Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
Se puede opinar o... es "aquello también en esto" y...
Muera!!! quién no piense igual que yo?
Pero... viva la libertad!!!
Cual?!!!
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Quienes
la impulsan quieren ahora perseguir a quienes la denuncien
¿Cómo
que la ideología de género «no existe»? He aquí sus cinco mandamientos más
evidentes
El
travestismo elevado a teoría sobre la identidad sexual: uno de los componentes
esenciales de la ideología de género.
8
octubre 2015
[Ante
las crecientes reacciones contra la imposición sectaria de la ideología de
género -sobre todo en la escuela-, sus impulsores intentan negar que existe, y
además amenazan con perseguir a quienes afirmen que existe. Recientemente la
ministra de Educación italiana y algunos de los principales periódicos del país
transalpino se pusieron sospechosamente de acuerdo en ese punto. Publicamos la
respuesta de Mario Adinolfi desde las páginas de Tempi.]
La
escuela italiana ha vuelto a abrir sus puertas con la amenaza de
"denuncias" por parte de una ministra severa contra quienes difunden
el "fraude del género". Felicidades. Un régimen autoritario no lo
habría hecho mejor.
Efectivamente,
lo que une a la ministra Stefania Giannini con los líderes de la comunidad LGBT
y los grandes periódicos nacionales es la negación de la evidencia. Dicen que
"la ideología de género no existe". De hecho, para Giannini es un
"fraude cultural". Y los que la difunden merecen ser perseguidos,
incluso por vía judicial. Para Repubblica "la teoría de género es un
fantasma que se pasea por Italia". Para el Corriere della Sera "es
solo una invención retórica, un ídolo polémico lleno de nada". Etcétera.
Stefania
Giannini se hace la despistada ante la realidad: la ideología de género que
ella misma implanta en las escuelas... no existe.
Con
los distintos megáfonos de la televisión, los periódicos y las redes
militantes, todos se alinean según las directrices de la ministro
"antifraude". La causa negacionista lanzada por los grupos LGBT
parece haber encontrado un parapeto institucional. Tomamos nota.
¿Se
está acercando peligrosamente la ministra de Educación a la acusación formulada
por Aurelio Mancuso, uno de los históricos exponentes de Arcigay, según el cual
"la ideología de género es un invento del Vaticano"?
Aurelio
Mancuso, activista gay italiano ex presidente de la asociación Arcigay, opina
que la ideología de género es una invención de la Iglesia.
Efectivamente,
según el Papa Francisco "la teoría de género es una equivocación de la
mente humana" que planta sus raíces en una "colonización
ideológica" que ha asumido la forma del lavado del cerebro reservado
"a las juventudes hitlerianas". Es verdad, nosotros tendemos a creer
más al Papa que a Mancuso. En lo que respecto al "fraude cultural",
¿también Bergoglio estaría hablando de "fraude", señora ministra?
Veamos.
Quienes
dicen que la ideología de género es una invención de los católicos, a
continuación tienen que admitir la existencia (no podrían no hacerlo) de los
"estudios de género": elaboraciones y textos que en ámbito académico
empezaron a afirmar a partir de los años sesenta, con el objetivo principal de
la emancipación y liberación de la mujer, la indiferencia sexual entre lo
masculino y lo femenino. A partir de los años ochenta los "estudios de
género" evolucionaron en “gay, lesbian, transgender, queer and intersexual
studies”, con el fin de seguir acompañando fenómenos de emancipación y
liberación sexual y social de las categorías indicadas.
Los
cinco mandamientos de la ideología de género
Podríamos
prolongarnos mucho sobre estos estudios académicos puramente ideológicos y
absolutamente a-científicos; bastaría volver a proponer el documental La
paradoja noruega para explicar hasta qué punto esta ideología está fundada
sobre bases médicas y científicas nulas, pero esto nos desviaría de la cuestión
principal. Hoy, aquí, queremos responder a una simple pregunta: ¿qué es lo que
afirma la ideología de género? Los "mandamientos" de esta ideología
son cinco y vinculados entre ellos.
1.
Hombre y mujer son iguales
El
objetivo originario de los "estudios de género" de los años sesenta
era afirmar la absoluta igualdad entre el hombre y la mujer con el fin de que
la mujer se liberara y emancipara de la "discriminación". Negar la
distinción masculino-femenino, considerar "un estereotipo" el que
existan, por ejemplo, trabajos típicamente masculinos y otros típicamente
femeninos, negar la especificidad del papel materno respecto al paterno, son
los elementos fundamentales de la ideología que afirma que el hombre y la mujer
son intercambiables en cada función, que han sido sólo un convencionalismo
social y una opresión de tipo histórico-cultural los que han encerrado a la
mujer en algunos papeles concretos, en especial en el ámbito familiar, por lo
que es necesario liberarla.
2.
El sexo biológico se puede modificar
La
ideología de género ve el sexo biológico como un dato originario que se puede
modificar, como algo transitorio y "líquido" que se puede doblegar
según la elección del "género" al que se quiere pertenecer y que
puede realizarse a cualquier edad partiendo de los datos de comportamiento. Los
ideólogos del género impulsan, por consiguiente, el transexualismo como prueba
de libertad y emancipación del individuo y sostienen que la definición del ser
humano también a nivel burocrático no debe limitarse a las dos sexualidades
biológicas universalmente reconocidas (masculino y femenino), sino que debe
adecuarse a infinitos y fantasiosos matices de género, llegando a contar hasta
56. Las redes sociales como Facebook se han sometido a este diktat ideológico,
mientras que algunas legislaciones nacionales han reconocido, además del género
masculino y femenino, también un irreal género “neutro”.
