Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
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D. Jesús Mateo, es un sacerdote amigo de Valladolid, que se dedica
pacientemente a mandarnos un pequeño comentario del Evangelio de la liturgia
del día. Y como es muy corto y enjundioso os hago participes. Franja
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Comentario (Día 24 de abril del 2019)
MIÉRCOLES DE LA OCTAVA DE PASCUA. (Jn 24, 13-35).
LOS DISCÍPULOS DE EMAÚS.
¡QUÉDATE CON NOSOTROS!
El Evangelio de hoy tiene ternura, delicadeza, amor.
Lo describe bellamente San Lucas:
«Aquellos dos discípulos se marchan tristes y abatidos de
Jerusalén; y van discutiendo por el camino.
(Nunca debemos estar
tristes).
En eso aparece el Señor « pero sus ojos no eran capaces de
reconocerlo» (Lc 24, 16)
¿No te parece que a veces nosotros no somos capaces de
reconocerlo, y está en nosotros y con nosotros?
Jesús se mete en su conversación y en su vida con delicadeza,
suavemente.
(Así hace contigo y conmigo).
Los discípulos de Emaús le manifiestan su enorme tristeza y su
gran desilusión y su falta de esperanza por la Muerte de Jesús.
(¿Nos puede estar
ocurriendo lo mismo a ti y a mí?)
Fíjate en lo que les dice Jesús: son palabras duras y fuertes:
«¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los
Profetas!
¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria?» (Lc 24,
19-21).
Jesús les reprende por su falta de fe. Les reprende con amor.
¿No crees que también nosotros merecemos esa reprensión?
Los dos discípulos de Emaús se sienten removidos por las
palabras del «caminante» y le piden: «Quédate con nosotros, porque atardece y
el día va de caída».
(Muy buena jaculatoria para que la digamos tú y yo.)
«Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa, pronunció la bendición, lo partió y lo dio. A
ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció».
(Pide conmigo que a ti y a mí se nos abran los ojos para ver a
Jesús).
¿Dónde podemos «ver» y «encontrar» a Jesús?
Especialmente en el Sagrario, en la Eucaristía. Allí te espera
para hacer contigo el camino de tu vida.
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen
no nos abandone nunca. Franja.
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