Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
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Jesús Mateo es un
Sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente un lindo comentario del Evangelio, que vale
la pena meditarlo y también
compartirlo,o además de con los sacerdotes, con los seglares que lo soliciten.
Lo pongo también todos
los días en dos de mis Blogs católicos. Franja
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27 de Junio, sábado, de
2020
Comentario del
Evangelio " EL CENTURIÓN LE REPLICÓ A JESÚS: SEÑOR, NO SOY DIGNO DE QUE
ENTRES EN MI CASA".(Mt 8, 5-17).
Este hombre era
excepcional. Me impresiona su fe. Además era una gran persona e importante. Se
trata de un Centurión, oficial del
ejército romano que tenía mando sobre cien soldados. Este hombre no pide para él sino para
un criado. ¡Qué buena persona!
Le manifiesta a Jesús que
tiene un criado enfermo, en cama, paralítico y con grandes dolores.
El Señor le dice:
"Voy yo a curarlo".
Pero el centurión le
replicó:
"Señor, no soy digno
de que entres en mi casa. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará
sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y
le digo a uno: Ve y va; al otro: Ven, y viene; a mi criado: Haz esto, y lo
hace".
Me admira la fe y la
humildad de este hombre.
¿Cómo es posible tanta fe
en un hombre pagano?
Fíjate en lo que dice el
Evangelio: "Al oírlo, Jesús"quedó
admirado" y dijo a los que le seguían: En verdad os digo que en Israel no
he encontrado en nadie tanta fe".
Menudo panegírico el que
hizo Jesús de este hombre.
Dice el Evangelio que "quedó
admirado" de su fe.
Fue tan grande su fe que
después de XXI siglos la Iglesia, y tú y yo, repetimos las mismas palabras al
acercarnos a comulgar.
¿Cómo es nuestra fe? ¿Se puede
"admirar" de ella Nuestro Señor?
¿Pronuncio esas palabras,
al ir a comulgar, con la misma actitud que el Centurión? ¿Con la misma fe y
humildad?
Yo le pido al Señor,
pídelo tú conmigo: Aumenta mi
fe, mi pobre fe.
Al Centurión le dijiste:
Vete, que te suceda según has creído. Y como creyó, plenamente, en aquel
mismo momento, se puso bueno el criado.
En mi caso, Dios mío, no
obres según mi fe, que no es capaz de
hacer milagros, sino según la fe de tu Iglesia.
Haz que yo tenga la fe
del Centurión reconociendo que no soy
digno de " que entres en mi casa", PERO UNA PALABRA TUYA
BASTARÁ PARA SANARME
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague este esfuerzo diario y que Santa María la Virgen
no nos abandone nunca. Franja.
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Confeccionado por Franja.
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