D. Jesús Mateo, es un sacerdote amigo de
Valladolid, que se dedica pacientemente a mandarnos un pequeño comentario del
Evangelio de la liturgia del día. Y como es muy corto y enjundioso os hago
participes. Franja
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Martes, 21 de mayo de 2019
Comentario a «MI PAZ OS DEJO, MI PAZ OS DOY» (Jn 14, 27-31)
Jesús nos deja un tesoro: Su Paz. Una paz, que es distinta de la
paz que da el mundo.
La paz del mundo, en palabras del Papa Francisco: «es un poco
superficial, una paz que no llega al fondo del alma. Por ello, es una paz que
procura una cierta tranquilidad y también un cierto gozo, pero solo hasta un
cierto nivel».
Es una paz frágil, superficial, temporal y siempre amenazada.
La paz de Jesús no es como la del mundo; no se sustenta en el buen estado de tus
cosas: en tener buena fama, tener
dinero, tener una vida profesional y familiar resuelta, o en haber resuelto los problemas que te agobiaban, ni
siquiera en satisfacer tales o cuales deseos.
No, la paz de Jesús no
viene de fuera, nace de tu interior, es un don del Espíritu Santo que habita en
tu alma. Por eso es más profunda, más duradera, más digna de ser gozada.
Es una paz auténtica. Sólo puedes pedirla a Jesús y recibirla como un don
de El.
La paz como dice el Papa Francisco: «Es una persona, es el
Espíritu Santo, y cuando el Espíritu Santo está en nuestro corazón, nadie puede
quitar la paz. ¡Ninguno! ¡Es una paz
definitiva!
«Cristo es «nuestra paz» (Eph 2,14).
Hoy y siempre, Él nos repite: «La paz os dejo, mi paz os doy; no
os la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se
acobarde».
Tú, ¿eres una persona de paz?
¿Tienes paz en tu alma?
¿A tu alrededor hay paz?
¿Somos sembradores de paz y alegría?
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen
no nos abandone nunca. Franja.
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