los "discípulos volvieron a Jerusalén llenos de
alegría".
Al verle subir triunfante hacia el Padre, empezaron a
entender algo y a creer que el Señor se iba al Cielo para prepararles un
morada. Les esperaba en el Cielo.
También, a ti y a mí, nos
espera en el Cielo. "Vivamos ya como ciudadanos del Cielo" (Hech 1,
12-14).
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague este esfuerzo diario y que Santa María la Virgen
no nos abandone nunca. Franja.
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Confeccionado por Franja.
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