3.
¿La familia natural? Un estereotipo
Según
la ideología de género, la familia natural formada por padre, madre e hijos es
sólo un estereotipo cultural basado en la opresiva acción del varón sobre la
mujer, roto ya por la liberación sexual de la mujer, a su vez acompañada por el
fin de la "dictadura del varón", también él liberado en una sexualidad
líquida que genera 56 géneros distintos. Por consiguiente, roto el esquema
masculino-femenino, rota está también la idea estereotipada de la familia. Por
consiguiente, los ideólogos del género obligan a utilizar el plural: ya no
existe la familia, sino "las familias"; con ello se refieren a
cualquier agregación social fundada sobre un "amor" genérico que
incluye, obviamente, también las relaciones con más parejas como los
"poliamores". Esto hace que emerjan una serie de reivindicaciones
políticas y sociales que van desde el denominado "matrimonio
igualitario", más conocido como matrimonio gay, hasta el reconocimiento,
como hemos dicho, de las relaciones con más parejas llamadas
"poliamores", vistas por algunos intelectuales como Jacques Attali
como el inevitable desembarco de la sociedad de la desintermediación.
4.
"Desexualizar" la "progenitorialidad"
Si
la familia natural es un estereotipo, el culmen de la ideología de genero es
inevitablemente la "desexualización" de la
"progenitorialidad". Por consiguiente, los hijos ya no nacen de la
relación sexual entre un hombre y una mujer, sino que pueden ser generados
artificialmente por cualquiera agregación social, lo que lleva a impulsar la
fecundación asistida homóloga y sobre todo heteróloga: de hecho, la ley que la
regula, a medida que se la va privando de vínculos, es cada vez más el emblema
de la liberación. Se apoyan prácticas objetivamente violentas y brutales, como
el vientre de alquiler, utilizando sin embargo fórmulas lingüísticas
edulcoradas y si es posible con forma de incomprensibles acrónimos como GPA
(gestation pour autrui, gestación por otro) o GDS (gestazione di sostegno,
gestación de apoyo), necesarias sobre todo para los homosexuales, notoriamente
desprovistos de útero. La finalidad de la "desexualización" de la
"progenitorialidad", culmen de la ideología de género, tiene como
consecuencia la idealización de la homosexualidad, propuesta como modelo de
liberación de condiciones sociales opresivas y, en el pasado, claramente
vejatorias.
5.
Conquista de la escuela y de los medios de comunicación social
El
instrumento con el que se quiere realizar la "colonización
ideológica" denunciada por el Papa Francisco es la conquista de los
lugares de educación y comunicación, es decir, la escuela y los medios de
comunicación social. Es decisivo para los ideólogos de género conseguir dinero
público para entrar en los centros escolares y formar las mentes de los niños y
de las jóvenes generaciones a la idea de que la familia natural es un
estereotipo. El resultado: falsos cursos contra la "discriminación de género"
o el "acoso homófobo" son los caballos de Troya con los que penetran
fácilmente en las escuelas de todo tipo, produciendo textos dirigidos sobre
todo a los niños y capaces de atacar la mente más frágil y
"de-formarla".
Al
mismo tiempo ocupan puestos clave en los medios de comunicación; con ello, la
ideología de género apunta a formar la opinión pública en conjunto sobre la
identificación de los principios que enuncian una idea avanzada de libertad,
describiendo a los opositores como retrógrados peligrosos que limitan la
libertad del resto por pura maldad. Las descripciones maniqueas de las
dinámicas en marcha en este terreno en todas las sociedades occidentales son
una característica de los ideólogos de género, cuyo fin es crear iconos que
sean fácilmente reconocibles e identificables con el mundo homosexual y
transgénero y que ellos contraponen a la opinión pública que aún se resiste
contra estas formas de fascinación, intimidándola y atacando con fuerza incluso
la libertad de expresión sobre estos temas. De aquí surgen legislaciones
punitivas, arrestos de opositores y objetores de conciencia, linchamiento
mediático de quienes no se someten al nuevo diktat ideológico.
*
* *
Resistir
significa conocer las directrices de esta "colonización ideológica"
en marcha, de estos cinco mandamientos basados sobre la falsedad. Si esta es
una ideología que "no existe", es algo que ahora podrán juzgar
ustedes con toda claridad. La realidad se puede observar o se puede negar. La
realidad ante nuestros ojos, evidente para quien quiera verla, es que esta
ideología marcha con prepotencia hacia la realización de sus objetivos.
Nosotros podemos ponernos de pie y mantenernos derechos y silenciosos ante esta
columna de tanques. O podemos dejarlos pasar, timoratos y cómplices. Elijan
ustedes. En mi caso, he elegido. Tengo dos hijas y quiero que el mundo que
construyamos para ellas esté fundado sobre la verdad, no sobre la ideología.
Publicado
en Tempi.
Traducción
de Helena Faccia Serrano.
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