Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
El
3 de diciembre
San Francisco Javier
Presbítero
(1506-1552)
San
Francisco Javier
San
Francisco Javier nació en el castillo de Javier en 1506, hijo de Juan de Jassu
y de María Azpilicueta. Ese mismo año moría Colón, después de haber alumbrado
un nuevo mundo, siguiendo la ruta del Sol. Y nacía Javier, que alumbraría un
nuevo mundo de las almas, la
India y Japón, siguiendo la ruta contraria. Y así España, con
las carabelas de Colón y las sandalias peregrinas de Javier inundaba con
destellos solares los dos hemisferios del planeta. Una hermosa conjunción de
soles.
Desde
1525 estudia Javier en París con su AMIGO Pedro Fabro. Vida estudiantil en el
Colegio de Santa Bárbara, junto a la Sorbona. Vida severa y a la vez movida y azarosa,
en que no faltaban aventuras y fiestas. Javier era de los más alegres. La vida
le sonreía. Sería un maestro famoso.
Hasta
que entra en su vida "el peregrino", un estudiante mayor, Ignacio de
Loyola. Javier recela de Ignacio, pero confiesa que le subyuga. El estratega
Ignacio espera la oportunidad. Cuando Javier parece más satisfecho de sí mismo,
Ignacio le espeta bruscamente: ¿que aprovecha al hombre ganar todo el mundo si
pierde su alma? Javier se resiste. Ignacio insiste y termina doblegando las
altivas almenas de Javier. De aquí, con su nueva brújula, partirán las nuevas
rutas que le llevarán a Oriente.
El
año 1534, 15 de agosto, es una fecha clave. Javier, con Ignacio, Fabro, Laínez,
Salmerón, Rodríguez y Bobadilla, en Montmartre, París, hacen votos de pobreza,
castidad y obediencia y de peregrinar a Tierra Santa. Van a Venecia, son ordenados
sacerdotes, pero no pueden ir a Tierra Santa.
Marchan
a Roma y se ofrecen a las órdenes del Papa. El año 1540 se dispersan. El rey de
Portugal pide a Ignacio dos misioneros para la India. Javier
ansiaba ser elegido. Ignacio elige a Rodríguez y Bobadilla. Éste cae enfermo y
le sustituye Javier. Tienen prisa en llegar a Lisboa para embarcar. Pasan por
Roncesvalles. No puede despedirse de los suyos. Javier sabía que nunca les
vería ya. Y daba prisa a la mula coja que montaba.
Desde
ahora las fechas se precipitan. El 1541 sale para la India. Trece meses de
arriesgada navegación, bordeando el continente africano. En mayo de 1542 llegan
a Goa. "¡Qué momento de emoción, el gritarles: Escuchad, y romper con
nuestro acento, la virginidad de un viento, que nunca oyó la Verdad !". (El Divino
Impaciente, de Pemán).
Misiona
Goa, Pesquería, Malaca, Macasar, Socotora, Célebes, Molucas, Singapur,
Travancore... poblados, islas, regiones. Traduce a las lenguas indígenas los
artículos de la fe y oraciones. Trabaja sin descanso. Tienen que sostenerle el
brazo, se le cansa de tanto bautizar. "¡Mano de Javier, que sembró
prodigios, bautizó un millón de paganos, calmó tempestades, sanó enfermos,
resucitó muertos, prodigó bendiciones por todas partes!".
Mano
de Javier, que escribía a Ignacio de rodillas, que escribió cartas inflamadas,
que tanto bien hicieron en Occidente. A los universitarios de Sorbona les urgía
a que se olviden de medros personales y ofrezcan sus personas y sus vidas para
trabajar en la salvación de las almas.
Pasa
dos años misionando en Japón. Vuelve a Goa. Organiza las misiones como legado
del Papa para todo el Oriente. Planea el viaje a China desde la isla de
Sanchón. La conversión de China influiría mucho en Japón...
Allí
muere, consumido por su celo apostólico, aquel divino impaciente- el 3 de
Diciembre de 1552, a
los 46 años de edad. Mientras, vieron que sangraba el Cristo del castillo de
Javier. Su cuerpo está en Goa, y un brazo en Roma, en la iglesia del Gesú.
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