D. Jesús Mateo es un
Sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente un lindo comentario del Evangelio, que vale
la pena meditarlo y también compartirlo,
además de con los sacerdotes también con
los seglares que lo soliciten. Lo pongo también todos los días en dos de
mis Blogs católicos. Franja
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7 de Septiembre, lunes de 2020
Comentario del Evangelio: "JESÚS, DIJO AL HOMBRE QUE TENÍA LA
MANO SECA: EXTIENDE TU MANO. LA EXTENDIÓ Y SU MANO QUEDÓ CURADA. (Mc 3, 1-6)
Ya hemos comentado que el
sábado había sido hecho no sólo para que el hombre descansara, sino para que
diera gloria a Dios. La Iglesia, desde el tiempo de los Apóstoles, trasladó la
observancia de este precepto al Domingo, día del Señor, para celebrar la
Resurrección de Jesucristo.
En esta ocasión, Jesús entró en la sinagoga, donde se encontraba un hombre que tenía la mano seca. Los fariseos le observaban por si lo curaba en Sábado para acusarle. Y dice al hombre que tenía la mano seca: Ponte en medio. Y les dice: Es lícito en Sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla? Ellos permanecían callados.
Tuvo que ser una escena impactante. Ante la pregunta de Jesús no quieren responder, y ante el milagro que realiza después no saben qué decir. Deberían haberse convertido, pero su corazón se ofusca y se llena de envidia y de furor y después del milagro empiezan a dialogar entre ellos, para ver cómo acabar con Él.
Lo que dice el Evangelio,
a continuación, es impresionante y escalofriante:
"Entonces, Jesús, mirándolos
con ira, entristecido por la ceguera de sus corazones, dice al hombre: EXTIENDE
TU MANO. La extendió, y su mano quedó curada".
Esta es la única vez en
que se alude a la indignación y a la tristeza de la mirada de Nuestro Señor
provocada por la hipocresía de los fariseos. Así mira el Señor a los
hipócritas.
Que, tú y yo, no demos motivo para que Jesús nos mire así.
¿Sabes lo que me ha llamado poderosamente la atención? El hombre de la mano seca.
Le dice el Señor: EXTIENDE LA MANO.
Este hombre, a pesar de
su experiencia anterior, fue dócil y obediente en llevar a cabo el esfuerzo que
se le pedía.
Es un gran ejemplo para
ti y para mí.
El Señor nos pide esta
misma actitud y confianza en lo que Él nos pide aunque nos parezca imposible.
EXTIENDE TU MANO...es
decir: esfuérzate en las cosas que Dios te pide; en las cosas pequeñas de cada
día.
El enfermo pudo decir: no
puedo, ya lo he intentado más veces y no he sido capaz..., entonces no se
hubiera curado.
Vamos a imitar, tú y yo,
a este hombre.
Tengamos presente la voz del Señor que nos dice:
EXTIENDE TU MANO
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague este esfuerzo diario y que Santa María la Virgen
no nos abandone nunca. Que el Señor nos
bendiga y nos guarde. Un abrazo.
Franja.
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Confeccionado por Franja.
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EXTIENDE TU MANO
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