Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
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Jesús Mateo es un Sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente un lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y también compartirlo, además de con los sacerdotes, con los seglares que lo soliciten.
Lo pongo también todos los días en dos de mis Blogs católicos. Franja
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11 de Junio, jueves de 2020
"EN LA FIESTA DEL CORPUS CHRISTI" ( I ) (Jn 6, 26-71).
El Domingo celebraremos la Solemnidad del Corpus Christi, la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.
El sentido de esta fiesta es la consideración y el culto a la presencia real de Cristo en la Eucaristía.
El centro de la fiesta había de ser, según describía ya el Papa Urbano IV, un culto popular reflejado en himnos y alegría.
Santo Tomás de Aquino, a petición del Papa, compuso el himno "Adoro te devote"
La procesión de la Custodia por las calles engalanadas de muchos lugares testimonian la fe y el amor del pueblo cristiano hacia Cristo que vuelve a pasar por nuestras ciudades y pueblos.
La procesión nació a la par que la fiesta.
Este año es distinto. Lo decimos con pena. Este año, debido al Coronavirus, no lo podemos celebrar con la SOLEMNIDAD de otros años.
No podrá salir el Santísimo por nuestras calles. Solamente lo celebraremos dentro de las Iglesias y en la intimidad de nuestros corazones.
A ello os INVITO con estas reflexiones.
"Adoro te devote, latens Deitas...Te adoro con devoción, Dios escondido, que estás verdaderamente oculto bajo estas apariencias. A ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte".
Así comienza el himno maravilloso que escribió Santo Tomás de Aquino.
Lo primero es ADORAR.
Solamente adoramos a Dios. Y para ello necesitamos un corazón sencillo y una mirada vigilante para lo divino, como María, José, los Pastores, los Magos..., como los pastorcitos de Fátima, como los niños de Primera Comunión...
Adoramos al "Dios escondido".
Es una suerte, una gracia especial, ver, descubrir, encontrar a ese Dios escondido.
Solamente lo "ven" los niños y los que se hacen como niños.
Tú y yo ¿lo vemos aunque esté oculto bajo las apariencias de pan y de vino?
Simeón, un anciano-niño, había esperado toda su vida la llegada del Mesías anunciado, y pudo exclamar ante Jesús Niño:
"Ahora, Señor, puedes sacar en paz de este mundo a tu siervo según tu palabra: porque mis ojos han visto a tu Salvador" (Lc 2, 29-30)
¿Podemos decir, tú y yo, lo mismo cuando nos acercamos al Sagrario y cuando comulgamos?
¿Con qué frecuencia y con qué devoción nos acercamos, tú y yo?
Si puedes, ¿porqué no comulgas a diario?
Hay personas que no pueden vivir sin la Comunión diaria. ¿Eres tú uno de ellos?
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague este esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.
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Confeccionado por Franja.
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Los niños hacen la
PRIMERA COMUNIÓN
Los niños hacen la
PRIMERA COMUNIÓN
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