El Señor habla de un administrador al que su señor le pide cuentas de su administración por haber sido informado de su mala gestión. "Y EL AMO ALABÓ AL ADMINISTRADOR INJUSTO, PORQUE HABÍA OBRADO CON ASTUCIA" (Lc 16, 1-5).

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D. Jesús Mateo  me  manda todos los días un comentario del EVANGELIO para editarlo en el Blog católico de Javier Olivares, baionés jubilado, Baiona. Lo hago con gran placer por el bien que hace su difusión por el formato de Blog. P. Franja

4 de Noviembre, viernes de 2022.

El Señor habla  de un administrador al que su señor le pide cuentas de su administración por haber sido informado de su mala gestión. "Y EL AMO ALABÓ AL ADMINISTRADOR INJUSTO, PORQUE HABÍA  OBRADO CON ASTUCIA" (Lc 16, 1-5).

 

En el Evangelio de hoy el Señor habla  de un administrador al que su señor le pide cuentas de su administración por haber sido informado de su mala gestión. Al conocer que su señor le iba a exigir cuentas, y le iba a despedir, intenta ganarse a los deudores de su amo firmando nuevos recibos por la mitad de lo que debían. Al enterarse el dueño alabó al administrador injusto porque había actuado con astucia. Y, Jesucristo, termina diciendo "que los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz".

 

Nuestro Señor no alaba la conducta del administrador infiel. Da por supuesto la inmoralidad de tal actuación Resalta y alaba, sin embargo, la agudeza y empeño que demuestra este hombre para sacar provecho de su antigua condición de administrador. El Señor nos anima a ser tan espabilados en las cosas de Dios como lo es este hombre en su trabajo. Es verdad. Dios quiere que pongamos en la salvación del alma el mismo esfuerzo y la misma astucia, que ponen los hombres en sus negocios materiales.

Muchos de ellos pierden la salud por triunfar en la vida, por conseguir un dinero, por alcanzar la fama o el poder. ¿Ponemos tú  yo el mismo afán por conseguir la salvación del alma? ¿Hay algún negocio más importante que el del alma? Conozco a varios jóvenes, buenos estudiantes, que están preparando oposiciones, un año, dos, tres, cuatro...¡qué constancia y perseverancia!

 

Tú y yo llevamos años preparando el EXAMEN con mayúscula, el Juicio Particular. ¿Cómo va nuestra preparación? En cualquier momento puede Dios Nuestro Señor llamarnos y examinarnos. ¡ESTEMOS PREPARADOS!

Jesús Mateo. Sacerdote

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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen con San José su castísimo esposo. Un abrazo.  P. Franja.

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