Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
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Jesús Mateo, es un sacerdote
amigo de Valladolid, que me manda diariamente
un lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y
compartirlo además de con los sacerdotes,
también con los seglares que lo
soliciten. Franja.
Y lo pongo también todos los
días en uno de mis Blogs.
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21 de Enero, martes, de 2020
Comentario: "EL
HIJO DEL HOMBRE ES SEÑOR TAMBIÉN DEL SÁBADO". (Mc 2, 23-28)
Si ayer os decía que el
evangelio que comenté no era de los más conocidos, hoy nos ocurre algo parecido.
Lo narra de esta forma San
Marcos:
"Sucedió que un sábado
Jesús atravesaba un sembrado, y sus discípulos, mientras caminaban, iban
arrancando espigas. Los fariseos le preguntan: Mira, ¿por qué hacen en sábado
lo que no está permitido? Él responde:
¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron
faltos y con hambre, cómo entró en la casa de Dios, en tiempos del Sumo
Sacerdote Abiatar, comió de los panes de la proposición, que solo está
permitido comer a los sacerdotes, y les dio también a quienes estaban con él? Y
añadió: El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que
el Hijo del hombre es Señor también del sábado".
Jesucristo les explica a los fariseos el sentido de la
institución divina del Sábado. Les hace ver que Dios instituyó el Sábado, para
el bien del hombre, para que éste pudiera descansar, dedicarse al culto divino,
y dar gloria a Dios.
¿Qué ocurría? Que los fariseos
habían convertido este día, con sus interpretaciones, en ocasión de angustia y
preocupación a causa de la multitud de
prohibiciones.
Jesús les explica el sentido de
la ley del Sábado y que Él es el Señor del Sábado. Con esta afirmación les está
indicando su Divinidad y su poder universal. Él puede establecer otras leyes,
igual que Yahvé, Dios, hizo en el Antiguo Testamento.
Con la afirmación de que "el sábado se hizo para el hombre
y no el hombre para el sábado", Jesús quiere dejar claro que el fin de las leyes que Dios prescribe
son para el bien del hombre y no para perjudicarle. Para eso Dios promulgó los Mandamientos.
La Iglesia, desde tiempo de los Apóstoles, trasladó la observancia del precepto del Sábado al
Domingo, día del Señor, para celebrar la Resurrección del Señor.
Hoy nos podemos preguntar:
¿Soy consciente de que las
Leyes de Dios y de la Iglesia son para mi bien?
¿ Vivo con alegría el
cumplimiento de los Mandamientos?
¿ Los veo como algo que dan
vida y alegría, y liberan?
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Confeccionado por Franja
Domingo el día del Señor
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