Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
Cuánto me ha gustado el artículo de Daniel Tirapu!.
Nos viene hoy como anillo al dedo.
Franja
Un artículo de...
Daniel Tirapu
16/12/2015 3
Navidades laicas, no gracias
Quedan pocos días y ya estamos inmersos en estos días de
ajetreo, de ilusión, de luces, de regalar. Pues sí el gran regalo, el único, el
definitivo es que Jesús se hace hombre y nos ha asumido como hijos
querídisimos, para salvarnos, perdonarnos y llenarnos de alegría. No hay otra.
No dejan de sorprenderme los que pretenden celebrar el solsticio
de invierno, los seis meses de la noche de San Juan, -¿vaya otro santo?-, la
unidad del género humano, la llegada de refugiados, etc.
Más de una vez he pensado que los españoles somos genéticamente
cristianos, e incluso nuestra negación de la religión toma tintes religiosos.
Esto demuestra por parte de ciertos políticos un complejo de inferioridad
frente al cristianismo. La Iglesia católica, con dos mil años, al margen de la
Fe, es la mayor empresa del mundo. Gestiona problemas irresolubles, no se
cansa, anima, está con todos y los más débiles de verdad.
Tienen envidia, les gustaría ser obispos, con su teología civil
y los sacramentos empezando por el matrimonio, Napoleón fue el primero en
introducirlo para competir con la Iglesia, hasta el bautismo civil,
impracticable por falta de horario. No es que la Iglesia se ponga al día, que
no debe, sino que el mundo quiere ser Iglesia y salvar, y no puede, no puede.
De ahí pienso, el odium religonis, tan inexplicable, pero presente por ese
fracaso continuo del hombre como centro de sí mismo.
En Belén hay que olvidar, los triunfos, los apellidos, la casta,
la sangre y el propio orgullo, todo en su sencillez se pone al servicio de ese
niño-Dios. Y Dios no se impone, nace pobre, desconocido. Que pregunten a los
niños que montan el Belén y que esperan a los Reyes; ellos no engañan. En Belén
hay grandeza, y piojos, mirra, incienso y mal olor, pastores y Reyes. De ahí
surgió Bach, Murillo, Mozart, Cervantes y los pecados de los hombres. Todo está
allí, pero redimido y asumido por Dios.
Me contaba un amigo de Brasil: la teología extrema de la
liberación fracasó con los pobres, les quitaron a Dios y se hicieron
evangélicos. No nos quitéis a Dios, ni el domingo, ni la Navidad. Son muy
buenos días para contar estas cosas a María, José y el Niño, con calma.
Sabiendo que la nochebuena se viene y se va y nosotros nos iremos…
¡Dios se hace hombre, Feliz Navidad!
3 comentarios
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#3
perico
16.12.2015 - 11:28H
Pues yo estoy con el profesor Tirapu, practicar el laicismo no
es nada.
#2
Juanma
16.12.2015 - 11:01H
Hay que respetar todas las ideas por muy dispares que sean. Las
fiestas navideñas son las más queridas por unos y, a la vez, las más odiadas
por otros, porque hay división de opiniones muy respetables, desde las
"comidas de empresa" hasta la noche de navidad. Por eso cada vez hay
más gente que aprovecha la ocasión para hacer un viaje, descansar y practicar
el laicismo.
#1
Perogrullo
16.12.2015 - 04:48H
No existe Navidad sin Nacimiento del Niño Dios....
Si no hay Nacimiento no hay Natividad... Navidad.
Hay Solsticio de Invierno... Papa Noel.... pero no hay Navidad.
La Navidad solo se celebra desde la fe en el Nacimiento de
Jesús.
No hay Navidad laica.
Si los cristianos mantenemos las ideas claras y
LLAMAMOS A LAS COSAS POR SU NOMBRE.... sin complejos...y sin
esconder nuestra fe
se acabaron los problemas..... nuestros.... los de los
demás...., rezaremos para que se acabe
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