Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
D. Jesús Mateo, es un sacerdote amigo de Valladolid, que se dedica
pacientemente a mandarnos un pequeño comentario del Evangelio de la liturgia
del día. Y como es muy corto y enjundioso os hago participes. Franja
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Domingo, IV de Pascua. 12 de Mayo de 2019.
Comentario de EL BUEN PASTOR (Jn 10, 27-30). 12 de Mayo de 2019.
El Evangelio de hoy es muy breve, muy tierno y enjundioso.
Así lo narra San Juan:
Dijo Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas
me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las
arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre
me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano
de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».
Esta alegoría del Buen Pastor es muy entrañable. Les tuvo que
encantar a los que la oyeron.
Puesto a imaginarme... pudo suceder que pasase en ese momento un
pastor con sus ovejas y Jesús hiciera un panegírico de aquel pastor... Y les
hizo ver que Él es el BUEN PASTOR. (No se les olvidaría nunca «este sermón»).
Los primeros cristianos manifestaron una entrañable predilección
por la imagen del Buen Pastor de las que nos han dejado innumerables
testimonios en pinturas murales, relieves, dibujos que acompañan epitafios,
mosaicos y esculturas, en las catacumbas y en los más venerables edificios de
la antigüedad.
Todos ellos nos hablan de la misericordiosa ternura de nuestro
Salvador: «EL BUEN PASTOR».
Jesús llama a las ovejas
por su propio nombre
Dice Jesús que sus ovejas . escuchan su voz. Por tanto, nadie puede seguir al Señor si no escucha su
voz.
Jesús se desvive por sus ovejas. Da la vida por ellas.
Nos conoce por dentro, uno a uno; porque nos ama.
Nosotros hemos de conocerle más y mejor. Queremos conocerle
íntimamente.
Permíteme que haga una
pregunta: ¿Tú y yo escuchamos la voz del
Señor? Una voz dulce, amable, llena de cariño, y al mismo tiempo,
exigente. Y nos habla, a ti y a mi, personalmente; al oído; a solas.
Nos pide Dios Nuestro Señor: «Si hoy escuchará la voz del Señor,
no endurezcáis vuestro corazón...»
Jesús Mateo. Sacerdote
No hay una promesa mejor: «YO OS DOY VIDA ETERNA.
Señor, tu voz y tu persona me dan plena seguridad, porque estoy
en tus manos: Y nadie me.puede separar
de Ti, ni nadie me puede arrebatar de tus mansos.
Jesús Mateo. Sacerdote
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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen
no nos abandone nunca. Franja.
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Confeccionado por Franja
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