D. Jesús Mateo es un
sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente un lindo comentario del Evangelio. Pienso que
vale la pena compartirlo con los sacerdotes y con los seglares que lo soliciten. Lo pongo todos
los días en tres de mis Blogs católicos para mayor difusión. P. Franja
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10 de marzo, domingo 2022
“Domingo de Ramos (II) (San Lucas 23, 1-49.)
Comentario del Evangelio del Domingo de Ramos Dice Pilato: Como ven, este hombre no ha hecho nada que merezca la muerte”. (II) (San Lucas 23, 1-49.)
Comenzamos la Semana Santa. Vamos a vivirla intensamente, con piedad, con amor. Estemos muy cerca de la Virgen. Es sobrecogedora la Pasión de Nuestro Señor. ¡A cuántos ha convertido su lectura y su meditación! Que a ti y a mí se nos grabe a fuego lo que el Señor padeció y sufrió por nosotros, sí, por ti y por mí. Que la Virgen nos ayude a vivir, como Ella, lo que su Hijo sufrió por cada uno de nosotros.
DOMINGO DE RAMOS.
Fue una gran fiesta. Había un ambiente de intensa alegría. La multitud exulta de gozo. Jesús montado sobre un borrico bendice a los niños y acoge con cariño el homenaje que le tributan hombres y mujeres. A medida que avanzaba a Jerusalén echaban sus mantos sobre el borrico y por donde pasaba Nuestro Señor. Al mismo tiempo todos comenzaron a alabar a Dios en alta voz diciendo: "Bendito el que viene en nombre del Señor". Yo te invito a participar en esta alabanza con gran alegría. Recibámosle con gozo, con amor, con mucha alegría.
EL LLANTO DE JESÚS.
De pronto todos se sobrecogen. Ven llorar a Jesús al divisar Jerusalén. Unos a otros se comentan: El Maestro llora, Jesús llora.¡¡¡Impresionante!!! ¡¡¡Conmovedor!!! ver llorar a Jesús. ¿Por qué llora? Porque esta Ciudad que hoy le aclama, y a la que Él tanto ama, le va a condenar a muerte el Viernes Santo. ¿Será posible? Pero, ¿por qué? Él no ha hecho mal a nadie. Ha pasado su vida haciendo el bien. EL Señor llora...por los corazones llenos de odio y de rencor de los fariseos y del pueblo que no le reconocen como Mesías y le van a condenar a muerte. Y llora por esta Ciudad, su Ciudad, que un día será destruida y no dejarán piedra sobre piedra
Y, también llora por ti y por mí. Llora por nuestros pecados, por nuestra vida tibia y floja. Llora porque le hemos negado cantidad de veces y le hemos pospuesto a Barrabás, a nuestro egoísmo y a nuestra soberbia. Llora porque muchas veces le hemos dado la espalda. Hermanos, lloremos nuestros pecados. Seamos fieles al Señor toda nuestra vida. Seamos agradecidos a Dios Nuestro Señor "que nos amó y se entregó por nosotros".
Lloremos tú y yo ante
el Señor, diciéndole como ayer. "Amante Jesús mío. Oh cuanto os ofendí.
Perdona mi extravío y ten piedad de mi, y ten piedad de mí".
Jesús Mateo.
Sacerdote.
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Que Dios pague este esfuerzo diario y que Santa María la Virgen con San José no nos abandonen nunca.
Que el Señor nos bendiga y nos
guarde. Un abrazo. P. Franja.
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Confeccionado en el
Blog de Franja
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